"El
análisis de la situación internacional demuestra la creciente demanda de
fuerza militar en la política de los países líderes", señaló un portavoz del
Consejo de Seguridad Nacional (CSN) a la agencia rusa RIA Novosti.
"La nueva redacción de la doctrina militar ha de ofrecer una respuesta a las
cuestiones más urgentes que afectan a la seguridad nacional de Rusia",
añadió
Desde el 2000, año en la que se instauró la doctrina ahora vigente, han ocurrido
cambios drásticos en la situación geopolítica y político-militar, así como en la
naturaleza de las amenazas contra la seguridad nacional que hacen necesaria una
revisión de las tareas específicas desarrolladas por las Fuerzas Armadas rusas y
las demás agencias de seguridad, informó el CSN
De esta manera, la doctrina de 2000, estrictamente defensiva, dejará paso
a una actitud mucho más centrada en la modernización de la capacidad militar y
la aplicación de alta tecnología armamentística.
Otras naciones, según el vocero
oficial, siguen utilizando sus fuerzas armadas como herramienta más importante
para conseguir ciertos objetivos políticos o económicos; dedican cada vez más
atención a la tarea de modernizar los respectivos
Ejércitos y perfeccionar la
producción de material bélico; introducen activamente los métodos de lucha
armada, revistan las tecnologías del uso de tropas, se empeñan en rediseñar la
presencia militar, así como reforzar las alianzas militares, especialmente, la
OTAN.
Ellos "introducen continuamente nuevos medios de guerra moderna, revisan la
tecnología utilizada en sus fuerzas armadas, varían 'la configuración' de su
presencia militar y refuerzan las alianzas militares, en especial la OTAN",
prosiguió el el portavoz del Consejo de Seguridad.
"Las fuerzas armadas siguen siendo utilizadas como un importante instrumento de
defensa de los intereses políticos y económicos de los estados y Rusia no puede
ignorar estos factores en el desarrollo de su doctrina militar", concluyó.