n el actual modelo
de enclave de la economía mundial capitalista, y de acuerdo con lo que proyectan
los expertos, EEUU y China van a jugar un rol central en una (por ahora
potencial) crisis del sistema a escala global detonada por un desenlace del
cóctel interactivo petróleo-dólar-crisis financiera USA=recesión mundial.
La crisis del crédito hipotecario
en EEUU
terminó con el boom inmobiliario e hizo temblar los mercados mundiales en
septiembre, y continúa pendiendo como una amenaza sobre el crecimiento, acompañada
de sombríos vaticinios sobre la economía global realizados por las máximas
entidades oficiales del sistema.
El dato decisivo en esta caída
generalizada de los mercados continúan siendo -según coinciden la mayoría de
los analistas- el derrumbe del dólar y la escalada de los precios del petróleo y
su impacto sobre los mercados y la economía global.
La actual crisis mundial
en desarrollo del "modelo" (que amenaza con tragarse, en primer lugar, al
Imperio capitalista estadounidense) tiene tres actores-detonantes centrales:
A) El derrumbe
del dólar (por ahora, la moneda patrón de las transacciones mundiales),
B) la
crisis subprime-financiera de EEUU (que desequilibra los mercados
mundiales),
C) la escalada de los precios del petróleo (que la mayoría de
los especialistas ve como el desencadenante clave de un proceso recesivo a escala
mundial).
En este escenario, EEUU, la principal
potencia económica-financiera imperial se encamina (y arrastra consigo a todo el
sistema capitalista) hacia lo que un conjunto de analistas denomina
estanflación (recesión con inflación), cuyo pronóstico (todavía en estado
larval) lo viene vaticinando la propia Reserva Federal de EEUU con sus anuncios
de que habrá una reducción del crecimiento de la economía estadounidense con
posibles brotes inflacionarios.
Y hay, por lo menos, dos
explicaciones centrales de porqué una agudización de la crisis económica-monetaria en EEUU
puede arrastrar al resto de las economías a nivel planetario:
A) En el actual modelo globalizado de
economía mundial EEUU es el principal comprador y consumidor de
productos y recursos energéticos,
B) la economía mundial capitalista
está "dolarizada" (el dólar es la moneda patrón de todas las
transacciones comerciales y financieras a escala global).
Estos dos factores centrales explican
porqué cualquier oscilación o desequilibrio económico-financiero que tenga a
EEUU como protagonista, impacta y se esparce inmediatamente por todo el
"sistema".
En el actual pronóstico
sombrío de la economía imperial estadounidense coinciden instituciones
madres del actual sistema económico-financiero como la Fed estadounidense, el
Banco Mundial, el FMI, así como los bancos centrales de Europa y de Asia, que
ven en la confluencia crisis hipotecaria-derrumbe del dólar-escalada de los
precios del petróleo, el detonante central de un (por ahora potencial)
proceso recesivo del capitalismo a escala mundial.
El tablero de desarrollo de la economía mundial capitalista vigente,
que derrama ganancia y concentración de riqueza en pocas manos (con su
contrapartida de pobreza y exclusión social masiva), tiene tres motores
centrales:
A) El eje agro-energético minero exportador (países
"emergentes" exportadores de materias primas, con América Latina a la cabeza), B)
el eje industrial exportador (países
asiáticos exportadores industriales con China e India a la cabeza ), y C)
el eje especulativo financiero-importador (EEUU, UE y países
centrales que importan y consumen la mayoría de los bienes y
servicios), que se expresa en la descomunal transferencia de ganancias y
recursos desde los países emergentes a los países imperialistas dominantes.
La
ecuación del "modelo" se puede resumir así: Los países
"emergentes" alimentan de materias primas a la "gran fábrica"" asiática, y la "gran
fábrica" asiática, a su vez, los alimenta de productos y de dólares, que luego (por el consabido proceso de apropiación
imperial-capitalista) son trasferidos a la maquinaria financiera-capitalista
de los países centrales donde se generan las "burbujas" y las "crisis" que
luego se proyectan a todo el modelo globalizado de economía capitalista.
Todo este proceso se posibilitó
por un sistema de economía de enclave de las trasnacionales que terminó con
los controles de los estados nacionales, dividió el planeta entre
productores de materias primas (países emergentes) y
fábricas globales con mano de obra barata (China y Asia) , que
terminó socializando la producción pero no así el reparto de lo producido, creando
súper-concentración de riqueza, fortunas personales y activos
empresariales en pocas manos, que son reciclados en el
gran supernegocio del capital-especulativo en los
países centrales (EEUU, Unión Europea y Japón) concentrado
ganancias siderales en las bolsas y fondos de inversión de los países centrales
(la "burbuja").
China y el efecto dominó de la crisis USA
En este proceso de feed back (ida y
vuelta) de la economía mundial, EEUU y la Unión Europea (potencias
regentes del sistema imperial capitalista) cumplen el rol de "principales compradores"
de bienes producidos (además de que también son exportadores centrales),
mientras que China, India y los países asiáticos cumplen el rol de
"principales vendedores" de bienes producidos (además de ser
importadores centrales de materias primas y petróleo).
En el centro del modelo
imperial-económico globalizado , y a modo de protagonistas centrales, se
encuentran EEUU (el principal comprador mundial), y China (el principal vendedor
mundial), cuyas economías entrelazadas se proyectan como claves y
dominantes en el funcionamiento de todo el sistema capitalista a escala global.
Una crisis
recesiva (detención del crecimiento) de la economía de EEUU con devaluación del
dólar, produciría el siguiente impacto básico (por efecto dominó) en
actual modelo económico global:
A) Con un proceso recesivo de su
economía y un dólar devaluado, EEUU (el principal comprador de la "gran
fábrica" asiática) reduciría drásticamente sus compras a China,
B) como impacto inmediato, la
economía china también ingresaría en un proceso recesivo (detención del
crecimiento) que la obligaría a reducir sus importaciones de materias primas y
de petróleo,
C) la reducción en la importación de
materias primas y de petróleo por parte de China (el principal importador
mundial) impactaría en las economías de Rusia y de los "países emergentes"
(los principales exportadores de petróleo y de materias primas a China) que
también podrían ingresar en un proceso recesivo.
Como se sabe, EEUU es el principal
comprador de productos chinos, y el gigante asiático, a su vez, es el principal
importador de petróleo y materias primas de los "países emergentes", con lo que
se puede deducir que si el Imperio estadounidense (en proceso recesivo) reduce sus compras,
el impacto se va a proyectar inevitablemente en una crisis de China proyectada a
los "países emergentes".
Esta crisis, por efecto dominó, de la
economía mundial con origen en EEUU (la economía central del sistema
capitalista), se proyectaría inmediatamente a las bolsas y a los mercados
globalizados del dinero ( la "pata financiera" del modelo) completando el
ciclo del derrumbe del actual modelo de economía capitalista a escala global.
Además de la recesión económica
generalizada a escala global, el derrumbe del modelo rompería el equilibrio
de la "gobernabilidad" política y desataría una ola de conflictos
sociales y sindicales a escala mundial que afectaría por igual tanto a EEUU
y a las potencias centrales como a los países "emergentes".
Las autoridades monetarias de EEUU y
Europa, así como los principales
analistas y
voceros periodísticos del sionismo financiero (como The Wall Street Journal, The
Economist y The Financial Times) ven
en la caída del dólar estadounidense, y en su inter-relación con la suba de los
precios del petróleo, un elemento clave para la ruptura (proceso recesivo con
detención de la producción y de los márgenes de rentabilidad) del actual modelo
de desarrollo y "crecimiento capitalista" a escala global
.A su vez, la mayoría
de los analistas del sistema estiman que dentro de las variables que impulsan
hacia arriba los precios del petróleo y la energía (vitales en el proceso de
desarrollo de la economía mundial), un estallido armado de cualquiera de los
conflictos geopolíticos y militares que acechan a Medio Oriente y Asia (Irán
en primer término) puede disparar el crudo a niveles nunca vistos.
Lo que a su vez detonaría un
derrumbe generalizado de los mercados mundiales, precipitando el estallido de
una recesión mundial con despidos masivos de empleados y trabajadores en
todo el planeta.
El dominó global del petróleo
Además de la crisis recesiva en EEUU,
el otro "gran peligro" que acecha al actual modelo de economía
capitalista es la escalada de los precios del petróleo y la energía que
también amenazan con desencadenar un efecto dominó de derrumbe económico a
escala global.
El petróleo, el motor de los motores
de la economía mundial, reviste una importancia estratégica excepcional
para el equilibrio (o la ruptura) del actual modelo de acumulación
capitalista motorizado desde las sociedades de consumo niveladas
planetariamente.
El petróleo es el elemento clave y (el motor de todos los motores) para mantener una ecuación
equilibrada del "modelo" de explotación capitalista vigente que tiene en
el boom de las exportaciones de materias primas controlado por las
trasnacionales en los "países emergentes" (pagando salarios africanos y eludiendo
impuestos), y en el boom industrialista de los mercados asiáticos
controlado por las trasnacionales (pagando salarios africanos y eludiendo
impuestos) y en la "burbuja financiera" controlada por los grandes
consorcios financieros sionistas (desde la Reserva Federal y los bancos
centrales europeos y asiáticos), sus motores de crecimiento y expansión a escala
global.
En suma, y según la visión de los
expertos en Wall Street, la conjunción del "dólar débil" y del incremento en la
demanda, alimentan la escalada del precio del petróleo (el motor de las
economías centrales y emergentes) con el consecuente peligro de desatar un
proceso inflacionario con retracción de la economía y del consumo a escala
global.
Y hay una primera lógica que lo explica: China y los "tigres asiáticos" (la "gran
fabrica" del modelo industrial-capitalista globalizado) se alimentan de
petróleo.
Los
países "emergentes" productores y exportadores de materias primas, incluidos el gas y el "oro
negro" (los que nutren de energía y de materia prima a la "gran fábrica"
asiática) se alimentan de petróleo.
Los
países centrales capitalistas (los grandes consumidores y beneficiarios
económicos-financieros del "modelo") se alimentan de petróleo.
En la
energía (básicamente petróleo, gas y derivados del petróleo) se encuentra la
clave que mueve los centros vitales de producción, elaboración y transporte
de todo lo que fabrica y consume el planeta nivelado por este modelo de
"globalización" económica capitalista
En lo inmediato -señalan
especialistas-, varios factores adicionales, como un posible desenlace de
conflictos armados en Medio Oriente y el Kurdistán iraquí, podrían
incrementar a niveles inéditos el proceso de escalada en los precios del petróleo,
sumándose al incremento de la demanda por baja de las reservas .
Todos los expertos coinciden en que
el precio del petróleo bordeando los US$100 el barril -la semana pasada superó
los US$99- es un factor clave para desatar un proceso inflacionario a escala
global y resulta un
freno para el crecimiento económico de EEUU, el principal comprador de energía
de todo el planeta.
La preocupación, según The Wall Street Journal, es que el inmenso castillo
financiero construido sobre los cimientos del mercado de bienes raíces podría
derrumbarse, lo que desaceleraría la economía estadounidense con un efecto
dominó recesivo sobre la economía global, tal como lo vienen anticipando el
FMI, la Reserva Federal y el Tesoro norteamericano, además de las autoridades
monetarias y principales gurúes (Greenspan, entre ellos) de los países
centrales.
Sí estas "turbulencias" en los
mercados bursátiles se juntan con la escalada de los precios del petróleo, la
baja del dólar, y un desenlace de los conflictos militares latentes, se
pueden convertir en dinamita recesiva para la economía mundial liderada por el
Imperio estadounidense.
A su vez, la repercusión más
inmediata de la suba récord de los precios del petróleo -según los expertos-
puede ser una escalada mundial de los precios de los alimentos de consumo
diario, esenciales para la supervivencia, debido a la alta incidencia de los
combustibles en sus costos, principalmente en el sistema de producción y
comercialización y en el transporte.
La suba de los alimentos de consumo
esencial, a su vez, actúa como principal disparador de la tasa de inflación y
del consecuente proceso de recesión económica que conlleva lo
que los expertos denominan estanflación.
El
factor dólar débil-petróleo alto
Según el diario The Wall Street Journal,
la contracara de la "burbuja" especulativa que comienza a desarrollarse
en los mercados emergentes producida por fondos que huyen de la crisis
financiera de los países centrales, es el
debilitamiento del dólar que amenaza con seguir disparando el precio del
petróleo.
Debido a que la mayoría de los commodities, incluyendo el petróleo, se cotizan en dólares, y a los productores
se les paga en esa moneda, los precios de las materias primas aumentan a
medida que el dólar se deprecia.
El factor dólar débil-petróleo alto
afecta en primer término a las "economías centrales" de EEUU y Europa, y se
cierne como un fantasma sobre China, la llamada "fábrica del mundo", y
mayor demandante global de petróleo y materias primas, que empieza a
experimentar los primeros síntomas inflacionarios-recesesivos en su economía.
A su vez, el derrumbe
del dólar estadounidense puede conducir a una (cada vez más definida) "desdolarización"
de la economía mundial y de las transacciones económicas-financieras hoy regidas
globalmente por la divisa estadounidense,
C
omo
consecuencia más inmediata, ante un dólar débil (la moneda de
transacción comercial del petróleo) los productores (para mantener sus
ganancias) seguirán -según los especialistas- aumentando los precios con el peligro de desatar un
proceso inflacionario con retracción
(recesión) de la economía y el consumo a escala global.
En este escenario, con EEUU en proceso de
una "recesión anunciada" (todavía en estado larval), con la crisis financiera-subprime
pendiendo como una espada de Damocles y con el precio del crudo a punto de
cruzar la barrera de los US$100, los países productores de petróleo
ya estudian cómo desprenderse de su histórica dependencia a la
divisa estadounidense y decretar su funeral como "moneda de transacción petrolera".
Pero la "dolarización" que rige el
actual modelo de economía capitalista globalizada lleva a que las reservas de
las principales potencias capitalistas estén atadas a la divisa estadounidense,
y que desprenderse de ellas implique un riesgo de descalabro financiero,
no solamente para EEUU, sino para todo el sistema capitalista en su conjunto.
Como ejemplo baste citar que las
reservas de China (la economía clave junto a la de EEUU) superan al billón de
dólares, más del 22% del total mundial , y si el gigante asiático decidiera
desprenderse del dólar generaría una
conmoción de consecuencias impredecibles en el sistema monetario internacional
que impactaría con dureza en el actual modelo capitalista mundial, y podría conducir a su
propia desaparición junto a la de EEUU.
La actual decadencia de la divisa
norteamericana hace que la moneda china se revalúe frente al dólar
haciendo menos competitivas sus exportaciones (principalmente a EEUU) y
generando temores de recesión, por lo que las propias autoridades chinas
intentan medidas para mantener un equilibrio razonable en sus reservas.
De la misma manera, las autoridades
monetarias de la Unión Europea (el otro "gran comprador" de China) ya han
lanzado un alerta roja y una advertencia del riesgo que conlleva la apreciación
del euro frente al dólar que podría conducir a una recesión en cadena de la
economía europea, ya impactada por la crisis subprime-financiera y los altos
precios del petróleo.
Y
la conclusión (teniendo en cuenta que todas las economías, incluida la de Rusia,
están atadas al dólar) es que si las potencias decidieran "desdolarizar" sus
reservas y convertirlas a otra moneda estallaría, en primer término, el sistema
económico-financiero del Imperio norteamericano (la economía regente del sistema
capitalista) que arrastraría tras de sí al resto de las economías del mundo
capitalista "globalizado".
Y como el sionismo financiero que
controla la economía imperial estadounidense (con base central en Wall Street,
la Reserva Federal y los bancos centrales de Europa y de Asia), es el
mismo que controla las economías de China y la Unión Europea, ya está en marcha
un operativo montado desde los grandes centros del "capitalismo sin fronteras"
para salvar al dólar, antes de que arrastre en su caída a todo el sistema.
En resumen, de los tres
factores que podrían conducir al estallido de un anunciado dominó de
crisis capitalista a escala global (cóctel dólar-petróleo-crisis
financiera), sólo el cóctel interactivo conflicto militar-petróleo-crisis
financiera= recesión global entraña un peligro cierto y de difícil control
para EEUU (la potencia regente) y el resto del sistema capitalista.
El verdadero peligro que hoy amenaza
la existencia del Imperio norteamericano, y de todo el sistema que lo sostiene
no es el dólar (al dólar lo controlan cuando quieren), sino la conjunción
explosiva Irán-petróleo-crisis financiera = recesión mundial.
La "gran amenaza" no proviene
de la dinámica económica-financiera (siempre se juntan para controlarla) sino de
la dinámica conflicto militar + petróleo + recesión mundial = descalabro económico y
caos social extendidos por todo el planeta capitalista "globalizado".
Y hay una explicación lógica: EEUU y
el sistema capitalista (metidos en el mismo barco) solo se van a hundir
cuando pierdan el control. Y con el ataque a Irán, pueden empezar a
perderlo.
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(*) Manuel
Freytas es periodista, investigador y analista, especialista
en inteligencia y comunicación estratégica. Es uno de los
autores más referenciados de la red.
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