as
dos noticias generalmente se sitúan en las antípodas: Por un lado,
los datos oficiales y privados
indican que las principales variables de la economía estadounidense siguen
debilitadas y sin atisbo inmediato de recuperación, y por otro, y desde hace más
de tres meses, los grandes pulpos financieros y las bolsas no dejan de acumular
ganancias.
De acuerdo
con el último informe de la Reserva Federal (Fed), del 31 de julio pasado,
aunque el ritmo de descenso económico parece haberse "desacelerado", el
mercado laboral continúa debilitándose, los mercados financieros permanecen bajo
tensión y las condiciones crediticias siguen siendo inferiores a lo normal.
La
tasa de desempleo -según un documento de
la
Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER)- se está acercando al pico
registrado en la recesión de 1981-82 y la magnitud de la pérdida de trabajos
es la peor desde la recesión de 1948-49.
La caída en el Producto Interno Bruto es la más
profunda desde la crisis de 1957-58 y los estadounidenses no han visto sus
ahorros personales evaporarse tanto desde la Gran Depresión.
En este escenario de "crisis
estructural", no obstante, las bolsas mundiales con Wall Street a la cabeza
(y con el dinero estatal de los fondos de rescate), registran ganancias
siderales, y los grandes bancos y entidades financieras (los súper pulpos de la
especulación financiera que han sobrevivido como los "ganadores" de la
crisis) cosechan dividendos multimillonarios.
Así, mientras en el Estado de California
la crisis recesiva con desempleo masivo ya obligó a realizar un "ajuste
salvaje" que amenaza con extenderse al resto de los Estados colapsados,
otra información consigna que
la mayoría de los grandes bancos estadounidenses ( Morgan Stanley, Bank of
América, Goldman Sach, JPMorgan Chase, etc) han cosechado ganancias
siderales pese a la crisis económica recesiva que derrumba a la economía real.
Todas estas instituciones madres del
sionismo financiero USA, reportaron ingresos exorbitantes en el segundo
trimestre, y se configuraron como las "grandes ganadoras" entre los que
hacen negocios con la crisis recesiva en la primera potencia imperial.
Por supuesto que, entre ambas
noticias (la crisis estructural y la burbuja bursátil), no se consigna (como
detalle) que una porción significativa de los ingresos bancarios del segundo
trimestre provienen de la especulación financiera con el petróleo y las
materias primas en los "mercados a futuro" que vuelve a impactar como suba
en el precio de los alimentos y de la energía mundial.
Un caso emblemático es el del gigante
financiero Goldman Sach, uno de los mayores beneficiados con los fondos
públicos de los "rescates financieros", que anunció ganancias récord en el
segundo trimestre del año.
Según informó Goldman Sachs, el jueves 5 de agosto, los operadores de la
entidad ganaron más de US$ 100 millones (69,42 millones de euros) de
ingresos durante cada uno de los cuarenta y seis días del segundo trimestre,
registrando pérdidas en tan sólo dos jornadas, lo que -según el Financial
Times- pone de manifiesto la "solidez de sus operaciones".
El
mes pasado, Goldman dio a conocer los resultados del segundo trimestre, con unos
beneficios de US$ 2.700 millones y unos ingresos récord de US$
6.800 millones de operaciones derivadas de renta fija, materias primas y
divisas, y tipos de interés (léase negocios con la especulación financiera en los
mercados de las materias y el petróleo).
Los
conocidos como ingresos FICC se incrementaron frente al anterior récord de US$
6.600 millones del primer trimestre. Expertos de Goldam Sach atribuyen
estos resultados, presentados ante la Comisión del Mercado de Valores de EEUU
(SEC), a un boom en las operaciones de renta fija y renta variable (léase
especulación finaciera) .
Los
resultados del segundo trimestre de Goldman también reflejan que la entidad ha
seguido ganando elevadas comisiones por sus operaciones (de especulación
financiera), en parte por la menor competencia a la que se enfrenta, apunta el
Financial Times.
En
opinión de Brad Hintz, analista de Sanford Bernstein citado por el Financial,
las condiciones favorables se mantendrán. "Los mercados tienen más liquidez y
el volumen de las operaciones va en aumento, dos noticias positivas para las
grandes operadoras de bonos de Wall Street,” explica Hintz en su último informe.
Y mientras
Goldman Sach vive la "alegría" ganancial con la burbuja especulativa ¿Como le va
a la economía real de EEUU?
"La economía de EEUU sigue en situación precaria, con uno de cada seis
trabajadores en paro o subempleado. Aun así, Goldman Sachs acaba de anunciar
beneficios trimestrales históricos, y se prepara para repartir enormes primas,
comparables a las que pagaba antes de la crisis", señala el premio Nóbel de
economía Paul Krugman en un artículo titulado:
La alegría de Goldman Sachs.
Para
Krugman las elevadas ganancias de Goldman Sach demuestran en primer lugar
que "los malos hábitos de Wall Street (sobre todo, el sistema de compensación que contribuyó a generar la
crisis financiera) no han desaparecido. Segundo, demuestra que, al rescatar el
sistema financiero sin reformarlo, Washington no ha hecho nada para protegernos
de una nueva crisis y, además, ha hecho que sea más probable que se vuelva a
producir".
"Las enormes primas que Goldman
pronto repartirá -apunta el economista- ponen de manifiesto que las empresas de
altos vuelos del sector financiero siguen funcionando según el sistema de que si
sale cara ellas ganan y si sale cruz otros pierden".
Refiriéndose al sector donde Goldman gana dinero, señala Krugman: "
Durante la generación anterior (desde la liberalización de la banca de los
años de Reagan), la economía estadounidense ha estado financiarizada. La
importancia del negocio de mover el dinero, de rebanar, trocear y reenvasar
activos financieros, ha subido vertiginosamente en comparación con la de la
producción real de cosas útiles. Eso que se ha dado en llamar oficialmente
sector de "seguros, contratos de mercancías e inversiones" ha crecido muy
deprisa, desde sólo un 0,3% del PIB a finales de los años setenta hasta el 1,7%
en 2007.
Hay que
destacar, en ese sentido, que, según
analistas especializados de Wall Street, un 60% del precio del petróleo
crudo y de las materias primas alimentarias tiene como causal a la
especulación en futuros no regulada, de fondos precisamente autodenominados
"especulativos", bancos y grupos financieros que utilizan las bolsas de futuros
ICE de Londres y NYMEX de Nueva York y el comercio inter-bancos.
En este tercer frente del negocio
agro-energético financiero (productor directo de la hambruna y la inflación
mundial) se encuentran en primera línea Goldman Sach y Morgan Stanley,
súper-gigantes de la especulación financiera en alta escala del capitalismo
trasnacional sionista con asiento en Wall Street.
En este escenario, los precios no se
fijan sólo por la demanda del consumo, sino básicamente por las necesidades
comerciales y la demanda especulativa en los mercados financieros
agro-energéticos.
De este accionar
monopólico y de la acción especulativa en los principales mercados de materias
primas, entre cuyas herramientas financieras se encuentra el ICE
[Intercontinental Exchange] de Londres y las bolsas mercantiles de Nueva York y
Chicago, provienen principalmente las ganancias siderales del mega-consorcio
financiero Goldman Sach.
En consecuencia, controlados por las
corporaciones trasnacionales, y despojados de su condición de "bien social", el
petróleo y los alimentos se convierten en mercancía capitalista con un valor
fijado por la especulación financiera, convirtiéndose en la causa principal
de las hambrunas y conflictos sociales que ya empiezan a desarrollarse por todo
el planeta, y que ya despunta una crisis social en Europa y en la primera
potencia imperial.
 |
En Sacramento, capital del estado de California, un campamento para gente sin
hogar. |
Forzado por la debacle económica
y un déficit fiscal histórico, el Imperio USA se ve obligado a aplicar sus
propias recetas en casa para afrontar una crisis que ya ha derivado en
crisis social de la mano de la desocupación y de los despidos laborales en masa
que se suceden por todo el territorio estadounidense.
Del mismo modo que la crisis
financiera obligó a romper con el "libre mercado" (haciendo intervenir al Estado
en el salvataje del capital privado), el colapso recesivo y el estallido del
déficit fiscal obliga a la primera potencia a aplicar recortes en el gasto
social de su propia población, que ya padece en carne propia el costo social
del derrumbe de la economía.
El mismo Imperio que ya puso US$
4 billones de los fondos del Estado (que hoy impulsan las ganacias siderales de
los pulpos financieros como Goldman Sach) al servicio del salvataje de los bancos
y empresas privadas quebradas por la crisis, en California, el primer Estado de
la Unión ,ya empezó a reducir los gastos destinados a los sectores más pobres
y desprotegidos de la población.
En resumen, las noticias van por
vía paralela:
Por un lado,
Goldman Sach y los pulpos financieros de Wall Street y las bolsas mundiales
reciclan una nueva "burbuja" ganancial, no ya con dinero especulativo
proveniente del sector privado, sino con fondos públicos (de los impuestos
pagados por toda la sociedad) puestos compulsivamente al servicio de un
nuevo ciclo de rentabilidad capitalista con la crisis.
Simultáneamente, la economía real del
Imperio y de las potencias centrales colapsan en todas sus variables, los
sectores más desprotegidos ya sufren los "ajustes" y una
crisis social, todavía de efectos imprevisibles, asoma de la mano de los
despidos masivos en Europa y EEUU.
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(*) Manuel
Freytas es periodista, investigador, analista de estructuras del poder, especialista en inteligencia y
comunicación estratégica. Es uno de los autores más difundidos y referenciados
en la Web.
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y en
IAR Noticias