Tiene sustento lógico lo que denuncia Chávez sobre Haití, tienen sustento
lógico los que sitúan el eje de la "remilitarización" imperial (incluido
Haití) en torno a Venezuela, pero también tienen sustento lógico aquellos que
plantean que la nueva estrategia de EEUU en América Latina excede Venezuela, y
se proyecta a un marco más global de futuros enfrentamientos intercapitalistas
por los recursos esenciales del planeta.
Por Manuel Freytas (*)
manuefreytas@iarnoticias.com
Esta
semana se confirmó todo lo que IAR Noticias vino analizando, informando y
proyectando sobre Haití: EEUU resolvió poner bajo su control al devastado país.
Como lo venimos señalando en varios informes: Hubo una estrategia y un plan
global (por parte de Washington) de aprovechamiento de la catástrofe que
se desarrolló a partir de una "militarización" de la ayuda humanitaria.
(Ver:
Los objetivos: EEUU comienza un desembarco militar en Haití).
Según los observadores y
corresponsales en terreno, ya no se trata de una irrupción temporal de los
marines para derrocar a un presidente como sucedió en el 2004 con Arístides,
sino de una decisión estratégica de "presencia permanente" y con el
gobierno títere bajo su absoluto control.
En otras palabras, y como ya lo
señaláramos, Haití, sin mediar un conflicto armado, se ha convertido en la
parábola de un Afganistán o de un Irak en el Caribe.
La idea predominante en el
Departamento de Estado y el Pentágono -señalan algunos medios norteamericanos,
entre ellos The Washington Post- es "exportar" a Haití el modelo
de las ocupaciones en Asia y Medio Oriente: Un gobierno elegido por
"elecciones libres" que convalide una cara democrática" para el país
ocupado.
La primera "señal" de una
ocupación global se dio con el siguiente dato: En la operación "humanitaria"
de Haití intervienen el Departamento de Estado, (diseña y coordina la
operación a nivel internacional), el Pentágono (a través del Comando Sur diseña y coordina el
dispositivo de "seguridad") mientras que la USAID (una institución
controlada por la CIA) canaliza la ayuda internacional, incluido el
Programa Alimentario Mundial
(Ver:
EEUU tomó el control militar de Haití: Hay disputa con las potencias).
Finalmente, con el correr de
las horas (con una flota naval rodeando Haití con un "anillo nuclear") , sucedió lo que estaba previsto: Las fuerzas militares
de EEUU tomaron el control de las zonas estratégicas, supervisan todas las
operaciones de ayuda y rescate, y el Pentágono, erigido como única autoridad del
"orden", ejerce una férrea ocupación militar del país devastado, por encima
de los cascos azules de la ONU.
El control del aeropuerto (centro
estratégico del ingreso y las distribución de ayuda), el puerto reabierto el
viernes, y todos los centros claves de la capital están bajo el control de unos
6.500 soldados de las fuerzas especiales que lucen las insignias de la
US Air Force y de la US Navy, y se esperan que otros 12.000 se integren esta
semana que empieza.
Las previsiones inmediatas (según
informó el Pentágono) son contar con 16.000 efectivos de combate
desplegados en Haití, que reemplazarán a las fuerzas de los Cascos Azules de la
ONU en las tareas del control militar del área.
La ONU prevé el despliegue 3.500 cascos azules más para engrosar la misión de 11.000 militares y civiles,
pero ese refuerzo -según el organismo- tendrá destinos solo en el interior
de Haití.
Según la corresponsal del
diario
Clarín, Eleonora Gosman, los marines "Establecieron cuatro centros provisorios en el aeropuerto,
el puerto, las colinas de Petionville (en el club de golf) y en Jacmel, una
ciudad costera próxima a Puerto Príncipe".
Sólo se destacan la circulación
de "convoyes militares con soldados norteamericanos equipados con armas pesadas
para prevenir "brotes de violencia", y los vehículos de las naciones
Unidas, blancos y con la inscripción UN en el capot se ven muy
esporádicamente", añade. La policía haitiana (tal como sucede en Afganistán
e Irak) está subordinada al mando militar estadounidense.
En Haití solo quedan los pobres:
"Los haitianos adinerados, cuyas casas también fueron derribadas, fueron los
primeros en huir hacia Dominicana. El municipio de Petionville donde se
localizan las embajadas, residencias y palacetes privados, muestra el tamaño del
desastre", señala la corresponsal de Clarín.
Por su parte, autoridades
de Washington siguen advirtiendo que ningún haitiano que intente entrar a
EEUU clandestinamente será admitido y si es capturado lo enviarán a la base
naval de Guantánamo, en el sudeste de Cuba.
En la visión de la enviada del
diario argentino, "Washington apuesta en dos direcciones: dirigir la
recomposición del Estado y del gobierno de René Preval y reservarse la gestión
del Plan Marshall haitiano".
El patio trasero
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El portaaviones nuclear Carl Vinson en las costas haitianas. |
En cuanto a la decisión (o decisiones) que pueden guiar la misión del
Departamento de Estado y del Pentágono en la ocupación de Haití, hay analistas,
dentro y fuera de EEUU, que se preguntan ¿Y para qué ocupar Haití, si
EEUU ya cuenta en la región con bases terrestres como Honduras, Puerto Rico, o
la misma Colombia, llave de proyección geopolítica y militar hacia América del
Sur?.
Pero hay otros, en las antípodas que se preguntan ¿Y porqué no?
Hay hipótesis (acompañadas de información calificada) que sostienen que a partir
del golpe en Honduras Washington comenzó a reelaborar una estrategia de
"remilitarización" del Caribe, al que considera una llave geopolítica y
militar hacia su patio trasero de América del Sur.
En cuanto a los objetivos que pueden
haber motivado la decisión son múltiples, pero hay dos que cobran fuerza a la luz
de la realidad inmediata latinoamericana: La preservación del control sobre las
fuentes de recursos estratégicos y los planes orientados a afianzar el
dispositivo de dominio militar hegemónico en la región.
En América Latina, la "democracia"
de mercado norteamericana convive con la cadena de bases y la IV Flota cuya
misión es preservar la hegemonía militar norteamericana en la región y
rodear las grandes fuentes de energía, agua potable y biodiversidad que un
futuro podrán asegurar la supervivencia del Imperio USA.
La estrategia USA de control
económico, político y social de América Latina, se complementa con la
estructura operativa del control militar en la cual se insertan -a modo
de satélites- los gobiernos, las fuerzas armadas y las policías de toda la
región que operan bajo la acción coordinada de los planes de EEUU para América
Latina.
Todos los ejércitos y policías
locales, sin excepción (salvo Cuba, y parcialmente Venezuela), se alinean
actualmente en las tres hipótesis de conflicto diseñadas por el Comando
Sur para toda la región: Guerra contra el "terrorismo", guerra contra las
drogas, y guerra contra el "crimen organizado" (Ver:
La subordinación de las fuerzas armadas de América Latina al Comando Sur
).
En lo político, los gobiernos de
UNASUR (tanto de izquierda como de derecha) se rigen por dos principios
doctrinarios básicos establecidos por el Departamento de Estado USA en la
región:1) defensa irrestricta del "sistema democrático" como marco de
regulación política y social a nivel regional. 2) Programas de lucha contra
el "terrorismo", el "narcotráfico" y el "crimen organizado", mediante
convenios de cooperación suscriptos.(Ver:
"Militarización" imperial: De qué se trata la cumbre de UNASUR
).
La reactivación de la IV Flota USA patrullando aguas latinoamericanas fue la
primera señal clara -dicen expertos regionales- de que EEUU está lanzando una
señal preventiva a quienes se atrevan a poner los pies sobre los recursos
estratégicos de la región (petróleo, agua potable y biodiversidad) que considera
como suyos.
Los que muchos analistas (incluidos
los de izquierda) ven como una "remilitarización" exclusivamente orientada a
la prevención de conflictos regionales, en realidad también cuenta con un eje
de alimentación internacional encuadrado dentro de la guerra fría (intercapitalista)
por la energía y los recursos esenciales de la supervivencia.
Chávez y la "guerra fría"
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Hugo Chávez junto
al presidente ruso, Dmitri Medvédev. |
En este marco, hay una primera hipótesis de conflicto potencial que
guía las acciones del departamento
de Estado y el Pentágono:
el
desembarco comercial-militar del eje Rusia-China-Irán en América Latina
utilizando a Venezuela como plataforma.
Expertos que manejan información
confidencial en Washington vienen advirtiendo que las claves del golpe de Estado
en Honduras y el incremento de la presencia militar USA en Colombia (bases
militares) se encuentran en la creciente influencia (militar y comercial)
rusa-iraní en América Latina y en su alianza estratégica con Venezuela.
En este escenario, el
golpe
hondureño, en realidad, fue sólo la punta del iceberg de un proceso geopolítico
militar más profundo impulsado por el poder conservador de EEUU, que intenta
sustituir a una estrategia de dominio que considera "demasiado blanda" (el
"sistema democrático" de poderes civiles) por una alternativa de mayor
control militar de la región adaptado a las crisis y a los conflictos
intercapitalistas que se avecinan en el planeta.
Como segunda hipótesis de
conflicto potencial (y aquí cierran las advertencias de Chávez y de la
izquierda), Washington busca afianzar su control militar en América Latina con
la vista puesta en futuros conflictos (sociales y sindicales) emergentes de un
desenlace de la crisis económica global en América Latina.
Los que podrían incluir una nueva
"radicalización" de la izquierda y de los movimientos populares (como el
chavismo en Venezuela) y un posible rebrote de grupos de lucha armada
montados en la rebelión social producidos por los despidos en masa y escalada
del costo de los alimentos.
Conflictos sociales y "democracia
blindada"
Los think tank o tanques de
pensamiento norteamericanos estudian desde hace mucho tiempo alternativas de
"gobernabilidad" (control político y social) proyectadas para futuros
escenarios de crisis en el marco de la debacle económica global.
Las consideraciones se basan en
la neutralización de un posible "efecto dominó" regional de las huelgas y
conflictos sociales que comenzarán a desarrollarse como consecuencia de la
recesión económica y los conflictos laborales.
En ese escenario se plantea un cuadro
creciente de "perdida de gobernabilidad" de los gobiernos y un requerimiento del
uso de la fuerza militar para evitar el desmadre de los conflictos y
neutralizar posibles "focos subversivos" que se monten en los mismos, según los
sostenedores de la estrategia de control político y social con la "democracia
blindada".
En relación con la antigua doctrina
predominante de los golpes de Estado militar (la "doctrina de seguridad
nacional"), la "democracia blindada" es una instancia perfeccionada y corregida
de control militar sin romper el orden constitucional.
Dicho de otra manera, en situaciones
de crisis (como la que se proyecta con la recesión económica) la democracia se
"blinda" (utiliza el poder militar represivo) manteniendo toda la fachada
de la "gobernabilidad" constitucional y preservando la vigencia del orden que se
basamenta en las "libertades públicas" y el sistema electivo democrático.
Lo que está sucediendo en Honduras,
al margen de la estrategia y del objetivo del golpe contra Zelaya, es un
modelo experimental de "democracia blindada" ensayada en el ámbito
latinoamericano.
La "democracia blindada", como
señalan los expertos, es una síntesis gerencial político militar
conjugada dentro de una nueva estrategia de control político y social orientada
a preservar el sistema de dominio imperial capitalista en América Latina.
En este escenario,
la ocupación militar de Haití es un
tiro por elevación: Multiplicar, afianzar el dispositivo estratégico de control
militar, empezando por Centroamérica y el Caribe, donde están los enclaves más
"peligrosos" (según el Pentágono y la CIA) de exportación de "lucha social"
(el movimiento bolivariano) y de "lucha armada" (las FARC) al resto
de América Latina.
Lo que torna el control de esa región
en estratégico para un sistema preventivo de potenciales conflictos
contagiándose por toda América Latina de la mano de un desenlace (previsto)
de la crisis económica en el continente.
En resumen, tiene sustento lógico lo
que denuncia Chávez, tienen sustento lógico los que sitúan el eje de la
"remilitarización" imperial (incluido Haití) en torno a Venezuela, pero
también tienen sustento lógico aquellos que plantean que la nueva estrategia de EEUU en América Latina excede
Venezuela y se proyecta a un marco más global de
futuros enfrentamientos intercapitalistas por los recursos esenciales del
planeta.
En este cuadro de situación,
convertir a Haití en un nuevo Puerto Rico (no asociado) no es una misión
menor y rutinaria para Washington. Quien no lo crea así, se está salteando piezas del
tablero.
(*) Manuel Freytas es periodista, investigador,
analista de estructuras del poder, especialista en inteligencia y comunicación
estratégica. Es uno de los autores más difundidos y referenciados en la Web.
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IAR Noticias
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