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Soldados chinos custodian la Embajada de Corea del Norte en Pekín. (Foto:
AP) |
Ya no se trata -como en la Guerra Fría- de un "primer golpe demoledor
masivo" sujeto a una estrategia controlada para derrotar a un enemigo en el primer round,
sino de un "golpe terrorista" cuyos efectos puede potenciar el terror en
el mundo, más allá de la cantidad de cabezas nucleares que se utilicen.
Ya no se trata de la disputa por la "supremacía nuclear", protegida por
un "paraguas" de negociaciones diplomáticas y una disputa sorda por áreas de
influencia, donde las jugadas del enemigo se podían prever, y, como en un juego
de ajedrez, mover las piezas para neutralizarla, sin que corra sangre ni
estallen las ciudades del Imperio.
Es impredecible, hasta para el experto más consumado, pronosticar el efecto que
produciría en los mercados y en los gobiernos del mundo un estallido "nuclear
fuera de control" en cualquier ciudad estadounidense.
Esta es la razón principal por la cual las potencias ingresan en "estado
de conmoción" cada que Corea del Norte anuncia su decisión de realizar un
nuevo ensayo nuclear que ayude a potenciar su alcance de y capacidad de
destrucción nuclear..
En un mundo trasnacionalizado y altamente "interdependiente" donde las potencias
capitalistas controlan países, mercados, gobiernos y procesos políticos,
la "variable nuclear" fuera de control en países como Corea del Norte e
Irán los saca de quicio a los amos del mundo.
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China se opone a acciones
militares contra Norcorea (Foto Europa Press) |
Se trata, nada más y nada menos, que del "terrorismo nuclear" (como le
gusta decir a Bush y su pandilla de halcones), un proceso "impredecible" cuyo
curso el Imperio locomotora y sus socios no pueden determinar ni proyectar como
una variable de negociación en la ONU.
Es que Corea del Norte e Irán, con sus correspondientes programas nucleares
desequilibran el juego político-estratégico de la "disuasión nuclear" sin
llegar al desenlace militar, y ponen en el centro de la escena el peligro de un
estallido real que puede desencadenar un dominó nuclear que termine con
el planeta y el sistema capitalista.
Esta es la razón principal por la cual las potencias ingresaron en "estado
de conmoción" desde que Corea del Norte anunciara su decisión de realizar un
nuevo ensayo nuclear.
Y esto se explica por una razón principal: un solo misil nuclear coreano que
estallara en EEUU o en Europa, y más allá de que Corea del Norte fuera arrasada,
colapsaría al sistema capitalista a nivel planetario, y el efecto que
podría desatar en los mercados y en los sistemas políticos, es simplemente
impredecible.
Este punto explica porqué las potencias tratan de neutralizar y/o destruir el
programa nuclear coreano antes que desarrolle mayor potencia y capacidad de
alcance.