Las marchas masivas contra el
"fraude" se convirtieron el lunes en una guerra de guerrillas callejera de
grupos raleados que provocaban al aparato conjunto de los Guardianes y las
fuerzas policiales.
Nada significativo, sólo algunos
disparos, más heridos que muertos, y gases, muchos gases en Teherán.
El golpe "reformista" agoniza, la
disuasión "terrorista" bastó para disolver la presencia masiva de las
manifestaciones y dejar sin sustento operativo la "protesta popular contra
el fraude".
El lunes, los Guardianes consiguieron con pocas balas, su objetivo de mínima: Terminar con la foto
en continuado de las
movilizaciones masivas en Teherán.
La advertencia fue clara y por
etapas:
Primero, el sábado, el gobierno iraní
advirtió a EEUU, Gran Bretaña, Alemania y Francia, que no se inmiscuyeran
en los asuntos internos de Irán y los acusó de estar detrás del golpe
"reformista".
Segundo, el sábado, el comandante de
las fuerzas de seguridad advirtió con claridad meridiana que las
movilizaciones iban a ser reprimidas con "acciones decisivas" y dureza
extrema.
Tercero, el lunes, los Guardianes de
la Revolución, el ejército "ideológico" del régimen iraní (las fuerzas más
poderosas de la "revolución islámica") anunciaron que iban a emprender
"acciones revolucionarias" en las calles contra los golpistas.
Como "terror psicológico", con
eso les bastó para dejarle sin gente a la "revolución de los mártires" que
tenían en mente Musavi y el comando "reformista" pro-USA-UE que conduce los
hilos de la
operación "caballo de Troya" en Irán.
A Musavi, ex ministro de la
época de la guerra contra el Irak de Saddam Hussein, se le achicó el colectivo
de la rebelión por encargo.
Ya no fueron centenares de miles los
que salieron a las calles de Teherán el lunes, sino apenas un cifra que no
superaba los dos mil, según las propias usinas reformistas por Internet. El
"terror disuasivo" pudo más.
Y aunque los cronistas espontáneos
del golpismo consiguieron plasmar y difundir por Internet un video con la
primera mártir de la represión callejera, todavía no les alcanza para
venderle al mundo la "revolución de los mártires".
Y en las técnicas de guerra
psicológica, el número pesa.
No se
puede vender un "martirologio colectivo" sólo con un millar de militantes
quemando tachos de basura y tirándole piedras a la policía.
El plan con el "Tiananmen iraní" venía
diseñado de otra manera: Una multitud masacrada por los Guardianes a pleno
día, era la imaginería que diseminaba la prensa internacional en idioma
ingles, francés alemán y español.
Se olvidaron (o desconocen) que los
Guardianes de la Revolución aprendieron guerra psicológica no en un curso
acelerado por Internet, sino peleando y negociando con la CIA.
En 1976, con Komeini echaron a los
yanquis de Irán; en la década del 80 la CIA les mandó a Saddam Hussein y una
guerra con dos millones de muertos; finalmente arreglaron con Saddam, y USA se
volvió a quedar sin el petróleo iraní; en el 90 negociaron con la CIA de papá
Bush la Guerra del Golfo contra Irak; en el 2003 arreglaron con la CIA de
Bush hijo la invasión militar a Irak; en el 2006 hicieron colgar a Saddam por el
gobierno títere chií de Irak; y en el presente están nuevamente en guerra contra
EEUU y las potencias sionistas que vuelven nuevamente al ataque en una "guerra
por otras vías".
Como se puede apreciar, los
Guardianes acreditan demasiada experiencia (y no precisamente
"democrática electoral") para caer en la trampa que ésta vez la CIA le tendió
con la estudiantina "reformista" traccionando la guerra psicológica en las
calles.
Cuando se
trata de defender la supervivencia, de preservar el poder estratégico, los
Guardianes son tan "democráticos" como lo es el eje sionista USA-UE que exporta
"democracia y elecciones limpias" mientras sus ejércitos durante las 24
horas masacran "población sobrante" por todo el planeta.
Para el islamismo revolucionario de
Ahamadineyad y de los ayatolas (tanto como para sus enemigos imperiales), la
democracia es un medio, no un objetivo.
El
objetivo, para los Guardianes, es Dios y el Poder, plasmados en una sola entidad.
La democracia es una circunstancia, Dios y el Poder son la constante. Los ayatolas aprendieron,
lo que todavía no aprendieron los que confunden
la democracia (el medio) con el poder (la realidad), y creen ilusoriamente
que los procesos electorales definen el destino estratégico del sistema
capitalista.
¿Demasiado descarnada (como dicen
algunos críticos) la visión con que describimos los hechos en Irán?
Depende del lado de la trinchera que
uno se sitúe: El poder engloba todas las visiones, y así como los procesos
electorales sirven para dominar sin el poder militar, el poder militar sirve
para controlar y dominar cuando las urnas ya no sirven para dominar.
Esto es lo que está pasando en
Irán: El tiempo de las urnas y de las simulaciones "democráticas" se agotó y
estalló en las calles.
En Irán hay una guerra, solo
contenida por la farsa electoral que acaba de estallar y hacerse añicos
junto con el quiebre mediático de las reglas de juego.
Por más que celebren nuevos comicios,
por más que recuenten los votos, las urnas ya no funcionan para contener la
guerra desatada entre "fundamentalistas" y "reformistas" en Irán.
En este rincón: Ahamadineyad,
los ayatolas, y tres cuartas parte de la población más pobre y desamparada de
Irán que anda quemando banderas de Israel y de EEUU por las calles.
En este otro rincón, Musavi y
los "reformistas", un cuarto de la población iraní, que andan quemando imágenes
de Ahamadineyad y de Jamenei, preparando en las calles el escenario para que los
yanquis y la banda "occidental" aterricen nuevamente en Teherán sin disparar un
solo tiro.
Se trata de una guerra excluyente (la izquierda dice que es clasista) de dos grupos que representan
intereses antitéticos e irreconciliables, que sólo puede tener un desenlace
cuando uno termine con el otro y viceversa.
¿Qué tiene que ver el Irán antisionista y "antioccidental" de Ahmadineyad, con el Irán veladamente
prosionista y "prooccidental" de los "reformistas"?
¿Que tiene que ver el Irán,
profundamente islámico confesional, de las mayorías empobrecidas que votan por
Ahmadineyad con el Irán de las clases altas y medias opulentas cuya religión y
culto más sobresaliente es la sociedad de consumo capitalista?
En Irán
hay una guerra, no electoral, sino de supervivencia (tal vez clasista como dice
la izquierda), que sigue su curso y evolución (de lo simple a lo complejo) en
el tiempo.
Por ahora, los Guardianes y las
mayorías empobrecidas ganaron una batalla.
Pero a no sentarse sobre las bayonetas:
Del otro lado, el laboratorio imperial sigue funcionando por "otras vías".
La
experiencia de campo con el golpe "reformista" le sirvió a la CIA y al resto de
los servicios occidentales para monitorear y evaluar fortalezas y debilidades
de los Guardianes en el manejo y el control de las protestas masivas en el
marco de la guerra psicológica.
Tomado en
esa perspectiva, el golpe -por ahora- abortado de los "reformistas" le
sirvió a la CIA como globo de ensayo y testeo para las nuevas operaciones que
se avecinan a corto plazo.
Y hay algo
más que seguramente saben los Guardianes: Es muy probable que cuando los aviones de
Israel y EEUU sobrevuelen el cielo de Irán, una víbora multitudinaria de
"reformistas" comience a desplazarse por las calles de Teherán pidiendo la
cabeza de los ayatolas.
Ese es el
objetivo, y el laboratorio sionista -hasta conseguir de nuevo el petróleo iraní
- no para.
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Informes complementarios: