(IAR-Noticias) 24-Octubre-07
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En un escenario de "dólar débil" y crisis financiera
residual en los países centrales, con emigración de los
capitales especuladores y reproducción de la "burbuja
financiera" en los mercados emergentes, los precios del petróleo
se dispararon el pasado viernes 19 hasta alcanzar US$90 el barril, un
cóctel peligroso que ya amenaza con desatar un proceso
inflacionario
con recesión de la economía y el consumo a escala global. Los
distintos frentes de conflicto militar a su vez alimentan y
potencian un desenlace de crisis mundial previsible.
Informe especial
IAR Noticias
Mientras crece la amenaza de una invasión del ejército turco al
norte petrolero iraquí, y se agudiza la tensión en
el Medio Oriente entre EEUU e Irán, con distintos focos de conflicto que tienen
como actores centrales a Rusia, China y la UE, con un dólar debilitado y
pronósticos ascendentes de recesión mundial por parte del FMI, la Reserva
Federal y el Tesoro de EEUU, el petróleo se disparó el viernes a un
récord por encima de los 90 dólares el barril.
Según los expertos, el avance del petróleo -en el que los futuros negociados en
EEUU han marcado máximos históricos en seis jornadas consecutivas- se ha visto
alimentado por el
fuerte debilitamiento del dólar, factor que ha dado soporte al aumento de
todas las materias primas denominadas en dólares, incluido el petróleo.
"El dólar se debilitó más, lo que alentó algunas inversiones en el petróleo como
una (forma de) cobertura contra el retroceso del dólar", dijo a Reuters
David Moore, estratega de materias primas del Commonwealth Bank of Australia.
La moneda estadounidense cayó el viernes a un mínimo histórico frente al euro,
y, de acuerdo con los especialistas, la debilidad del dólar ha hecho que
el petróleo se convierta en una inversión más atractiva para los
especuladores.
L a
crisis inmobiliaria de EEUU forzó en septiembre a la Reserva Federal a
recortar las tasas de interés de corto plazo, lo que produjo como resultante que
los capitales especuladores abandonaran los bonos del Tesoro de EEUU y
comenzaran a refugiarse en los llamados "mercados emergentes".
Christopher Wood, un analista de la
firma CLSA Group, escribia (y anticipaba) a comienzos de agosto que "así
como las acciones tecnológicas estadounidenses y después el financiamiento
inmobiliario fueron los beneficiarios de la reducción de tasas de la Fed
(después de 1998), ahora los activos de los mercados emergentes serán los
probables beneficiarios de una burbuja creada por el venidero alivio que dará la
Fed".
Una de las razones clave que explica
por qué los mercados emergentes se han vuelto tan "atractivos" es el
sólido "crecimiento" de sus economías y de las ganancias empresariales (que en
los países emergentes no se traduce en un reparto equitativo de la riqueza, y
genera, como contrapartida, más pobreza y concentración de riqueza en pocas
manos como lo demuestran los ranking de Forbes).
Según el diario The Wall Street Journal,
la contracara de la "burbuja" especulativa que comienza a desarrollarse
en los mercados emergentes producida por fondos que huyen de la crisis
financiera de los países centrales, es el
debilitamiento del dólar que amenaza con seguir disparando el precio del
petróleo.
Debido a que la mayoría de los
commodities, incluyendo el petróleo, se cotizan en dólares, y a los productores
se les paga en esa moneda, los precios de las materias primas aumentan a
medida que el dólar se deprecia.
El debilitamiento del dólar también
provoca otro efecto: para los exportadores de petróleo, significa que los
dólares que reciben valen menos cuando los convierten a otras monedas.
En este escenario de dólar débil y escalada en los precios del
crudo, mayor es la probabilidad de que disminuya el crecimiento de la
economía global y el consumo, tal como lo vienen anticipando el FMI, la
Reserva Federal y el Tesoro norteamericano, además de las autoridades
monetarias y principales gurúes (Greenspan, entre ellos) de los países
centrales.
Según The Wall Street Journal, c omo
consecuencia más inmediata, ante un dólar débil (la moneda de
transacción comercial del petróleo) los productores (para mantener sus
ganancias) seguirán aumentando los precios con el peligro de desatar un
proceso inflacionario con retracción
(recesión) de la economía y el consumo a escala global.
"Sospecho que la depreciación del
dólar es ciertamente un agente que está presionando los precios del petróleo al
alza", observa George Magnus, asesor económico del banco suizo UBS en Londres
citado por The Wall Street Journal.
En lo inmediato -señalan
especialistas-, varios factores adicionales, como un posible desenlace de
conflictos armados en Medio Oriente y el Kurdistán iraquí, podrían
alimentar un proceso de escalada en los precios del petróleo, agregándose al
incremento de la demanda por baja de las reservas.
Las reservas de crudo están hoy en
niveles mucho más bajos que hace un año y los incentivos de mercado para
almacenar petróleo en caso de que surjan problemas de abastecimiento se han
evaporado, según los especialistas y la propia OPEP.
En suma, la conjunción del "dólar
débil" y del incremento en la demanda, alimentan la escalada del precio
del petróleo (el motor de las economías centrales y emergentes) con el
consecuente peligro de desatar un proceso inflacionario con retracción
de la economía y del consumo a escala global.
Y si, tal como está previsto, se
desata un proceso
inflacionario con retracción de la economía y del consumo
a escala global,
con los precios del crudo como detonante, van a estallar
los mercados globales capitalistas con los conflictos
sociales y gremiales como protagonistas centrales.
En suma, un cóctel explosivo con el
petróleo y los conflictos militares como detonantes del
"peor de los escenarios".
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