|
Ciudadanos libaneses observan el daño
causado a una casa, "sospechosa" de ser un emplazamiento de una guerilla
de Hezbolá, destruida tras un ataque israelí. (Foto: EFE) |
|
Medios y analistas, europeos y árabes
vienen resaltando las verdaderas intenciones que esconde la actual operación
militar israelí en territorio libanés, y cuyo propósito no sería otro que el
"control militar del Líbano" para situar una plataforma para el
lanzamiento de un ataque militar contra Siria.
El primer tramo de ese objetivo
-señalan fuentes de inteligencia en Damascco- consistió en la expulsión de las
fuerzas sirias del territorio libanés con la complicidad de la ONU y de las
potencias europeas.
La operación -señalan los sirios- fue
precedida por operaciones de inteligencia que realizaron la CIA y el Mossad con
el asesinato del ex primer ministro Hariri, con el cual se culpó a las fuerzas
sirias y se argumentó la resolución de la ONU ordenando su retiro del Líbano.
En la interpretación de la
inteligencia siria, la operación con el asesinato de Hariri para culpar luego al
gobierno de Damasco situó la primera fase de la operación de exterminio militar
que lanzó Israel en Beirut el miércoles 13 de julio .
La impunidad y la baja resistencia a
la operación de invasión al Líbano que está en curso, se posibilitó con la
maniobra de expulsión de las tropas del gobierno de damasco, que constituyó la
primera fase clara del "Objetivo Siria".
Para justificar la invasión militar,
la estrategia mediática de los sionistas israelíes y de sus aliados en
Washington consiste en mostrar la "violencia de Hezbolá" como la
única culpable de la masacre perpetrada por las bombas y misiles israelíes
durante tres días.
Los titulares de las cadenas
norteamericanas, con la CNN a la cabeza, reflejan claramente la estrategia judeo
norteamericana de mostrar una "división" entre el gobierno de Líbano y la
organización Hezbolá con el claro propósito de fracturar la resistencia a la
masacre militar y consolidar las bases para lanzar el ataque a Siria.
En sintonía, como siempre, con los objetivos judeo-norteamericano
el Consejo de Seguridad
de Naciones Unidas celebró este viernes un debate sobre el Líbano que acabó
sin el llamamiento al alto el fuego que solicitaban Beirut y distintos
gobiernos tanto de Europa como del mundo árabe.
La complicidad del organismo
conducido por Kofi Annan quedó una vez más de manifiesto al darle su apoyo
incondicional a los propósitos Washington y de Israel (cuyo plan maestro
es el ataque militar a Siria) que han ingresado al Líbano para acabar con la
guerrilla de la resistencia libanesa y sus campos de entrenamiento,
organización y logística.
Cumplimentados estos requisitos esenciales del plan -según estiman expertos árabes y sirios- queda
despejado el camino para el comienzo de los ataques militares aéreos contra
Siria, complementados por operaciones especiales terrestres lanzadas desde
las "cabeceras de playa" en Jordania y el Líbano.
Pero primero, y para posibilitar la
segunda fase del plan (el ataque a Siria) es preciso liquidar las bases
operativas y logísticas de Hezbolá.
Como diría Bush: Olmert y los
halcones judíos "tienen un plan".