egún la CIA, ninguna operación
secreta se escribe en el boletín oficial, y según los expertos, todas las
operaciones con el "terrorismo" tienen a EEUU como beneficiario principal.
Según el sentido común,
juntando los titulares sueltos de la prensa internacional, ordenando el caos
planificado de la "información", se pueden descubrir cosas maravillosas. Por
ejemplo, que nada es producto de la casualidad.
La cadena CNN reveló el miércoles un
"documento oficial secreto", de cinco páginas, advirtiendo sobre la
"vulnerabilidad" de EEUU frente a un nuevo ataque terrorista de Al Qaeda,
organización que -según el informe- se encuentra fortalecida y es aún "más
peligrosa" después de los atentados del 11-S en Nueva York y Washington.
La revelación es simultánea a una
serie de hechos encadenados en Europa, Africa y Asia que tienen al "terrorismo
islámico" como protagonista fundamental.
El documento de cinco páginas,
difundido por la CNN y rebotado por todas las cadenas estadounidenses, elaborado
para la "exclusiva lectura de altos funcionarios y políticos estadounidenses",
ratifica la advertencia que el secretario de Seguridad Interior Michael Chertoff
formuló el miércoles sobre la persistente "vulnerabilidad de Estados Unidos
ante un posible ataque terrorista".
Según el informe, "la organización terrorista Al Qaeda se encuentra fortalecida
y es ahora más peligrosa que durante los atentados del 11 de septiembre de 2001.
La prensa y los analistas
estadounidenses (como ya es su costumbre cuando la Casa Blanca lanza una
maniobra mediática con Al Qaeda) reaccionaron con "sorpresa" ante la
revelación oficial y solo se limitaron a difundir los párrafos sustanciales del
documento.
El 11-S en EEUU, el 11-M en España,
y el 7-J en Gran Bretaña demostraron que ante los hechos terroristas consumados
de Al Qaeda, el sistema, las autoridades del mundo se quedan sin respuesta.
Luego del 11-S en EEUU, el 11-M en
España, y el 7-J en Gran Bretaña, ningún analista del sistema se atreve a
explicar masivamente este nuevo tipo de inteligencia estratégica con el
terrorismo (una metodología que ya es estadística y verificable), en primer
lugar porque
ningún medio lo publicaría, y en segundo porque estas estrategias
mediáticas-terroristas son calladas hasta por los propios adversarios de Bush.
Dando veracidad a la versión oficial
del "peligro acechante", el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry
Reid, afirmó tras conocer el informe que el fortalecimiento de Al Qaeda no es en
realidad ninguna sorpresa, sino consecuencia de la " testaruda" determinación
del presidente George W. Bush para desplegar una enorme fuerza militar en Irak.
Las extrañas "coincidencias"
Y
como también ya es cíclico y estadístico, la revelación del documento secreto
recreando la "amenaza Al Qaeda" "coincidió"
(casualmente) con el sangriento asalto final a la "mezquita terrorista"
de Pakistán, y con una nueva aparición del "segundo de Bin Laden" advirtiendo
del comienzo de una nueva "guerra santa" contra EEUU y Occidente.
El "número dos" de la red terrorista
Al Qaeda, Ayman al Zawahiri, hizo ayer un llamamiento a los paquistaníes a para que
se unan a la guerra santa (o Yihad) contra el régimen del general Pervez
Musharraf en venganza por el asalto a la Mezquita Roja de Islamabad, donde
líderes islamistas radicales retuvieron durante una semana a cientos de
personas.
Y otra "extraña coincidencia":
La ola de "amenazas terroristas" en Gran Bretaña y Europa de la semana
pasada, el atentado terrorista en Yemen, las falsas amenazas en España,
la masacre en la mezquita islámica de Islamabab, las advertencias de Bush
y de Brown (el sucesor de Blair) sobre un "plan terrorista" de Al Qaeda
en EEUUU y Gran Bretaña, y tres apariciones, en una semana del "segundo
de Bin Laden" amenazando con atentados a los "enemigos del Islam" en el
mundo, coinciden con el anuncio del Pentágono del despliegue frente a las
costas de Irán de un tercer grupo de ataque aeronaval encabezado por
el portaaviones Enterprise, la más poderosa fuerza nuclear móvil de EEUU.
Estos hechos y apariciones
encadenadas, son simultáneos a la vez, a una convocatoria de la ONU a los
gobiernos europeos para reforzar la colaboración continental en la "guerra
contraterrorista" y al anuncio que va formular este jueves el presidente de
Pakistán, Pervez Musharraf, sobre el comienzo del "combate contra el terrorismo"
en toda la geografía del país.
Sucesos, encadenamientos
internacionales, que las grandes cadenas mediáticas sionistas presentan como
"información suelta" y desvinculada entre sí, con titulares que el lector o
el televidente masivo-ignorante mira con aburrimiento o con un gesto de
"más de lo mismo".
Sin conectar el
porqué y el para qué con los beneficiarios de las operaciones con el "terrorismo
internacional", las grandes agencias
y cadenas internacionales se encargan de difundir por todo el planeta, y como si
fuera una novela de espionaje, versiones, trascendidos, comunicados,
cartas, videos con amenazas, "información secreta" sobre grupos
terroristas, "revelaciones" de apariciones o atentados por tal
o
cual lado, cuya usina matriz, en la mayoría de los casos, se encuentra en los
sótanos de planificación de la CIA o del resto de la estructura de inteligencia
norteamericana, inglesa, francesa o israelí.
De esta
manera se lanzan las operaciones psicológicas con
el miedo al terrorismo,
cuyos resultados luego son analizados y procesados, como si fuera una campaña de
publicidad, por expertos en inteligencia en todo tipo de disciplinas relacionadas con la
manipulación de conducta social con fines políticos.
Toda
esta compleja trama, recreada las 24 hs. del día por los medios internacionales,
y "rebotada"
inocentemente hasta por el último periodiquito regional, da como
resultante la
psicosis terrorista
que en estos momentos se extiende nuevamente desde Europa y EE.UU. hasta el último rincón
del planeta.
En la
lógica política y militar (despojada de toda connotación emocional o ideológica), el terrorismo es un
arma de combate.
Un instrumento militar de
destrucción o de
disuasión
utilizado con fines bélicos o políticos, y cuyos contenidos y emergentes depende
de quien lo utilice, y para qué
lo utilice.
El
resultado de las "acciones
terroristas", una vez
concretadas como en el 11-S, el 11-M o el 7-J, sólo
se pueden mensurar y evaluar mediante una
aproximación por descarte al
"beneficiario" y al "perjudicado",
hablando en términos de objetivos políticos, sociales o militares.
Recordar: las
operaciones terroristas no se anuncian en el boletín oficial de la CIA,
y la prensa internacional
sólo publica aquellos rumores
o información interesada manipulada con la finalidad de testear o
sondear previamente reacciones sociales e internacionales ante una
determinada operación en fase preparatoria para su realización.
Sólo queda
relacionar los hechos con el beneficiario principal de todas las
operaciones mediáticas y militares que se están desarrollando simultáneamente
con el "terrorismo islámico" en todo el Planeta.
Y ahí es donde
aparecen los dientes nucleares del Enterprise apostado frente a las costas de
Irán.