(IAR-Noticias) 26-Mayo-07
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El primer ministro de Israel Ehud Olmert |
El Estado sionista de Israel y sus fuerzas de aire y de tierra han cumplido el
noveno día de una nueva operación militar represiva en Gaza, donde ya han
asesinado a 38 palestinos, y ejecutado (por medio de los "asesinatos
selectivos") a varios militantes y dirigentes de la resistencia palestina,
consumando, el jueves, un broche de oro con la detención en masa de 33
funcionarios del movimiento Hamás, entre ellos un ministro y varios diputados,
en una inmensa redada en Cisjordania. No obstante la ferocidad represiva
desatada nuevamente sobre Gaza, con bombardeos continuos durante las 24 horas,
el mando militar judío no pudo conseguir su objetivo de máxima: paralizar los
ataques de cohetes palestinos en las ciudades fronterizas israelíes,
principalmente en Sderot, donde ya reina el pánico y el caos con directa
repercusión en la estabilidad del gobierno de Olmert, como se sabe, en crisis
terminal.
Informe especial
Este cuadro de
situación, definido por la impotencia de las fuerzas judías
para neutralizar el accionar, también contínuo de la
resistencia palestina (que abandonó la lucha interna y se
unificó frente al ataque israelí) ha creado un nuevo estado de
fracaso en la derecha militarista israelí, cuyos dirigentes,
como ya lo dijo públicamente el ministro de Defensa, el sionista
Peretz, "se muerden los labios" para no hablar de una nueva
invasión.
Sin que nadie lo
diga, en Israel, a medida que pasan las horas, se respira
una especie de nueva derrota militar de "baja intensidad"
(comparada con la de Líbano) que con el correr de las horas
empieza a impactar cada vez más entre la dirigencia política y los
medios de comunicación aquejados por el síndrome de la derrota
frente a Hezbolá.
Resumiendo el estado
de ánimo del sionismo internacional,
la
cadena británica BBC dijo el jueves que muchos observadores coinciden en que el primer ministro
israelí, Ehud Olmert, se encuentra ante la disyuntiva de responder a los cohetes
palestinos y el temor de reocupar Gaza, territorio que evacuó militarmente en
2005.
También la cadena
británica destacó la similitud (y la extraña "coincidencia") de
la detención en masa de dirigentes de Hamás, con la redada
realizada en junio del año pasado, horas antes de que las tropas
del Estado judío se lanzaran nuevamente sobre el territorio de
Gaza.
En junio del 2006, luego de la retención del soldado
israelí Gilad Shalit por militantes palestinos, varios
miembros de Hamás fueron arrestados, entre los cuales se
encontraba el líder del parlamento, Abdel Aziz Duwaik.
En aquel entonces al igual que hoy, también lo
que sucedía en el vecino Líbano distrajo a los medios de los
arrestos imprevistos, y hasta ahora aquellos detenidos no
han sido liberados, ni tampoco
sentenciados en
un tribunal considerado imparcial.
Mientras tanto, los ataques aéreos contra objetivos en la Franja de Gaza,
las redadas y las operaciones de "asesinatos selectivos" continúan sin cesar y son justificados por Israel como
medida para prevenir el lanzamiento de cohetes hacia su
territorio.
El jueves, finalmente
el gobierno derecho-sionista de Olmert caratuló la nueva
ofensiva represiva como una guerra contra el "terrorismo
institucional" de Hamás, aunque esta organización haya
accedido al gobierno por medio de elecciones limpias.
El ministro de Defensa de Israel, Amir Peretz
(tan desgastado y desprestigiado como Olmert) , aseguró que las
detenciones son mejores que los disparos para contener el
lanzamiento de cohetes y que representan un mensaje claro a los
palestinos. Para la cancillería israelí, incluso es "legal"
realizar estos arrestos.
"Desde el punto de vista legal, no hay ningún problema. Hamás es
una organización terrorista, no sólo bajo las leyes israelíes,
sino también las europeas, canadienses, estadounidenses y
australianas", sostuvo Mark Regev, portavoz de la cancillería
israelí.
"Y desde el punto de vista pragmático, estas tácticas han
funcionado en el pasado. Esta clase de presión ayudará a que se
produzca un cese el fuego", agregó Regev a la BBC.
La cadena recordó que Israel es un poder de ocupación con
obligaciones bajo la Convención de Ginebra, y que Hamás fue
electo en comicios consideradas limpios por los observadores
internacionales.
Mustafa Barghuti, que no pertenece ni a Hamás ni a Al Fatah,
y que fue intermediario entre ambas facciones antes de ser
nombrado ministro de Información palestino en el gobierno de
unidad nacional, dijo que
"Israel está destruyendo sistemáticamente a la Autoridad
Palestina, un grupo tras otro. Hay ahora 42 miembros del
parlamento en la cárcel y 31 líderes electos de los municipios
detenidos. Y ahora el primer ministro dentro del gobierno de
unidad nacional está en la cárcel", indicó Barghuti a la BBC.
Y lanzó una advertencia
: "Estamos urgiendo a toda la
comunidad internacional a actuar inmediatamente o de otro
modo esto podría ser el fin de los acuerdos existentes y el fin
de la Autoridad Palestina. El mundo tiene que ver la realidad.
Israel está volviendo a imponer una ocupación militar total
en los territorios ocupados", concluyó Barghuti .
En las últimas horas,
luego de detener a los 33 funcionarios del movimiento Hamás, el
Ministerio de Defensa israelí anunció que continuarán los
ataques aéreos en la franja de Gaza, que ya llevan nueve
días, en represalia por los disparos de cohetes palestinos.
En una de sus últimas
operaciones, la aviación israelí falló en un intento por
asesinar con un misil al primer ministro del gobierno palestino, y
líder de Hamás, Ismael Haniyeh, según fuentes
palestinas citadas en una información de último momento de las
agencias internacionales.
Simultáneamente, la resistencia palestina (que
cambió el enfrentamiento interno por el ataque a Israel)
iniciaba una nueva jornada de lanzamiento de cohetes contra
ciudades israelíes fronterizas.
Como respuesta a la
nueva masacre israelí, los jefes militares y líderes de la
resistencia palestina juraron tomar venganza contra el Estado de
Israel, mientras se incrementa el lanzamiento de cohetes Al-Kasam contra las ciudades israelíes que han ingresado en un
estado de pánico y huida de sus habitantes.
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Los
cohetes palestinos producen caos en ciudades israelíes y generan la
principal fuente de crisis y desgaste al gobierno de Olmert. |
El "talón de
Aquiles"
Como ya le sucedió durante el genocidio aéreo y las operaciones
terrestres en Líbano, de julio y agosto del año pasado, el
gobierno de Olmert comienza a ser acorralado por la
derecha opositora, por el "sionismo de izquierda" (políticos
e intelectuales "progresistas") y por los medios de
comunicación que se hacen eco de la paranoia que viven las
ciudades israelíes acosadas día y noche por los cohetes
palestinos que ya han causado un muerto y decenas de heridos.
Como se sabe, la principal fuente de desgaste del gobierno de
Olmert, el "talón de Aquiles" que aqueja a los halcones
militares de Tel Aviv, son los cohetes que caen en las
ciudades israelíes fronterizas generando caos y paranoia,
alimentados aún más por los medios de comunicación y por la oposición política
en Tel Aviv.
El mismo problema que tuvieron con Hezbolá en Libano, lo
tienen con Hamás y las otras organizaciones rebeldes en Gaza,
por lo tanto, ese es el foco del conflicto permanente que
aqueja a Olmert y su gobierno desgastado por una crisis,
también permanente.
El temor del estado
mayor militar israelí -señalaban medios israelíes el
martes- es que al accionar permanente de los cohetes Al -Kasam, se
agregue una ola de atentados suicidas palestinos que
completarían un cuadro de caos y paranoia social difícil de
contener en Israel.
El martes 22 la inteligencia
israelí reveló que espera una cadena de atentados suicidas palestinos en
respuesta a la ofensiva de las tropas judías en Gaza, mientras el gobierno
ordenaba el bloqueo de los territorios palestinos y se implementaban operativos
preventivos en las principales ciudades israelíes.
Estos capítulos
secuenciales, van describiendo con claridad sobre el terreno, el fracaso de la nueva operación lanzada por Israel
para destruir y desmantelar el aparato militar de la resistencia palestina y detener la ola de cohetes que azotan las
ciudades israelíes y desestabilizan (aún más de lo que está)
al gobierno de Olmert, a quien los tiros le siguen saliendo por
la culata.
Y este es el momento
cuando los expertos (incluidos analistas del sionismo
estadounidense y europeo) temen lo peor: Que los halcones
militaristas de Tel Aviv saquen de la mano su clásica estrategia
de "huir hacia adelante" lanzando otra invasión militar a
gran escala en Gaza, y se dejen de "morder los labios" (como
dice Peretz) para anunciarla públicamente.
La BBC
británica dijo en voz alta lo que ya es vox populi entre
los analistas de las cadenas estadounidenses: El gobierno de
Olmert se debate en la disyuntiva de invadir y reocupar Gaza,
o perecer en la vorágine de los cohetes palestinos que
aterrorizan y siembran el caos en las ciudades israelíes.
Y aunque vayan
nuevamente al fracaso y a la derrota, a los halcones sionistas
no les queda otra.
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