Las grandes potencias capitalistas ya estandarizaron un procedimiento para hablar de sus problemas (principalmente de la crisis
económica-financiera): Se reúnen, toman café, se sacan la foto, hacen una "declaración" pública, y después cada uno por su lado.
Informe
IAR Noticias/
Sucedió, por ejemplo,
con el último conflicto armado en el Cáucaso, donde el eje
USA-UE no pudo dar una respuesta unificada a la ofensiva militarista rusa.
Sucedió durante todas las cumbres y reuniones fracasadas que mantuvo el G-7 para
instrumentar una reforma financiera (cobrarle impuesto a los bancos y romper la
hegemonía USA-dólar).
Y ahora está sucediendo con la Unión Europea, cuyos miembros han emitido una
pomposa declaración solidarizándose y prometiendo ayuda para rescatar a Grecia,
cuya economía se encuentra en rojo y en virtual cesación de pago.
Grecia, coinciden todos los analistas, es la mecha de un potencial estallido
financiero en cadena que podría , como emergente principal, desencadenar un
proceso de crisis social en la eurozona (Ver:
Señal: La crisis fiscal derrumba a los mercados mundiales).
Hay razones de peso para que la UE tome urgentes medidas con Grecia.
"La UE debe convencer a los mercados, en particular el de bonos, que los países
más importantes de la zona euro, encabezados por Alemania y Francia, no
permitirán el colapso de uno de sus miembros, pero sin disminuir la presión
para que Grecia ponga en práctica severos ajustes presupuestarios", señaló el
viernes The Wall Street Journal.
El espaldarazo (solo"declarativo") de la UE a Grecia representa un
reconocimiento implícito de que el bloque cambiario necesita resolver lo que
algunos consideran su principal debilidad: la ausencia de una política fiscal
coordinada. Bajo el sistema actual, el Banco Central Europeo (BCE) tiene la
facultad de implementar la política monetaria del bloque, pero tiene escasa
influencia sobre la política fiscal de los países miembros.
Grecia representa menos del 3% de la economía de la zona euro, que bordea los
US$12 billones (millones de millones), pero ha violado reiteradamente las
normas de la UE que exigen a los países miembros que sus déficit fiscales no
excedan el 3% de su Producto Interno Bruto (PIB).
En otras palabras, los líderes de las potencias centrales europeas
plantearon el problema, precisaron el diagnóstico, pero no elaboraron ningún
plan o acción concreta para rescatar a Grecia.
Un título de The Wall Street Journal lo grafica: "La UE compromete su apoyo a
Grecia, aunque no brinda detalles de un rescate".
En resumen, y más allá de los discursos formales, en el sistema capitalista
(decadente y en crisis) lo único permanente es el individualismo y el
"sálvese quien pueda".
Ese es el pasaporte más seguro a su extinción inevitable.
Más información:
Financial Times: Estamos ante una nueva crisis global