Las
señales son contundentes: Los
billonarios fondos públicos
utilizados para salvar a los megaconsorcios bancarios e industriales
generaron una deuda impagable y un rojo crónico en las cuentas fiscales de las
naciones del euro (principalmente Grecia, España y Portugal). La sombra de la
insolvencia de pago de la deuda europea, agregada a los datos negativos del
desempleo en EEUU, terminaron el jueves derrumbando a los mercados desde Wall
Street hasta el resto de las bolsas mundiales.
Informe especial
IAR Noticias/
Los principales mercados bursátiles
se derrumbaron el jueves a la baja, en medio de temores por las
abultadas deudas nacionales de varias naciones europeas y por el
agravamiento de la crisis del mercado laboral estadounidense. La tendencia
continuaba este viernes.
En Europa, el euro
cedió más de 1% frente al dólar y alcanzó su menor nivel en ocho meses. Los
indicadores líderes de las bolsas de Madrid y Lisboa cayeron 5,9% y 5%,
respectivamente, mientras que un índice que abarca a las 600 mayores empresas de
Europa perdió 2,7%.
El Promedio Industrial Dow Jones cayó 268 puntos, su mayor declive en puntos
desde el 20 de abril de 2009, y estuvo a punto de cerrar por debajo de la
barrera psicológica de las 10.000 unidades.
Las pérdidas fueron aún más devastadoras entre las materias primas. Los
futuros de crudo para entrega en marzo descendieron 4,9% a US$73,23 por barril
al paso que el oro para abril --el contrato más transado-- retrocedió 4,4% a US$1.062
la onza.
Las bolsas de América Latina también
reaccionaron a la baja. En Chile la bolsa de Santiago registró una caída del
2%, mientras que en Brasil el índice Ibovespa de la bolsa de Sao Paulo cerró con
una fuerte caída del 4,73%.
En Argentina, el índice Merval de la bolsa de Buenos Aires cerró con una
baja del 3,81%.
Este viernes, las principales plazas europeas y asiáticas volvieron a abrir a
la baja.
La bolsa de Madrid –que el jueves
cayó casi un 6% en su peor dato desde noviembre de 2008- abrió este viernes con
una bajada de 2,5% en su índice selectivo, el Ibex 35.
En la misma línea, aunque con pérdidas más moderadas en torno a 0,5%, iniciaron
la sesión los mercados en Londres, París, Milán y Frankfurt.
Según los medios y analistas
especializados, la crisis fiscal de Grecia y la delicada situación de España y
Portugal pilotean en gran medida la inestabilidad que sufren los mercados
financieros globales.
Las caídas bursátiles y los
sacudones financieros que se multiplicaron como una infección
también son atribuidas a los datos desalentadores sobre la generación de
empleos dados a conocer por el gobierno estadounidense.
La cifra semanal de solicitudes de subsidio por desempleo en EEUU aumentó en
8.000 la semana pasada y se ubicó en 480.000, el nivel más alto desde mediados
de diciembre.
Estados en rojo
El proceso de sobreendeudamiento
(agregado a la caída de la recaudación por la desaceleración económica) no solo amenaza la
estabilidad económica y la "gobernabilidad" en la zona del euro, sino que también (y
como ya sucedió con los bancos y empresas privadas) puede hacer colapsar en cadena a los propios
Estados europeos, tanto centrales, como
subdesarrollados o emergentes.
En
general, la sombra de una insolvencia de pago generalizada (producida por
los déficit y la baja de recaudación fiscal) hace temer a los analistas del
sistema un rebrote de la crisis, no ya a nivel de los bancos y entidades
privadas, sino a nivel de los propios Estados capitalistas de Europa.
En ese escenario, España,
Portugal y Grecia, asoman como los eslabones más débiles de la
cadena en rojo de las finanzas públicas en Europa.
"Las bolsas europeas y los mercados
de bonos bajaron debido a crecientes preocupaciones de que el escenario de
Grecia se extenderá a otros lugares, particularmente Portugal, al igual que
España y varios países de Europa Oriental", señaló el director de divisas
extranjeras de BMO Capital Markets, Jon Gencher, citado por la agencia AFP.
"La preocupación en Bruselas no es
sólo porque Grecia pueda necesitar un rescate financiero, sino porque el
nerviosismo se extienda a otros países con problemas", comentó el experto en
economía de la BBC, Jonny Dymond.
Aunque se trata de una de las
economías más pequeñas de la UE, la crisis griega -la peor en el país desde que
se unió al euro en 2001- estuvo en el centro de las miradas y de los temores
que derrumbaron los mercados financieros el jueves.
El director del Fondo Monetario
Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, señaló a una emisora francesa que
la situación financiera de Grecia era "muy grave" y que estaría dispuesto a
prestarle dinero si fuese necesario.
España, por su parte, se
convirtió el viernes en el centro del derrumbe bursátil internacional
debido a una situación de pánico que llevó al índice Ibex a una caída
histórica del 5,94 %. Esta caída no se registraba desde noviembre de 2004, y
refleja uno de los peores momentos de la crisis que está devastando a la
economía española.
El derrumbe bursátil llegó
después de una serie de datos muy negativos del Fondo Monetario Internacional sobre el desempleo
español, que duplica el promedio europeo, y proyecta a España como la economía que más
complicaciones reviste en la zona
del euro, y la última en salir de la recesión.
Los datos oficiales sobre desempleo
español, coincidieron con una dura advertencia, el jueves, del director
gerente del FMI, Dominique Strauss Khan, quien señaló que "la crisis en
España es muy fuerte, con una situación inmobiliaria no muy diferente a lo que
sucedió en EEUU". Luego señaló que "los españoles necesitan hacer un
esfuerzo considerable".
Lo mismo que España, Portugal atraviesa por graves problemas de rojo, con una
deuda y déficit públicos en fuerte alza. Muchos analistas comparan su situación
con la de Grecia, cuyo endeudamiento e incapacidad de pago convulsiona a la
eurozona desde hace semanas.
Con un desempleo que roza el 10% y un
nivel de pobreza del 18%, Portugal es uno de los países más débiles de la
geografía económica UE. Su economía se orientó hacia a los servicios pero su
mano de obra barata (más que otros países de Europa occidental) se vio
perjudicada por la competencia de estos años con los nuevos socios orientales
del bloque.
Casi un cuarto del comercio exterior portugués se entrelaza con España (su
principal vecino terrestre y vía de contagio), mientras el gobierno
portugués acusa a los grupos financieros internacionales de haber convertido al
país en una "presa" de sus especulaciones.
El déficit público portugués alcanzó a 9,3%
del PBI en 2009 y hoy es presionado por la UE y por el FMI (que le pidió
bajar salarios, igual que a España y a Grecia).También el nivel de endeudamiento
del Estado es muy elevado (en torno a 75% del PBI), para los parámetros que
exige la zona euro, que Portugal integra.
La crisis fiscal griega y la
posibilidad de un contagio a otras economías con elevados déficit fiscales en la
región, generan temores entre los especuladores y repercute en los mercados
internacionales
"La crisis en la deuda soberana del área del euro está alcanzando proporciones
nuevas y el contagio se está volviendo más serio", dijeron en un informe
los analistas de Royal Bank of Scotland.
Los temores a un incumplimiento en el pago de la deuda se extendieron a la
región oriental de Europa, donde Ucrania atraviesa una severa crisis
económica.
Se espera que el PIB de la ex
república soviética se contraiga casi un 15% debido a una caída pronunciada en
las exportaciones de acero.
El efecto contagio
Los problemas de las economías más débiles de Europa desencadenan interrogantes y
especulaciones sobre el impacto en cadena que tendrán sobre la zona euro,
cuyos miembros comparten una moneda común, pero no sus políticas ni estrategias
financieras.
"Hace un año, se asumía que todos estos países eran lo mismo", señaló Brian
Yelvington, estratega de la corredora de renta fija Knight Libertas citado por
The Wall Street Journal: "Ahora, los inversionistas tratan de determinar la
diferencia que debe haber entre la deuda de Grecia y la de Portugal".
Las crisis fiscales en Grecia y otros países de la eurozona llevaron a
muchos especialistas a cuestionar la viabilidad a largo plazo del euro.
Cabe recordar que el
presidente del Banco Europeo, en anteriores oportunidades calificó de
"absurda" la especulación sobre el "efecto contagio", pero las dudas
generalizadas terminaron finalmente derrumbado los mercados internacionales.
En los últimos meses fue cobrando
forma visible un nuevo actor emergente en la economía mundial: La "crisis
fiscal" (producto de los déficit siderales que aquejan a los Estados de las
economías centrales) que sucede a la "crisis financiera" en la debacle de
la economía capitalista globalizada.
Y hay una paradoja: La "crisis
estatal" no nace como producto del endeudamiento privado sin respaldo (la
economía de papel de los grandes conglomerados bancarios imperiales) sino como
emergente de los programas estatales de salvataje financiero que han
endeudado (sin respaldo fiscal) a los Estados centrales, con EEUU y la Unión
Europea en primer término.
Este viernes, con el nuevo derrumbe de los
mercados financieros internacionales, surge la primera señal clara de que las
crisis fiscales, con insolvencias del pago de las deudas, pueden
conducir (como ayer sucedió con los bancos y empresas) a una quiebra
generalizada de los estados capitalistas, empezando por los países más
débiles y alcanzando a las potencias
centrales.