(IAR
Noticias)
01-Octubre-08
Primer axioma para no morir en el intento de entender lo que está pasando con el
sistema capitalista: El capitalismo (todavía) no está en crisis, está haciendo
negocios con la crisis. Billones US$ están pasando de unas manos a otras,
cambiando de casillero contable, mediante las compras de entidades quebradas,
rescates estatales y fusiones. Y se cumple la primera ley histórica: El
capitalismo genera rentabilidad y
concentra capital
tanto con las "crisis" como
con las "burbujas". Mientras se derrumban las acciones y los cadáveres
financieros quedan diseminados por los pasillos de Wall Street, los grupos
"ganadores" los compran y se apoderan a precio de "liquidación"
de activos
empresariales que mañana -cuando hagan "subir" los mercados- valdrán billones US$ multiplicados como los panes de Jesús. El capitalismo llora, pero por otro
lado celebra. Llora porque el colapso demostró que el Imperio USA -la locomotora
unipolar- ya no controla la "gobernabilidad" del sistema capitalista, que los
ignorantes confunden con los "mercados". Y celebra porqué las fieras sionistas
de Wall Street (con la crisis de los mercados) se están engullendo los unos a
los otros, haciendo realidad el concepto de la supervivencia del "más apto" de la teoría
de la evolución de las especies -no la de Darwin sino la de Wall Street-, que
dará como resultante un capitalismo concentrado y reestructurado, más apto para
sobrevivir. Ocho gigantes (de la primera línea hegemónica de Wall Street)
ya fueron engullidos por otros gigantes súper concentrados que engordaron,
diversificaron, y multiplicaron sus activos a escala sideral. Un capitalismo más
concentrado y funcional está naciendo (o renaciendo como el Ave Fénix) desde las
cenizas humeantes de los
mercados. Y ya hay billones US$ (y vendrán más)
en títulos emitidos del Estado USA (productos del "rescate estatal") para
apostar en el casino global. Y hay "operaciones de mercado abierto" del Sistema
de la Reserva Federal que pondrán el negocio del "súper rescate" (compras,
fusiones y "auxilios") en las fauces de los primeros diez grandes bancos
privados de Nueva York (los ganadores de la crisis). Pero al final, después de
la orgía especulativa concentradora de capital con la crisis financiera, quedan
otros cadáveres desparramados por el piso: Los Estados capitalistas y la
economía real. ¿Quién levanta esos cadáveres? ¿Y quién detiene la
crisis
recesiva mundial que se avecina como etapa complementaria de la crisis financiera
a escala global? El verdadero
derrumbe (la crisis capitalista) recién está
por comenzar.
Informe especial
Por Manuel
Freytas
(*)
manuefreytas@iarnoticias.com
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A pesar de que el
lunes la catedral mundial de la especulación financiera, Wall Street, sufrió su
mayor caída histórica con una pérdida de acciones de mercados valuada en US$ 1,2
billones, nada indica todavía que el sistema capitalista esté a
punto de desmoronarse.Fuera del cimbronazo
bursátil, nada señala hasta ahora que
la crisis financiera proyectada desde las economías centrales (EEUU y
Europa) se haya instalado en los países emergentes y periféricos del
sistema capitalista a escala global.
El lunes se derrumbaron Wall
Street y las bolsas mundiales y parecía que el sistema colapsaba, y este
martes -todavía sin aprobación del plan de rescate- los mercados bursátiles
repuntaron ganancias como si nada hubiese pasado.
En este
escenario,
con sus subas y bajas, cada vez más "volátiles" y cortoplacistas,
los llamados
"mercados" del dinero (la especulación financiera internacional), son la
contracara distorsionada de un sistema económico internacional aquejado por una
crisis estructural en desarrollo cada vez más avanzado.
La especulación parasitaria y
desenfrenada (la mayor tasa de rentabilidad capitalista) en los "mercados
del dinero", las "ganancias" o las "pérdidas" coyunturales con el petróleo, las
materias primas o las acciones empresariales, hoy compra y mañana vende en una
dinámica histérica que descoloca los propios analistas del sistema.
Este proceso (donde se aprovechan
tanto las "burbujas" como las "crisis" para generar rentabilidad capitalista) permite la
consolidación de un puñado de conglomerados financieros globales "ganadores"
de la crisis que se degluten a las instituciones quebradas mediante compras o
fusiones forzadas.
No se trata (como quieren hacer
creer las autoridades del sistema) de una "crisis involuntaria" sino de un proceso
inducido de acumulación capitalista a través de la especulación financiera
que terminó (como efecto no deseado) impactando en las variables de la economía
real con las sociedades (sobre todo las más desprotegidas) pagando el costo del
nuevo proceso de acumulación capitalista.
En consecuencia, el
sistema capitalista (entendido como una red de países a escala global) todavía no está en crisis, los que están en crisis son el
Estado imperial norteamericano y su
economía real, y las economías centrales de Europa donde la crisis
financiera ya impactó con toda la furia.
La Cámara de
Representantes de Estados Unidos rechazó el paquete financiero de la Casa Blanca
dejando al desnudo la guerra electoral y profundas divisiones de
intereses en el Congreso, que detonó un nuevo súper-derrumbe en los mercados
recreando los temores de que la economía estadounidense caerá en una recesión
prolongada si no hay forma de revivir el proyecto de ley.
Esto es falso
por dos razones principales: A) La economía de EEUU ya está en crisis, y
B) el súper-rescate financiero no es para salvar a la economía (ni a la
sociedad) norteamericana, sino para salvar a las entidades quebradas y habilitar
un macro negocio financiero privado con respaldo del Estado. (Ver:
Súper-rescate estatal: Un negocio "privado" de los bancos que controlan la Reserva Federal).
Hay una verdad a
medias entre lo que dicen los demócratas (por especulación electoral) sobre que el
mega-salvataje es para los bancos y no para la sociedad estadounidense que
deberá pagar los platos rotos con los impuestos, y lo que afirman los
republicanos de que, si no se detiene la crisis financiera, la economía
norteamericana va a terminar colapsando.
Y ese es el paso
previo que conduce a la verdadera crisis, no la de los mercados sino la
del sistema capitalista en su conjunto, que comenzará a derramarse por el
planeta una vez que la crisis financiera se convierta en crisis recesiva en
EEUU.
 Según The Wall
Street Journal este martes, "si los mercados de crédito continúan
paralizados, el impacto sobre las empresas y los consumidores podría ser
amplio, reduciendo el acceso a los préstamos, lo que disminuiría el gasto y
la inversión. Los economistas señalaron que la contracción del crédito podría
producir más despidos y provocar una reducción importante de las tasas de
interés por parte de la Reserva Federal".
En definitiva,
el cóctel crisis del crédito-caída de la producción-desempleo
masivo es lo que ya se proyecta como efecto inmediato de la crisis financiera con
caída bancaria y derrumbe de bolsas a escala global con epicentro en EEUU y
Europa.
El gran problema que dejan las crisis
financieras del capitalismo es el encarecimiento y/o desaparición del crédito. Se contrae el crecimiento económico y las empresas reducen la
producción y
achican plantel de empleados para sobrevivir. Es ahí donde la inflación (en la que
ya están sumidas las economías centrales y muchas periféricas de Asia y América
Latina) se puede convertir en recesión o estanflación (recesión con
inflación).
Lo que pasó este
lunes, es más de lo mismo del
"lunes negro" de los mercados globales, el 15 de
septiembre, que registró el mayor derrumbe de Wall Street desde el 11-S,
trasformó la crisis hipotecaria en crisis crediticia e instaló oficialmente la
crisis financiera con recesión proyectada de las economías centrales a los
países emergentes y periféricos del sistema capitalista a escala global.
En todo caso, lo que
traza el tono "diferencial" es la parálisis y la impotencia del Gobierno de EEUU
y de la oposición que, trabados por la competencia electoral,
todavía no pudieron concretar el "súper rescate" de las entidades quebradas
por el colapso financiero.
Según el emblemático e influyente
The Wall Street Journal, el vocero más calificado de Wall Street, el plan que el
Congreso estadounidense esbozó durante el fin de semana para rescatar al sistema
financiero ofrece un "bálsamo", pero "es poco probable que pueda evitar que
la mayor economía del mundo caiga en una recesión".
Las últimas noticias económicas han sido poco alentadoras, según el diario. En
una señal de que el mercado inmobiliario sigue deteriorándose, las ventas de
casas nuevas cayeron abruptamente el mes pasado, informó la semana pasada el
departamento de Comercio de EEUU, añade.
De acuerdo con el Journal, la confianza de los consumidores sigue en declive
y los indicadores semanales de ventas minoristas muestran que los compradores
están reduciendo los gastos. Los expertos anticipan que el informe de desempleo
a dar a conocer el viernes indicará que la economía perdió 150.000 empleos este mes.
Los estadounidenses están lidiando
con un desempleo creciente y con precios de combustible y de alimentos más
altos. En medio de una crisis financiera protagonizada por la caída de los
precios inmobiliarios y la quiebra de los mercados hipotecarios, un auge del
refinanciamiento hipotecario al estilo de 2001 no es una opción.
"Desafortunadamente, las personas están en lo cierto al esperar una recesión
en estos momentos", dice Barry Eichengreen, un economista de la Universidad
de California en Berkeley.
"El plan no puede prevenir una recesión", dijo Douglas Elmendorf, un
investigador de Brookings Institution. "Lo que le importa a la gente es cuánto
durará y cuán profunda será la desaceleración económica".
 En
resumen, más allá de la "crisis" y el "salvataje" de los mercados, hay una
crisis estructural paralela de la economía real norteamericana (con sus números
macroeconómicos en rojo) que se potencia con la histérica "crisis de los
mercados" que genera la crisis del crédito y establece el primer escalón
hacia la recesión.
Según las
primeras autoridades del sistema capi talista
(Reserva Federal USA, BCE, FMI, Banco Mundial; OCDE, G-8) EEUU y las quince naciones de la zona euro, países que en
conjunto representan más de la mitad de la economía mundial, o ya están en
recesión o enfrentan significativos riesgos de entrar en recesión en los
próximos meses.
El "lunes
negro bis" terminó de "abrochar" a la Unión Europea a la crisis financiera
exportada desde USA y el pánico a la recesión ya se expande como un virus por toda
la zona del euro.
En estas
naciones centrales (y con epicentro en EEUU) comenzó a propagarse como un
virus la crisis hipotecaria desde septiembre de 2007, la que devino
finalmente en crisis financiera expandida a escala global a través de los
mercados bursátiles, y hoy ya se proyecta como crisis recesiva que
comienza a difundirse por vías de la desaparición y encarecimiento del crédito y
la reducción del consumo.
Y hay dos razones principales por las cuales la crisis financiera y el
proceso inflacionario-recesivo USA ya se está está expandiendo por todo
el planeta capitalista globalizado:
A) El dólar es la
moneda de cambio y de reserva internacional, y los países de todos los
continentes (Europa, Asia, Latinoamérica y África) la utilizan en sus
transacciones comerciales y tienen la mayoría de sus reservas en dólares.
B) Un 80% de las
transacciones internacionales, un 70% de las importaciones y
exportaciones mundiales y la casi totalidad del comercio petrolero se
realizan en dólares (Ver:
La crisis global y el mito del "final de la era
del dólar").
La crisis,
como fue planteada hasta ahora, viró de lo "financiero" hacia lo
"económico-.financiero": Tuvo un epicentro en la crisis hipotecaria de EEUU, se
expandió a los mercados financieros globales (subdesarrollados y desarrollados),
y ahora ya toca variables estructurales de la "economía real" por medio
del proceso desatado por el cóctel suba del petróleo + suba de alimentos = proceso inflacionario, que ya padecen las economías centrales del sistema
capitalista: EEUU, Unión Europea y China.
A este
escenario, se suma la naciente crisis del crédito que (según todos los
pronósticos) va a obrar con un efecto de acelerador del proceso
inflacionario-recesivo paralizando aún más las primeras economías del
sistema capitalista (EEUU-Europa-China) con un impacto directo en los países de
la periferia.
La falta de
crédito, a su vez, actúa como
principal disparador de la detención de la producción y de la suba de precios lo
cual genera un consecuente proceso de achicamiento del consumo y despidos en
masa de trabajadores, en EEUU y Europa.
La recesión y la crisis crediticia
a su vez convergen en la desaceleración económica que achica el consumo y la
demanda de productos y paraliza cada vez más la economía.
Y caída de
producción y achicamiento de ventas en los códigos del empresariado capitalista
significa sólo dos alternativas: Suba de precios y despido de personal,
para conservar el margen de rentabilidad vendiendo más caro y produciendo menos.
Se trata de
una ley universal y probada del capitalismo que se desata como emergente
inmediato de la recesión económica con paralización de la producción y
desaparición del crédito.
En ese
escenario, y como efecto de la recesión económica, los países
"exportadores" e "importadores" (materias primas y manufacturas) del
actual modelo capitalista globalizado reducirán sus ventas (ya está
pasando con el petróleo) y en consecuencia restringirán sus compras.
Con un proceso recesivo de su
economía, EEUU (el principal comprador de la "gran fábrica" asiática) reduciría
drásticamente sus compras a China, y Europa, que ya enfrenta un fenómeno
recesivo en su economía comunitaria, ingresaría en una contracción de sus
sistema económico productivo.
Como impacto inmediato, la
economía china también ingresaría en un proceso recesivo (detención del
crecimiento) que la obligaría a reducir sus importaciones de materias primas y
de petróleo,
A su vez la reducción en la
importación de materias primas y de petróleo por parte de China (el principal
importador mundial) impactaría en las economías de Rusia y de los "países
emergentes" (los principales exportadores de petróleo y de materias primas a
China) que también podrían ingresar en un proceso recesivo.
Con la crisis financiera y
crediticia que ya desató el derrumbe bancario en EEUU, comienza a
completarse (y a profundizarse) el cuadro recesivo de las economías capitalistas
centrales que se irá proyectando cada vez con más fuerza hacia las economías de
la periferia (principalmente los países exportadores de materias primas).
¿Y cuando
exactamente entrará en crisis el capitalismo?
Cuando la recesión económica
generalizada a escala global, rompa el equilibrio de la "gobernabilidad"
política del sistema por medio de una ola de conflictos
sociales y sindicales a escala mundial (cuyos primeros efectos ya se presentaron
con la crisis alimentaria) con proyección tanto en las potencias centrales como
en los países "emergentes".
O sea que,
la actual crisis financiera todavía no es la "crisis sistémica" del capitalismo,
sino su antesala.
La crisis global del
sistema capitalista va a llegar como consecuencia del impacto social planetario
del derrumbe (con negocios y concentración capitalista en el medio) del casino
especulativo de los mercados financieros.
En concreto, la
crisis global del sistema capitalista no se va producir por la "caída de los
mercados" sino por una oleada mundial de huelgas, bloqueos de rutas y estallidos
sociales extendidos por los cuatro puntos cardinales del planeta que
paralicen la actividad económica mundial.
Por ahora, con sus
números en rojo y sus mercados en "crisis", la economía capitalista todavía
"funciona" y los efectos inflacionarios -recesivos todavía no han impactado de
lleno en las facturaciones y ganancias planetarias de las corporaciones que
juegan en el casino global de Wall Street.
Hay una lección
histórica: El sistema capitalista solo ingresa en crisis cuando sus bancos y
empresas se ven impedidos de hacer negocios.
Y hoy, sus bancos y
transnacionales, con el cadáver de Wall Street y el Estado USA decadente,
todavía siguen haciendo negocios.
Hasta que
la recesión desate el capítulo social de la crisis y el sistema (que hoy
descarga sus pérdidas sobre la espalda de eslabón más débil de a sociedad)
comience a pagar el costo.
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(*) Manuel
Freytas es periodista, investigador y analista, especialista en inteligencia y
comunicación estratégica. Es uno de los autores más difundidos y referenciados
en la Web.
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