Con una fuerza occidental bajo control operacional de
oficiales europeos y norteamericanos, Líbano se convertiría en una nueva
"cabeza de playa"
fronteriza para el ataque militar de EEUU e Israel a Siria.
Hay
que recordar que Francia, Alemania y Gran Bretaña votaron todas las resoluciones
contra Siria y son partidarios de terminar con el régimen y el gobierno de
Damasco al que señalan como "protector de terroristas".
Por
otra parte,
uno de los párrafos de la Resolución 1559 para expulsar a las tropas sirias de
Líbano (impulsada por el terceto EEUU-Gran Bretaña-Francia) establecía lo
siguiente: "Profundamente preocupado por la presencia constante de milicias
armadas en territorio de Líbano, que impiden al Gobierno libanés ejercer su
plena soberanía sobre todo el territorio libanés" () "Exhorta a que se disuelvan
y desarmen todas las milicias libanesas y no libanesas".
O sea, exactamente el mismo objetivo
que persiguen las tropas del Estado judío que en estos momentos arrasan Líbano
con los bombardeos.
La "solución" propuesta por Blair y
Annan de desplegar una fuerza internacional cubre el objetivo propuesto
guardando las "formas" y permitiéndole a los halcones israelíes escapar de la
"ratonera" en la que se están metiendo con la invasión a Líbano
Gran
Bretaña, Francia y EEUU, conformarían la columna vertebral de la "fuerza
internacional de paz" propuesta por el primer ministro británico y el secretario de
la ONU, con lo que está todo dicho.
La
estrategia es la misma que implementaron, por ejemplo en Haití, donde primero
crearon un conflicto armado, una "guerra civil", con grupos armados y
entrenados por la CIA, y luego ingresó la fuerza internacional de la ONU para
"pacificar" el país, legalizando el golpe de Estado contra Arístide.
En
este caso, los bombardeos de las tropas judías crearon el estado de "guerra", y
con ello las condiciones para el ingreso de una "fuerza internacional de paz"
manipulada bajo cuerda por Washington y el Pentágono.
En
realidad la maniobra de una "fuerza internacional de paz" ya fue ensayada
-sin suerte- en la ONU por EEUU y Gran Breetaña con el objetivo de desplegarla en Irak, y posibilitar de esa
manera el retiro gradual de las tropas norteamericanas empantanadas y en derrota
total en ese país.
Una
"fuerza internacional de paz" instalada en Líbano permite un control militar de ese
país cuidando las formas de la "legalidad" y el consenso internacional.
En
términos crudos y prácticos, una "fuerza internacional de paz" controlada por
EEUU y las potencias aliadas, no es nada más que una "fuerza de ocupación"
embozada.
Desde el punto de vista estratégico militar,
y con Líbano ocupado por una fuerza
internacional controlada, en última instancia, por EEUU, se consolidaría una
"triple frontera" militar contra Siria (Irak al Este, Líbano al Oeste,
Jordania al Sur) desde la cual emprender una acción militar envolvente contra el
gobierno de Damasco.
Esa es la trampa que se esconde
detrás de la propuesta de Annan y Blair, dos títeres serviles del proyecto judeo-norteamericano
en la región.
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