(IAR-Noticias) 05-Octubre-07
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Chavez - Ahmadineyad: la "cumbre de los
villanos" en Caracas |
La fugaz cumbre Chávez-Ahmadineyad, en Caracas, adquiere dimensión y significado
propio dentro del escenario de crisis global por el que atraviesan los mercados
financieros capitalistas, marcados por dos patrones centrales: Petróleo y guerra
en Medio Oriente. Petróleo es guerra, y guerra es petróleo, si hay guerra va
escasear y a subir el petróleo, y si sube el petróleo (si traspone la barrera de
los US$100) se agigantan las probabilidades de que estalle una recesión mundial
generalizada, y de que el fin de la "burbuja ganancial" en las bolsas
(posibilitada por el eje "industrialista" asiático y el eje
"agro-minero-exportador" de América Latina y mercados emergentes) termine con la exhuberancia inflada de las
"economías en crecimiento", y explote como una bomba nuclear sobre el sistema
capitalista sionista, paralizando su maquinaria de especulación financiera a
escala planetaria.
Petróleo y guerra en Medio Oriente, factores complementarios de un desenlace
cercano, que tiene a Chávez y a Ahamadineyad, los dos hombres que este jueves se
abrazaron en Caracas, como actores centrales.
Ambos, usan el petróleo como instrumento estratégico de poder y van a tener
(desde distintos ángulos) un rol decisivo en los acontecimientos que se
avecinan. Chávez y Ahmadineyad, lo saben, y juegan sus cartas.
Por
Manuel Freytas
(*)
Informe especial
C hávez y Ahmadineyad se encontraron
el jueves 27 de septiembre en Caracas, compartieron un abrazo (de "hermanos", como lo califican
ambos) y luego una cena, que, aparte de consolidar y ampliar su alianza
estratégica en lo comercial y en lo militar tuvo, como dato "accesorio" y
condimento especial, el potencial escenario de confrontación militar en Medio
Oriente que tiene a Irán, Israel y EEUU como sus actores centrales.
Las dos cumbres
realizadas por ambos presidentes en Caracas, sumadas a la
reunión en La Habana de los "Países no alineados", el año
pasado, sirvieron a Chávez y Ahmadineyad para ratificar su
"hermandad" y acrecentar su proyección de líderes
antiimperialistas en el mundo.
A Chávez esas
reuniones le permitieron apuntalar su liderazgo "petrolero"
internacional, y para Ahmadineyad significaron un intento de
rompimiento del bloqueo a su programa nuclear con gobiernos
cercanos a Chávez, tanto en el ámbito latinoamericano como
internacional.
En el terreno
operativo, el
intercambio es mutuo y recíproco: Chávez hace de "padrino" de
Ahmadineyad en el área de América Latina, y el presidente iraní
hace los mismo con el venezolano en Medio Oriente y en el mundo
islámico.
Pero, más allá de
cuestiones personales, la asociación de Chávez y Ahmadineyad, se
corresponde y determina dentro de un escenario internacional
dominado por el petróleo como motor expansivo de las
economías capitalistas a escala global.
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Hugo Chávez inspecciona un pozo petrolero en
Venezuela |
La clave del
petróleo
El actual tablero de desarrollo de la economía mundial capitalista,
que derrama ganancia y concentración de riqueza en pocas manos (con su
contrapartida de pobreza y exclusión social masiva), tiene como sus motores
centrales:
A) El efecto agro-energético minero exportador (países
emergentes, con América Latina a la cabeza), B)
el efecto industrial importador (países
asiáticos con China e India a la cabeza ), y C)
el efecto especulativo financiero-inmobiliario (EEUU y países
centrales), producido por la descomunal transferencia de ganancias y
recursos desde los países emergentes a los países imperialistas dominantes.
Todo este proceso se posibilitó
por sistema de economía de enclave de las trasnacionales que terminó con
los controles de los estados nacionales, dividió el planeta entre
productores de materias primas (países emergentes) y
fábricas globales con mano de obra barata (China y Asia) , que
terminó socializando la producción pero el no reparto, creando
super-concentración de riqueza, fortunas personales y activos
empresariales en pocas manos, que fueron reciclados en el
gran supernegocio del capital-especulativo inmobiliario, concentrado
ganancias siderales en las bolsas y fondos de inversión de los países centrales
(la "burbuja").
En este tablero el petróleo es el
elemento clave y (el motor de todos los motores) para mantener una ecuación
equilibrada del "modelo" de explotación capitalista vigente que tiene en
el boom de las exportaciones de materias primas controlado por las
trasnacionales en los países emergentes (pagando salarios africanos y eludiendo
impuestos), y en el boom industrialista de los mercados asiáticos
controlado por las trasnacionales (pagando salarios africanos y eludiendo
impuestos) y en la "burbuja financiera" controlada por los grandes
consorcios financieros sionistas (desde la Reserva Federal y los bancos
centrales europeos y asiáticos), sus motores de crecimiento y expansión a escala
global.
La
ecuación guerra-petróleo
Si hay guerra en Medio Oriente, se
paraliza el estrecho de Ormuz, y si se paraliza el estrecho de Ormuz, se
paraliza el transporte del 40% de la producción mundial del crudo, elevando
su precio a escalas astronómicas (US$150 el barril, según cálculos en
boga).
Y si estallan los precios del crudo,
estallan los mercados capitalistas (y el "modelo" de explotación vigente)
a escala global, y si estallan los mercados capitalistas estalla el planeta
con la recesión y los conflictos sociales y gremiales como protagonistas
centrales.
Y si estallan la inflación (escalada
de precios), la recesión (retracción económica) y los
conflictos sociales (emergente de la recesión y de los despidos laborales), se acaba la "fiesta capitalista" a escala
global de los bancos y trasnacionales capitalistas que controlan las
economías y gobiernos de los países "emergentes", con "democracia", políticos
corruptos y elecciones periódicas.
Y si estalla (por exceso de
conflictos sociales y gremiales) el "modelo" de explotación capitalista
vigente, estallan los problemas para Washington, el Imperio unipolar del
capitalismo, en sus enclaves de dominio a escala regional y planetaria.
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La exportación de petróleo venezolano a EEUU, es el
factor decisivo del cual depende el Imperio del norte para mantener su economía
en movimiento. |
Washington y el "eje del mal"
Este es el escenario en el cual
Chávez y Ahmadineyad, alimentan sus abrazos y acuerdos estratégicos, en
Teherán y en Caracas, mientras Washington destila "preocupación", como
acostumbra decir en sus titulares la prensa sionista.
Y es que Chávez, tanto como
Ahmadineyad, controlan una porción más que importante de la "llave" que más le
"preocupa" a Washington y a sus socios del capitalismo sionista central: El
petróleo, como ya se dijo, el líquido negro que (con sus oscilaciones en el
mercado) le baja o le sube el pulgar a la existencia del actual modelo de
explotación capitalista a escala global.
En un eventual escenario de guerra
desatada en Medio Oriente, con retracción productiva y escalada de los precios
del crudo a nivel mundial, la voluntad política de Chávez para mantener o
cerrar sus actuales niveles de exportación de petróleo a EEUU, es el
factor decisivo del cual depende el Imperio del norte para mantener su economía
en movimiento.
Con su socio estratégico, Ahmadineyad,
en guerra con EEUU ¿Chávez seguirá proveyendo petróleo venezolano a EEUU?
Esa es la pregunta del millón para los analistas, y un problema central de
cabecera para Washington y el Departamento de Estado.
Una vez que EEUU decida bombardear
las usinas nucleares iraníes ¿llegará para Chávez la hora de la "guerra
asimétrica" y la ruptura con Washington y sus trasnacionales?
Solo Chávez y su almohada lo saben. Y
también la CIA, infiltrada en las burocracias políticas y militares que rodean a
Chávez, lo sabe.
¿Podrá sobrevivir Chávez a la
parálisis económica que le produciría a Venezuela un cierre del grifo petrolero
a EEUU, su principal comprador?
A Washington, que depende en grados
substanciales de la llave petrolera de Chávez, los ratones le comen la cabeza
con solo pensar lo que puede hacer el presidente venezolano cuando estalle
la guerra en Medio Oriente.
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EEUU:
Impresionante movimiento aeronaval frente a Irán |
La
"trilogía petrolera"
Ahmadineyad, la carta más
representativa del "eje del mal", es el presidente de
Irán, la potencia que tiene una
llave estratégica para el dominio y control militar de la región del Golfo
Pérsico y del llamado "triángulo petrolero" (Mar Negro-Mar Caspio-Golfo
Pérsico), por donde pasa más del 40% de la producción petrolera y gasífera
mundial, un elemento clave para la supervivencia futura de las potencias
capitalistas sionistas.
La nación islámica controlada por los ayatolas y presidida por
Ahmadineyad, con un ejército movilizado (regular e irregular) de dos
millones de efectivos, posee fronteras con 2 de los vértices
del llamado triángulo petrolero (Mar Caspio, Golfo Pérsico, estrecho de Ormuz),
y posee la cuarta mayor reserva de petróleo en el mundo
detrás de Venezuela, Arabia Saudita e Irak y las segundas
reservas gasíferas del planeta después de Rusia.
Y en la reunión del jueves en
Caracas, hubo un "silla vacía", la que debió ocupar el presidente de Rusia,
Wladimir Putin, la tercera pata del triángulo petrolero del "eje del mal"
que proyecta su sombra en la guerra anunciada de Medio Oriente.
Rusia posee las
mayores reservas de gas natural en el mundo a la vez que posee
las séptimas reservas petroleras en magnitud y es el actual
segundo productor mundial de petróleo.
A su vez, sus
reservas gasíferas y petroleras de los Urales y Siberia, al
igual que las de Venezuela, son las únicas grandes reservas
mundiales de hidrocarburos fuera del estratégico triángulo Mar
Negro-Mar Caspio-Golfo Pérsico, considerado el pulmón petrolero
del mundo.
Dispuesto a imponer
su condición de gran potencia energética del siglo XXI, el
gobierno de Putin ha venido estableciendo acuerdos con otros
países para el desarrollo de una red de oleoductos y gasoductos
que convertirán a Rusia en el gran árbitro del suministro de
petróleo y gas para Europa y los grandes centros económicos
y demográficos del Asia oriental (China, India, Japón, Corea del
Sur).
Putin (quien compite
por áreas de influencia con el llamado "Imperio unipolar") ya se
posicionó en el mercado de la "carrera armamentista"
convirtiéndose en principal proveedor de armamento y
tecnología de guerra a los países situados en el "eje del
mal", Irán y Venezuela en primer lugar.
La naciente "relación
estratégica" entre Putin, Chávez y Ahmadineyad se alimenta de
petróleo, un recurso vital, cada vez más escaso, de un valor
estratégico incalculable para construir poder, y que se cotiza
como oro (negro) en los mercados mundiales del sistema
capitalista.
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Chávez: asociación estratégica con Putin |
La locomotora energética
La industrialización
china y su acelerada conversión en "potencia capitalista"
(así como la de India, el otro gran motor de demanda energética)
está controlada por los bancos y transnacionales capitalistas,
con sus centrales situadas EEUU o la Unión Europea, que fabrican
y producen barato en la economía de enclave China, y desde ahí hegemonizan el control y el abastecimiento del mercado
internacional.
Por un lógico,
emergente, esta situación convierte a China y a India en
petróleo-dependientes, y los acerca cada vez más al triángulo
petrolero del "eje del mal" compuesto por Rusia, Irán y
Venezuela.
Según las
estimaciones de los expertos, la demanda mundial de petróleo
pasó de 15 a 82 millones de barriles al día entre 1955 y 2005,
un aumento del 450%, mientras que la producción mundial crecía
hasta ahora en una cantidad capaz de satisfacer esa demanda.
Esto se explica por
el crecimiento acelerado de la demanda de las "economías
emergentes" (productoras del boom exportador y del
boom industrial) que tienen en el petróleo y en el gas sus
motores de desarrollo clave.
Las proyecciones
indican que la demanda mundial (sin guerra y en condiciones
"normales") seguirá creciendo en la misma proporción, o más
rápido, en los próximos años impulsada en gran medida por el
creciente consumo energético de China, India y países emergentes
en pujante desarrollo capitalista.
En este escenario, y
con la energía y el petróleo como herramientas decisivas de
poder, el gobierno de Putin consolida su apuesta geopolítica de
reposicionamiento de Rusia como potencia mundial
disputándole espacios y áreas de influencia a la potencia
locomotora del capitalismo y al eje sionista EEUU-Unión Europea.
Chávez y Ahmadineyad,
a su vez, no tuvieron mejor idea que sumar sus vagones
a la gran locomotora energética de Putin, y desde allí
lanzarse a la aventura de desafiar al "Imperio unipolar" en
Medio Oriente y en el "patio trasero", en una sociedad
estratégica que va a tener un desenlace (por ahora incierto)
cuando estalle el conflicto armado en Medio Oriente.
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