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CONTRAINFORMACION

 

INTERNACIONAL  

 

El escenario fuera de cámara
¿Qué busca Washington?: EEUU tomó el control total de Haití

 
 

 (IAR Noticias) 25-Enero-2010

Marines en "misión humanitaria".

Tiene sustento lógico lo que denuncia Chávez sobre Haití, tienen sustento lógico los que sitúan el eje de la "remilitarización" imperial (incluido Haití) en torno a Venezuela, pero también tienen sustento lógico aquellos que plantean que la nueva estrategia de EEUU en América Latina excede Venezuela, y se proyecta a un marco más global de futuros enfrentamientos intercapitalistas por los recursos esenciales del planeta.

Por Manuel Freytas (*)
manuefreytas@iarnoticias.com

Esta semana se confirmó todo lo que IAR Noticias vino analizando, informando y proyectando sobre Haití: EEUU resolvió poner bajo su control al devastado país.

Como lo venimos señalando en varios informes: Hubo una estrategia y un plan  global (por parte de Washington)  de aprovechamiento de la catástrofe que se desarrolló a partir de una "militarización" de la ayuda humanitaria. (Ver: Los objetivos: EEUU comienza un desembarco militar en Haití).

Según los observadores y corresponsales en terreno, ya no se trata de una irrupción temporal de los marines para derrocar a un presidente como sucedió en el 2004 con Arístides, sino de una decisión estratégica de "presencia permanente" y con el gobierno títere bajo su absoluto control.

En otras palabras, y como ya lo señaláramos, Haití, sin mediar un conflicto armado, se ha convertido en la parábola de un Afganistán o de un Irak en el Caribe.

La idea predominante en el Departamento de Estado y el Pentágono -señalan algunos medios norteamericanos, entre ellos The Washington Post- es  "exportar" a Haití el modelo de las ocupaciones en Asia y Medio Oriente: Un gobierno  elegido por "elecciones libres" que convalide una  cara democrática" para el país ocupado.

La primera "señal" de una ocupación global se dio con el siguiente dato: En la operación "humanitaria" de Haití intervienen el Departamento de Estado, (diseña y coordina la operación a nivel internacional), el Pentágono (a través del Comando Sur diseña y coordina  el dispositivo de "seguridad") mientras que la USAID (una institución controlada por la CIA)  canaliza la ayuda internacional, incluido  el Programa Alimentario Mundial (Ver: EEUU tomó el control militar de Haití: Hay disputa con las potencias).

Finalmente, con el correr de las horas (con una flota naval rodeando Haití con un "anillo nuclear") , sucedió lo que estaba previsto: Las fuerzas militares de EEUU tomaron el control de las zonas estratégicas, supervisan todas las operaciones de ayuda y rescate, y el Pentágono, erigido como única autoridad del "orden", ejerce una férrea ocupación militar del país devastado, por encima de los cascos azules de la ONU.

El control del aeropuerto (centro estratégico del ingreso y las distribución de ayuda), el puerto reabierto el viernes, y todos los centros claves de la capital están bajo el control de unos 6.500 soldados de las fuerzas especiales que lucen  las insignias de la US Air Force y de la US Navy, y se esperan que otros 12.000 se integren esta semana que empieza.

Las previsiones inmediatas (según informó el Pentágono) son contar con 16.000 efectivos de combate desplegados en Haití, que reemplazarán a las fuerzas de los Cascos Azules de la ONU en las tareas del control militar del área.

La ONU prevé el despliegue 3.500 cascos azules más para engrosar la misión de 11.000 militares y civiles, pero ese refuerzo -según el organismo- tendrá destinos solo en el interior de Haití.

Según la corresponsal del diario Clarín, Eleonora Gosman, los marines "Establecieron cuatro centros provisorios en el aeropuerto, el puerto, las colinas de Petionville (en el club de golf) y en Jacmel, una ciudad costera próxima a Puerto Príncipe".

Sólo se destacan la circulación de "convoyes militares con soldados norteamericanos equipados con armas pesadas para prevenir "brotes de violencia",  y los vehículos de las naciones Unidas, blancos y con la inscripción UN en el capot se ven muy esporádicamente", añade. La policía haitiana (tal como sucede en Afganistán e Irak) está subordinada al mando militar estadounidense.

En Haití solo quedan los pobres: "Los haitianos adinerados, cuyas casas también fueron derribadas, fueron los primeros en huir hacia Dominicana. El municipio de Petionville donde se localizan las embajadas, residencias y palacetes privados, muestra el tamaño del desastre", señala la corresponsal de Clarín.

Por su parte, autoridades de Washington siguen advirtiendo que ningún haitiano que intente entrar a EEUU clandestinamente será admitido y si es capturado lo enviarán a la base naval de Guantánamo, en el sudeste de Cuba.

En la visión de la enviada del diario argentino, "Washington apuesta en dos direcciones: dirigir la recomposición del Estado y del gobierno de René Preval y reservarse la gestión del Plan Marshall haitiano".

El patio trasero

El portaaviones nuclear Carl Vinson en las costas haitianas.

En cuanto a la decisión (o decisiones) que pueden guiar la misión del Departamento de Estado y del Pentágono en la ocupación de Haití, hay analistas, dentro y fuera de EEUU, que se preguntan ¿Y para qué ocupar Haití, si EEUU ya cuenta en la región con bases terrestres como Honduras, Puerto Rico, o la misma Colombia, llave de proyección geopolítica y militar hacia América del Sur?.

Pero hay otros, en las antípodas que se preguntan ¿Y porqué no?

Hay hipótesis (acompañadas de información calificada) que sostienen que a partir del golpe en Honduras Washington comenzó a reelaborar una estrategia de "remilitarización" del Caribe, al que considera una llave geopolítica y militar hacia su patio trasero de América del Sur.

En cuanto a los objetivos que pueden haber motivado la decisión son múltiples, pero hay dos que cobran fuerza a la luz de la realidad inmediata latinoamericana: La preservación del control sobre las fuentes de recursos estratégicos y los planes orientados a afianzar el dispositivo de dominio militar hegemónico en la región.

En América Latina, la "democracia" de mercado norteamericana convive con la cadena de bases y la IV Flota cuya misión es preservar la hegemonía militar norteamericana en la región y rodear las grandes fuentes de energía, agua potable y biodiversidad que un futuro podrán asegurar la supervivencia del Imperio USA.

La estrategia USA de control económico, político y social de América Latina, se complementa con la estructura operativa del control militar en la cual se insertan -a modo de satélites- los gobiernos, las fuerzas armadas y las policías de toda la región que operan bajo la acción coordinada de los planes de EEUU para América Latina.

Todos los ejércitos y policías locales, sin excepción (salvo Cuba, y parcialmente Venezuela), se alinean actualmente  en las tres hipótesis de conflicto diseñadas por el Comando Sur para toda la región: Guerra contra el "terrorismo", guerra contra las drogas, y guerra contra el "crimen organizado" (Ver: La subordinación de las fuerzas armadas de América Latina al Comando Sur ).

En lo político, los gobiernos de UNASUR (tanto de izquierda como de derecha) se rigen por dos principios doctrinarios básicos establecidos por el  Departamento de Estado USA en la región:1) defensa irrestricta del "sistema democrático" como marco de regulación política y social a nivel regional. 2) Programas de lucha contra el "terrorismo",  el "narcotráfico" y el "crimen organizado", mediante convenios de cooperación suscriptos.(Ver: "Militarización" imperial: De qué se trata la cumbre de UNASUR  ).

La reactivación de la IV Flota USA patrullando aguas latinoamericanas fue la primera señal clara -dicen expertos regionales- de que EEUU está lanzando una señal preventiva a quienes se atrevan a poner los pies sobre los recursos estratégicos de la región (petróleo, agua potable y biodiversidad) que considera como suyos.

Los que muchos analistas (incluidos los de izquierda) ven como una "remilitarización" exclusivamente orientada a la prevención de conflictos regionales, en realidad también cuenta con un eje de alimentación internacional encuadrado dentro de la guerra fría (intercapitalista) por la energía y los recursos esenciales de la supervivencia.

Chávez y la "guerra fría"

Hugo Chávez junto al presidente ruso, Dmitri Medvédev.

En este marco, hay una primera hipótesis de conflicto potencial que guía las acciones del departamento de Estado y el Pentágono: el desembarco comercial-militar del eje Rusia-China-Irán en América Latina utilizando a Venezuela  como plataforma.

Expertos que manejan información confidencial en Washington vienen advirtiendo que las claves del golpe de Estado en Honduras y el incremento de la presencia militar USA en Colombia (bases militares) se encuentran en la creciente influencia (militar y comercial) rusa-iraní en América Latina y en su alianza estratégica con Venezuela.

En este escenario, el golpe hondureño, en realidad, fue sólo la punta del iceberg de un proceso geopolítico militar más profundo impulsado por el poder conservador de EEUU, que intenta sustituir a una estrategia de dominio que considera "demasiado blanda" (el "sistema democrático" de poderes civiles) por una alternativa de mayor control militar de la región adaptado a las crisis y a los conflictos intercapitalistas que se avecinan en el planeta.

Como segunda hipótesis de conflicto potencial (y aquí cierran las advertencias de Chávez y de la izquierda), Washington busca afianzar su control militar en América Latina con la vista puesta en futuros conflictos (sociales y sindicales) emergentes de un desenlace de la crisis económica global en América Latina.

Los que podrían incluir una nueva "radicalización" de la izquierda y  de los movimientos populares (como el chavismo en Venezuela) y un posible rebrote de grupos de lucha armada montados en la rebelión social producidos por  los despidos en masa y escalada del costo de los alimentos.

Conflictos sociales y "democracia blindada"

Los think tank o tanques de pensamiento norteamericanos estudian desde hace mucho tiempo alternativas de "gobernabilidad" (control político y social) proyectadas para futuros escenarios de crisis en el marco de la debacle económica global.

Las consideraciones se basan en la neutralización de un posible "efecto dominó" regional de las huelgas y conflictos sociales que comenzarán a desarrollarse como consecuencia de la recesión económica y los conflictos laborales.

En ese escenario se plantea un cuadro creciente de "perdida de gobernabilidad" de los gobiernos y un requerimiento del uso de la fuerza militar para  evitar el desmadre de los conflictos y neutralizar posibles "focos subversivos" que se monten en los mismos, según los sostenedores de la estrategia de control político y social con la "democracia blindada".   

En relación con la antigua doctrina predominante de los golpes de Estado militar (la "doctrina de seguridad nacional"), la "democracia blindada" es una instancia perfeccionada y corregida de control militar sin romper el orden constitucional.

Dicho de otra manera, en situaciones de crisis (como la que se proyecta con la recesión económica)  la democracia se "blinda" (utiliza el poder militar represivo) manteniendo toda la fachada de la "gobernabilidad" constitucional y preservando la vigencia del orden que se basamenta en las "libertades públicas" y el sistema electivo democrático.

Lo que está sucediendo en Honduras, al margen de la estrategia y del objetivo del golpe contra Zelaya, es un modelo experimental de "democracia blindada" ensayada en el ámbito latinoamericano.

La "democracia blindada", como señalan los expertos, es una síntesis gerencial político militar conjugada dentro de una nueva estrategia de control político y social orientada a preservar el sistema de dominio imperial capitalista en América Latina.

En este escenario, la ocupación militar de Haití es un tiro por elevación: Multiplicar, afianzar el dispositivo estratégico de control militar, empezando por Centroamérica y el Caribe, donde están los enclaves más "peligrosos" (según el Pentágono y la CIA) de exportación de "lucha social" (el movimiento bolivariano)  y de "lucha armada" (las FARC) al resto de América Latina.

Lo que torna el control de esa región en estratégico para un sistema preventivo de potenciales conflictos contagiándose por toda América Latina de la mano de un desenlace (previsto) de la crisis económica en el continente.

En resumen, tiene sustento lógico lo que denuncia Chávez, tienen sustento lógico los que sitúan el eje de la "remilitarización" imperial (incluido Haití) en torno a Venezuela, pero también tienen sustento lógico aquellos que plantean que la nueva estrategia de EEUU en América Latina excede Venezuela y se proyecta a un marco más global de futuros enfrentamientos intercapitalistas por los recursos esenciales del planeta.

En este cuadro de situación, convertir a Haití en un nuevo Puerto Rico (no asociado) no es una misión menor y rutinaria para Washington. Quien no lo crea así, se está salteando piezas del tablero.


(*) Manuel Freytas es periodista, investigador, analista de estructuras del poder, especialista en inteligencia y comunicación estratégica. Es uno de los autores más difundidos y referenciados en la Web.
Ver sus trabajos en Google y en IAR Noticias

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