L
a decisión de incoar un proceso por espionaje contra quienes
resulten responsables fue adoptada por el FSB tras verificar las
declaraciones hechas por Lugovói en una rueda de prensa en Moscú
a finales del pasado mayo, en la que negó toda implicación en el
asesinato de Litvinenko.
En esa ocasión, Lugovói aseguró que Litvinenko trabajaba para
los servicios secretos británicos MI-6 y denunció que éste trató
de reclutarlo.
"De hecho, los ingleses me propusieron reunir información
comprometedora sobre el presidente (Vladímir) Putin y los
miembros de su familia", dijo en la rueda de prensa Lugovói,
quien afirmó que Borís Berezovski, magnate ruso exiliado en
Londres, también trabaja para los servicios británicos.
Londres quiere juzgar a Lugovói
El pasado 28 de mayo, Londres cursó a Moscú la solicitud de
extradición de Lugovói después de que la Fiscalía británica
informase de que había pruebas suficientes para acusar al ex
agente ruso del asesinato de Litvinenko.
Las autoridades rusas han declarado que la Constitución del país
prohíbe expresamente la extradición de sus ciudadanos y han
instado al Reino Unido a que presente las pruebas sobre las que
sustenta su acusación contra Lugovói para estudiar si puede ser
llevado ante la Justicia en Rusia.
"En lugar de simplemente pedir la extradición de Lugovói,
deberían enviar pruebas suficientes para que el caso sea llevado
ante los tribunales", dijo recientemente el presidente Putin.
Asesinado con radioactividad
Litvinenko, antiguo espía del Servicio Federal de Seguridad (ex
KGB), murió el 23 de noviembre de 2006 en el hospital University
College de Londres por una dosis de radiación con polonio-210.
El ex espía enfermó el uno de noviembre de 2006, el día en que
se reunió con Lugovói y otro ciudadano de Rusia, Dimitri Kovtun,
en el hotel Millennium de la capital británica, donde tomó una
taza de té. Varias personas que trabajaban en el hotel
Millennium dieron positivo en unas pruebas de radiación.
En una carta póstuma, Litvinenko aseguró que el Kremlin estaba
detrás de su asesinato por haber acusado a los servicios
secretos rusos de causar una serie de explosiones en un edificio
de Moscú en 1999 para ayudar a Vladímir Putin a llegar a la
Presidencia.