La propuesta de Sarkozy -según el
Financial Times- incluye un nuevo
impulso a las repatriaciones de los ilegales a sus países de origen alegando que
ahora sólo se expulsa a uno de cada tres inmigrantes irregulares, por lo que se
quiere que la UE llegue a acuerdos de readmisión con los países origen de la
inmigración.
En el informe, se pide una rápida
aplicación de los visados biométricos y clases de idiomas obligatorias para los
inmigrantes recién llegados, se admite que la Unión Europea necesita emigrantes
por razones económicas y demográficas pero subraya que "Europa no tiene
medios para acoger dignamente a todos los que ven un Eldorado en ella".
En consecuencia, el documento francés solicita a todos los estados miembros
adoptar "contratos de integración" obligatorios para los inmigrantes de
forma que tengan que aprender la lengua del país en el que viven y "los valores
nacionales y europeos como la igualdad entre hombres y mujeres y la tolerancia".
En este momento -señala el diario
británico- Bruselas negocia con Marruecos, Pakistán y Turquía este tipo de
acuerdos y París sugiere usar "todos los instrumentos diplomáticos y
comerciales" en las negociaciones.
La iniciativa francesa plantea, asimismo, que la inmigración legal tenga en
cuenta las necesidades del mercado laboral del país de acogida permitiendo la
entrada a trabajadores de sectores donde escasea la mano de obra.
París discute el documento con otras capitales y el contenido del borrador
podría rebajarse pero, según el Financial Times, Sarkozy espera que los
líderes de la UE apoyen el "Pacto sobre inmigración" este año.
El borrador de la futura presidencia francesa sobre inmigración coincide con el
anuncio realizado el miércoles por el presidente francés en Varsovia sobre que
Francia abrirá en julio su mercado laboral a los países del Este europeo que
entraron en la UE en 2004.
Francia puede haberse visto influida por la buena experiencia del Reino Unido o
Irlanda para decidir levantar las restricciones a la libre circulación de
trabajadores pero la medida servirá también para consolidar el acercamiento
entre Francia y la Europa del Este durante la presidencia francesa, puntualiza
el Financial Times.
En 2007, Nicolas Sarkozy se
hizo elegir proponiendo la creación de un Ministerio de la Inmigración y la
Identidad Nacional y propagandizando la puesta en práctica de una política de
"inmigración elegida y no impuesta".
En la práctica eso supuso fijar
"cuotas" de inmigrantes a expulsar (25.000 en 2007, 26.000 en 2008) y negarse a
toda regularización masiva.
El
jueves 22 de mayo pasado, con casi
tres años de debates y una intensa negociación en las últimas dos semanas, el
Consejo de la Unión Europea aprobó la nueva directiva para repatriar a los
inmigrantes ilegales.
La legislación permite retenerlos un
máximo de 18 meses y deja a los Estados miembros la libertad de limitar la
asistencia jurídica gratuita.
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