El lunes, le tocó protagonizar el
"show mediático" de costumbre a la secretaria de Estado de Estados Unidos, Condoleezza Rice, quien se enfrentó (y perdió) en una "guerra de
palabras" con su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, en relación con el
cierre del canal privado Radio Caracas Televisión, RCTV.
Durante la XXXVII Asamblea General de la Organización de Estados Americanos
(OEA), que tiene lugar en Panamá, Rice (saliéndose de su estilo habitual)
criticó "duramente" al gobierno venezolano por no renovar la licencia del
canal, que el presidente Hugo Chávez y su gobierno califican de "golpista", no
así al otro canal golpista, el Venevisión de Cisneros, hoy aliado del chavismo.
"La libertad de expresión, la libertad de asociación y la libertad de conciencia
no son una piedra en el zapato de un gobierno", dijo Rice.
Luego, y defendiendo la "libertad de expresión" (libertad de hacer negocios
mediáticos) dijo que en el caso de RCTV estar en desacuerdo con su gobierno "no
es antipatriótico y, sin lugar a duda, no debería ser un delito en ningún
país, especialmente en una democracia".
Siguiendo el hilo del nuevo lobby de "aislamiento" lanzado contra Chávez
en la región, la jefa de la diplomacia estadounidense instó a la OEA a enviar
una comisión a Venezuela, encabezada por el secretario general de la
organización, José Miguel Insulza, a investigar el caso de la licencia de
transmisión de RCTV y la situación de la "libertad de prensa".
Como ya es costumbre, la operación de
USA en la corrupta Organización de Estados Americanos (OEA) busca sacar una
declaración de condena por la "falta de democracia y de libertad de expresión"
en Venezuela , y Chávez, como ya es costumbre, utiliza esa situación para hacer
marketing político de "enfrentamiento al Imperio" mientras la
sociedad de consumo y los bancos y transnacionales se hacen un festival en
Venezuela.
El ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Nicolás Maduro, echando
combustible a la "guerra de palabras", criticó a Rice, acusándola de
"violentar la agenda de la reunión", que debía tratar sobre temas
energéticos, "con el asunto de RCTV".
"Existe un nuevo plan de desestabilización contra Venezuela y detrás está
Estados Unidos", aseguró Maduro repitiendo el caballito de batalla de Chávez.
"Nuestro pueblo lo enfrentará nacional e internacionalmente. Con la experiencia
acumulada lograremos derrotarlo y nuestra democracia saldrá fortalecida",
añadió.
Maduro calificó el discurso de Rice como "un intervencionismo inaceptable"
e instó a la OEA a enviar una comisión al centro de detención estadounidense
en Guantánamo, Cuba.
Después de las acusaciones de Maduro,
Rice pidió otra vez la palabra y dijo que nunca es inapropiado debatir "la
defensa de la democracia".
El canciller venezolano omite decir
que en todos sus documentos el Departamento de Estado norteamericano (no solo en
América Latina sino en todo el planeta) hace de la "democracia" su columna
vertebral para mantener el "orden" y la "gobernabilidad" imperialista
bajo la fachada de un rostro "civilizado"..
Siendo el caso más patético y
absurdo, en este sentido, el llamado a "elecciones democráticas" en países
invadidos y ocupados militarmente, como es el caso de Irak y
Afganistán, sin contar otros países miserables y sometidos como es el caso
de Haití y muchos países africanos que viven en la marginalidad y pobreza total,
pero votando regularmente "en democracia".
Justamente Chávez, que no subió al
poder por una revolución armada o un golpe de Estado, sino por "elecciones
democráticas", está en los parámetros del voto democrático y de la
"gobernabilidad" que pregona Washington,
Antes de la intervención de Rice, el embajador de Venezuela ante la OEA, Jorge
Valero, le había dicho al canal estatal Venezolana de Televisión (VTV), que era
"una victoria diplomática" el hecho de que el caso de RCTV no se
incluyera en la agenda de la asamblea de la OEA.
"Sería difícil que cualquier comisión
debatiera más profundamente, investigara más profundamente y criticara más
profundamente las políticas del gobierno de Estados Unidos que lo que hacen cada
noche CNN, ABC, CBS o NBC", dijo el representante de Venezuela, cuyo gobierno es
el principal socio comercial de EEUU en la región.
Tras los cruces y las réplicas, Rice
abandonó el salón de reuniones y la "guerra de palabras" dejando el campo a sus
"enemigos".
Nicolás Maduro, el canciller
venezolano, volvió a intervenir para decir que existe un "nuevo plan de
desestabilización contra Venezuela" y detrás está Estados Unidos
Maduro indicó que la situación de los derechos humanos bajo el gobierno del
presidente de EEUU, George W. Bush, sólo se puede comparar a los tiempos de
Adolfo Hitler, cuando, según dijo, había cárceles clandestinas con
prisioneros sin nombre.
El funcionario añadió que EE.UU. debería permitirle al nuevo canal Televisora
Venezolana Social -que ocupó la señal de RCTV a partir del 28 de mayo-
entrevistar a detenidos en Guantánamo.
Como resumen de la "guerra de las
palabras", y dándole el round ganado a Chávez, Nicolás Maduro Moros resumió el
retiro de Rice como una "derrota de EEUU".
“Los Estados Unidos han quedado solos
en su agresión en contra de nuestra patria, de nuestro presidente Hugo Chávez,
de nuestra democracia, de nuestro pueblo. Quedaron solos absolutamente”, dijo el
Canciller Maduro al indicar, en posterior conferencia de prensa, que Condolezza
Rice, “se dedicó a agredir a nuestro país y a pedir una intervención en
Venezuela”, señaló Maduro cerrando este nuevo capítulo televisado de la "guerra
de las palabras".
En Venezuela, mientras tanto, se
preparan más manifestaciones estudiantiles contra Chávez, y los
seguidores del gobierno aseguran que la CIA y la "guarimba" quieren
tirarle dos o tres muertos al presidente, algo que -para algunos analistas-
parece más serio para "desestabilizar" a Chávez que acusarlo de violar la
"libertad de expresión".
Ambas guerras, las de las
"palabras", y la de los "hechos", continúan y se entrelazan para un desenlace.