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Ben S. Bernanke, presidente de la Reserva
Federal de EEUU |
La inflación en
EEUU repuntó en julio un 0,8% respecto al mes anterior, el doble de lo previsto
por el mercado, hasta marcar un incremento respecto a julio de 2007 del 5,6%, el
nivel más elevado de la inflación en el país desde enero de 1991, según los
datos que acaba de publicar el Departamento de Trabajo.
Los precios de la energía registraron un aumento mensual del 4% y ya acumulan
un encarecimiento interanual del 29,3%, mientras que los precios de los
alimentos subieron nueve décimas en julio y suben un 6% en el último año.
La suba de precios y la desaceleración del consumo que conlleva ya impacta en el
empleo: El Departamento de Trabajo informó que las peticiones de subsidio
por desempleo se vienen incrementando semana tras semana.
El motor de este proceso que ataca la
estabilidad estructural de la economía capitalista a escala global sigue siendo
el cóctel petróleo-alimentos-inflación que termina impactando como
estanflación (combinación de recesión con inflación) debido a la desaceleración
progresiva de los índices macroeconómicos, como está sucediendo en Europa y EEUU,
además de China y Japón.
Los precios del
crudo (aunque cayeron alrededor de US$ 30 del máximo histórico de US$147,27 en
julio) se encuentran un 60% por encima de las cifras de hace un año y han
comenzado nuevamente a escalar junto con los valores de las materias primas.
Desde hace tres
semanas, materia primas y crudo han descendido por dos razones fundamentales:
La baja de la demanda (producto de la desaceleración económica) y de la
emigración (temporal) de los capitales especulativos hacia las acciones
financieras en búsqueda de ganancias "cortoplacistas".
Recientemente
una investigación de la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas
(CFTC, por sus siglas en inglés) reveló nuevos datos que demuestran que
los capitales especuladores representan la porción más grande del mercado
petrolero, y representan la verdadera causa de la escalada de precios.
Los
mercados de futuros y opciones de commodities generan anualmente US$4,78
billones (casi una vez y media el presupuesto anual de EEUU), con bancos de
inversión, firmas de capital privado y fondos de cobertura que invierten
en activos físicos tanto como en activos financieros (la especulación ) así como
silos, distribuidoras, oleoductos, plantas eléctricas y petroleras.
Si esa enorme
masa financiera se vuelca a la especulación con el crudo y las materias primas,
alimentos y petróleo se van por las nubes (como viene sucediendo desde el año
pasado). Si opta por los mercados financieros (como viene sucediendo desde hace
tres semanas) caen el precio del petróleo y de las materias primas.
Pero aunque
caigan (temporalmente) el precio del petróleo y de las materias primas (como de
hecho venía sucediendo) eso ya no se verifica como una suba del consumo,
dado que las variables de la economía ya están dañadas por el proceso
inflacionario estructural de arrastre que impide una reactivación del poder
adquisitivo de las mayorías.
Eso explica
porqué las "euforias bursátiles", con sus saltos histéricos de ganancias
"cortoplacistas" y marcada "volatilidad", no pueden modificar el
proceso de crisis acumulativa que se proyecta desde las economías
capitalistas centrales a la periferia.
La escalada récord del precios del
petróleo y de las materias primas impactó como un shock en la
capacidad de consumo de las sociedades de los países más desarrollados y ahora
extiende -según coinciden varias proyecciones- sus efectos hacia los países
emergentes y subdesarrollados de la periferia.
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Los precios del crudo se encuentran un 60%
por encima de las cifras de hace un año. |
Además, por el alto grado de
interactividad del capital financiero a escala global, la crisis crediticia
importada de EEUU, se proyecta al resto de los mercados y economías planetarias
cada vez con más fuerza.
Y hay un dato clave: La
desaceleración de la economía estadounidense se expande rápidamente a otras
economías (desarrolladas o emergentes), en primer lugar porque representa más de
una cuarta parte de la actividad económica global, y en segundo lugar porque el
dólar continúa predominando como "moneda patrón" de las transacciones
comerciales y financieras internacionales.
Y otro dato que explica la
transmisión de la crisis a escala global: EEUU y la Unión Europea
representan, juntos, más del 60% del PBI mundial y concentran una cifra parecida
de la importación y exportación a escala global.
Si agregamos a China (el tercer
gigante exportador-importador) y a Japón, con sus economías también
comprometidas por la desaceleración y la inflación, se tiene la magnitud de la
gravedad de la crisis que se expande como un virus contagioso por todo el
sistema capitalista globalizado.