(IAR-Noticias)
28-Enero-07
A) La leche
El escritor Eduardo Galeano escribió
un extenso artículo sobre el "Imperio del consumo", donde, y a todo lo
largo de su desarrollo, no menciona ni una sola vez al sistema capitalista
ni a la actual potencia imperialista locomotora del capitalismo: EEUU.
Galeano, un comerciante histórico de la literatura "progresista" latinoamericana
(vende libros en el mercado de consumo capitalista), describe los "efectos" de la sociedad de consumo, con su
parafernalia de alienación consumista proyectándose como una telaraña en
la sociedad "humana"(en realidad, sociedad capitalista verticalizada, con el
rico en vértice de la pirámide, y el pobre en la base).
Galeano habla de "masas consumidoras", "demanda", "mercado", "McDonald's",
"mercancías", "dueños del mundo", pero no habla de la interacción de esos
factores en un significante emergente: sociedad capitalista de mercado
impuesta para vender productos a escala planetaria.
Curiosamente Galeano, tampoco habla del pobre y del rico como interacción de
causa y efecto (hay pobres porque hay ricos, y viceversa), además
tampoco habla del "beneficiario de la sociedad de consumo": los bancos y
trasnacionales capitalistas que controlan los recursos naturales y los sistemas
económicos productivos, tanto en las naciones centrales como en los países
dependientes.
Por lo tanto, al hablar de la sociedad de consumo, sin hablar previamente de su
sistema productor (el capitalismo), Galeano está hablando de la leche (el
producto) sin mencionar a la vaca (el productor).
¿Y cómo se puede hablar de la leche sin mencionar a la vaca que la produce?
Sencillo: para hablar de la leche sin mencionar a la vaca, hay que hacer como
los economistas, analistas, intelectuales, y "pensadores" del sistema (incluidos
los "progres" como Galeano) que hablan todo el día de los productos del
capitalismo (la sociedad de consumo y el mercado) sin mencionar a su
productor inmediato (el sistema capitalista).
De manera tal, que si no queremos hablar de la leche sin mencionar a la vaca,
antes de hablar de sociedad de consumo (el modelo social de acumulación
capitalista nivelado planetariamente) tendremos que hablar de corporaciones
transnacionales, de "planes de negocios", de estrategias de conquista de
mercados y de recursos naturales, de países imperiales y de países sometidos, de
estrategias de dominio militar, y de estrategias de dominio y control social con
los medios de comunicación.
Antes de hablar de sociedad de consumo, tendremos que hablar de los intereses
capitalistas concretos que la generan, de la sociedad indivisible de los
bancos y corporaciones transnacionales con el Imperio locomotora (EEUU) y las potencias capitalistas centrales (Unión Europea).
Al separar la leche (el producto capitalista) de la vaca (el productor
capitalista), ingresamos al campo de la filosofía metafísica (la división
fragmentaria), que es lo contrario al campo de la filosofía dialéctica (la
totalidad interactiva).
Dividir para reinar decía Maquiavelo, y eso es lo que hacen los analistas
y pensadores rentados del sistema: Dividen y fragmentan el cerebro humano,
para impedir que las mayorías puedan ver a la vaca productora (el sistema
capitalista de explotación del hombre por el hombre).
B) La vaca
Para los intelectuales del sistema (tal como lo expresa el artículo de Galeano)
se puede hablar perfectamente de los emergentes sociales, políticos, económicos,
militares, psicológicos o mediáticos del capitalismo, sin mencionar una sola
vez al sistema capitalista.
De esta manera, el sistema capitalista esconde su verdadera naturaleza (la
explotación del hombre por el hombre y la concentración de riquezas en pocas
manos) y convierte a los cerebros humanos en procesadores fragmentados de
cultura consumista e individualista, aunque se la etiquete como "progre" o de
"izquierda".
Galeano habla del "Imperio del consumo" (la leche) , pero en ningún
momento habla del Imperio capitalista imperialista (la vaca).
El escritor "progresista", que en su articulo describe los efectos macabros de
la "alienación consumista", nunca habla del "beneficiario" del
fenómeno (los bancos y corporaciones capitalistas), y en la cabeza de los
lectores que consumen su artículo solo queda una vaga idea de los "dueños del
mundo".
¿Y quiénes son los dueños del mundo? ¿Acaso son una abstracción los dueños del
mundo?
De ninguna manera: los dueños del mundo, son los dueños de la vaca que
produce la sociedad de consumo y todas las lacras del capitalismo criminal
extendido como "ideología única" por todo el planeta, al que Galeano (que
habla de la sociedad de consumo) nunca menciona ni de paso.
Y Galeano no es una isla, ya que el resto (por izquierda y por derecha) practica
y transmite la misma metodología de pensamiento alienado y fragmentario que sólo
sirve a los objetivos de atomizar cerebros e impedir la relación de causa
y efecto (la sociedad alienada y la ganancia capitalista).
C) Los dueños de la vaca y
la leche
¿Y dónde se puede ubicar fácilmente a la vaca (el sistema capitalista) y a la
leche (la ganancia y concentración de riqueza)?
Para el que le guste los números y el pensamiento totalizado y concreto: en
la bolsa de Wall Street.
El índice Dow Jones o Promedio
Industrial Dow Jones, es un indicador del valor de las acciones de las
supercorporaciones trasnacionales (sistema capitalista) que cotizan en la Bolsa de Valores de
Nueva York.
Los 12.000 puntos
del 2007 representan para el Dow Jones una meta que evidencia el "optimismo inversor" que vive el
sistema capitalista transnacional ante los recientes reportes de ganancias siderales de las
corporaciones multinacionales y el buen desempeño de la economía mundial
capitalista.
Este índice refleja el valor de mercado de las 30 compañías trasnacionales
más importantes y más reconocidas en Estados Unidos y el mundo, de un
universo de 10 mil empresas que cotizan en el mercado de valores neoyorquino.
Es la meca, la catedral financiera del capitalismo transnacional "sin fronteras"
que controla el planeta.
El "éxito" del índice Dow Jones, describe el "éxito" de la sociedad de consumo
nivelada planetariamente que describe Galeano sin nombrar al sistema productor.
En otras palabras, Galeano
habla de la leche sin nombrar a la vaca, la verdadera productora de la
leche.
El capitalismo es la vaca, y su producto más preciado (su método más avanzado de
concentrar y expandir ganancias) es la sociedad de consumo.
Esto es, para hablar de la sociedad de consumo, primero hay que hablar de
su productor y beneficiario directo: El sistema capitalista que controla el
planeta a través del consumo y el dominio
económico-financiero-militar-mediático.
El "récord" del Dow Jones representa, como hecho primordial
de esta etapa económica de crecimiento bursátil (y de
acumulación de fortunas
personales),
el dominio abrumador
y las superganancias de un reducido número de empresas
transnacionales de dimensiones gigantescas, mayores que Estados, sobre la
producción, el comercio y las finanzas mundiales
Estas trasnacionales son las dueñas de la vaca (los medios de
producción y los sistemas económicos-productivos capitalistas, tanto en países
centrales como dependientes) y de la leche (las ganancias y riquezas
capitalistas súperconcentradas).
La "buena marcha" de los negocios del capitalismo transnacional
que demuestra el "récord" del Dow Jones, también queda evidenciada en
el ranking 2006 de la revista Forbes, donde un listado de 587
multimillonarios acumula una fortuna que duplica la riqueza anual producida
por un país como España, y representa casi la quinta
parte de la gigantesca economía de EEUU, la primera
potencia imperial del mundo.
La pobreza y la
injusticia del mundo, así como la sociedad de consumo que las
genera se fabrican dentro de las redes
del capitalismo trasnacional que repite, a escala planetaria, su
concentración desmesurada de activos empresariales y fortunas en
pocas manos.
En el mundo capitalista "transnacionalizado" del Imperio norteamericano las 200 empresas multinacionales mas poderosas dictan
y condicionan la política mundial y el
comportamiento de gobiernos, ejércitos, o instituciones mundiales oficiales o
privadas. .
Estos emporios, "protegidos" por las potencias imperiales (EEUU
y asociados) son los directos beneficiarios del "Imperio del consumo" que
describe Galeano, que en ningún momento habla del beneficiario.
Las ganancias de los bancos y transnacionales con la sociedad de consumo es la
primera causa de la "alienación consumista", de los que compran en la sociedad
de consumo (consumidores de productos, espectáculos, cultura, deportes, música, etc).
La venta de "productos capitalistas" (la oferta), requiere como condición
básica de la existencia de "alienados consumistas" (la demanda compradora), que
mantiene viva a la tasa ganancial y a los proyectos de acumulación y expansión
capitalistas.
D)
El "pensamiento único"
Hay sociedad de
consumo porque hay sistema capitalista, y viceversa. Hay injusticia, pobreza,
explotación del hombre por el hombre, porque hay empresas trasnacionales y
concentración de riqueza capitalista (activos empresariales y fortunas
personales) en pocas manos.
Hay sociedad de consumo y consumidores alienados, porque hay dominio y control
mediático sobre las mentes para imponer (sin resistencia) el sistema capitalista
de mercado como civilización y pensamiento único.
Y hay civilización capitalista impuesta y nivelada como "pensamiento único",
porque hay medios de comunicación (cadenas trasnacionales mediáticas) que
hegemonizan una comunicación masiva y planetaria al servicio del sistema
capitalista.
Y hay civilización capitalista impuesta y nivelada como "pensamiento único",
porque izquierda y derecha (desde distintos "discursos") nunca nombran al
sistema capitalista (como totalidad de dominación interactiva), sino que hablan
de los "emergentes" del sistema por separado, entre los cuales se
encuentra la sociedad de consumo.
Cuando un escritor como Galeano (considerado como prócer del pensamiento de
izquierda "progresista") habla de alienación consumista sin sistema
capitalista, se convierte en una pieza funcional de lo que cree (o dice
creer) que "denuncia".
Galeano no es una excepción:
El que quiera comprobarlo no tiene más que tomar el texto de la mayoría de los
auto titulados "pensadores de izquierda" y verificar cuantas veces precisan y
definen al sistema capitalista-imperialista como el productor (la vaca) de los
males que denuncian (la leche).
Al final, va a llegar a la conclusión de porqué Maquiavelo va ganando la
guerra por el control de los cerebros (por ahora).
|