Irán y el "cuarto actor"
Hasta aquí, entonces,
teníamos
verificado la existencia de tres "actores centrales" emergentes de la
crisis en desarrollo: El petróleo (en su interacción con el dólar en
baja), la inflación (producto de la interacción petróleo-alimentos), y
los estallidos sociales en los países más pobres (producto del
encarecimiento y escasez de alimentos).
Pero
a este escenario se sumó, durante la
semana que pasó, el teatro de operaciones pre-bélicas en Medio Oriente y en
el Golfo Pérsico, cuya sola presencia bastó para agregar un cuarto actor en
el cóctel de la crisis en desarrollo.
¿Como se resuelve en el futuro el
desenlace de esta ecuación explosiva?
¿Cual es el capítulo que sigue?
Anote para no olvidarse: El
próximo paso, el capítulo faltante, son los conflictos geopolíticos militares
en regiones petroleras que se incuban (a modo de efecto encadenado de
arrastre) en la escalada belicista en Medio Oriente que tiene a Irán, Israel y
EEUU como protagonistas centrales.
Ese es el "cuarto actor" que
ingresa como protagonista clave en el escenario de la crisis capitalista
proyectada a escala global desde los mercados bursátiles y los sistemas
financieros de EEUU y de Europa.
Ya hay pruebas y verificaciones:
Una afirmación de un ministro israelí refiriendo que un ataque de Israel a Irán es
"inevitable", hizo subir en un solo día US$ 6 al barril de petróleo. Los ensayos
misilísticos de Irán en el Golfo la semana pasada, produjo derrumbes
bursátiles generalizados a escala global, colapsó las acciones bancarias en
Wall Street, y generó el pánico en masa de los especuladores que siguieron
escapando hacia las acciones petroleras.
Consecuencia: Petróleo a US$
147, 77, sin techo ni control, y la convicción más arraigada que nunca entre
los analistas, de que el Apocalipsis global viene montado en la escalada de
los precios del crudo.
Y una comprobación también
fáctica: Nada derrumba mercados, dispara los precios del petróleo y
aterroriza a Wall Street (la catedral financiera del sistema capitalista) tanto como
los conflictos geopolíticos-militares que se incuban en las regiones petroleras
claves y que pueden estallar en cadena (casi por osmosis) ante la menor
señal de acciones o aprestos militares en el Medio Oriente.
Asia,
África y Medio Oriente con sus regiones petroleras, contienen áreas de
conflictos geopolíticos y militares en ebullición que amenazan con estallar
en cualquier momento (como son los casos emblemáticos de Irán, Siria, y el
Kurdistán iraquí) impulsando el precio del crudo, incluso por encima de los
US$ 200 como vaticinan desde Hugo Chávez hasta analistas y directivos de
organizaciones de la industria petrolera.
El gran
temor (no confesado) de las autoridades del sistema es que la escalada del
petróleo y de los alimentos se junte finalmente con el estallido de algunos de
los frentes de conflicto geopolítico que acechan a zonas claves de la
producción petrolera mundial.
Si las
"turbulencias" en los mercados bursátiles se juntan finalmente con la
escalada de los precios del petróleo, la inflación y un desenlace de los
conflictos geopolíticos-militares latentes, pueden convertirse en dinamita
recesiva para la economía mundial y el sistema capitalista liderado por el
Imperio estadounidense.
Está
demostrado: El solo anuncio de que Irán posee misiles capaces de alcanzar
a Israel y las bases estadounidenses de la región incendió los mercados,
desató una histeria paranoica en Wall Street y mostró en carne viva la
crisis y las vulnerabilidades de la primer economía del sistema capitalista
imperial.
¿Que
pasaría con la inflación mundial y el precio de los alimentos si Israel y EEUU
-como señalan constantes y crecientes rumoores- iniciaran operaciones
militares a gran escala en Gaza, Líbano, Siria, con posible extensión a
Irán?
¿Y que
pasaría si Irán -como lo viene advirtiendo la Guardia Revolucionaria- bloquea
el Estrecho de Ormuz por donde transita el 40% de la producción mundial de
petróleo?
Todos
los analistas coinciden en que un conflicto árabe-islámico generalizado que
abarcara a Irán, Irak, y los países petroleros del Golfo (más del 70% de la
actual producción mundial de crudo),seguramente paralizaría mayoritariamente
los niveles de exportación y comercialización de petróleo a escala
mundial.
Y, como
emergente, EEUU, la Unión Europea, China, India, los tigres asiáticos y Japón,
las primeras y más poderosas economías del sistema capitalista (a su vez, los
grandes devoradores del petróleo mundial) reducirían y/o detendrían
notablemente su flujo de importación y exportación.
La
crisis financiera devendría en "crisis estructural" y el cóctel recesión +
despidos en masa = estallidos sociales y conflictos sindicales a escala global,
escaparía de las herramientas que utilizan la Reserva Federal y los bancos
centrales para controlar la "volatilidad de los mercados financieros".
¿Y que
pasaría simplemente si la actual escalada entre Israel, EEUU e Irán (sin llegar
a un ataque) se convierte en un despliegue preventivo de fuerzas militares en
la región?.
Sobre el
efecto inmediato que tendría en los precios del petróleo cualquier
oscilación en el teatro bélico del Golfo Pérsico y del Medio Oriente hay (como
en los juegos de casino) diversas apuestas: Para Chávez y un conjunto de
analistas y consultoras de Wall Street, el barril de petróleo está camino a
superar la barrera de los US$ 200.
Para
los empresarios de Gazprón, el gigante estatal petrolero, cualquier acción militar contra Irán
impulsará el barril de petróleo a US$ 250.
Pero hay otra hipótesis: En 7
meses el petróleo casi duplicó su precio (en diciembre último el
crudo se mantenía en la línea de los US$ 80 y hoy el precio del barril
casi toca los US$ 150).
¿Qué tal el barril a US$
300 si hay un desenlace con Irán antes de que Bush delegue el poder
en enero próximo?
¿Quién puede detener la
especulación financiera con el petróleo y las materias primas que hoy
conforma la más alta tasa de rentabilidad del sistema capitalista a
escala global?
En
resumen, y en términos estratégicos, petróleo + Irán + especulación
financiera, equivalen al Apocalipsis (colapso global del capitalismo)
que las propias instituciones y autoridades del sistema advierten impotentes y
sin fórmula para detenerlo.
Y como
ya está probado en la práctica económica mundial:
La dialéctica interactiva petróleo-crisis financiera-conflictos geopolíticos, el
oro negro (por su incidencia sobre el precio de los alimentos) ya se ha
convertido en el eje estratégico de una potencial crisis global del sistema
capitalista que puede estallar en este 2008, según vaticinan un conjunto de
especialistas.
Impulsado por la escalada del petróleo, el inmenso castillo de robo capitalista
construido sobre los cimientos de la especulación financiera se está derrumbando
y ya comenzó a desacelerar la economía estadounidense con un efecto dominó
recesivo sobre la economía global, tal como lo vienen anticipando el FMI, la
Reserva Federal y el Tesoro norteamericano, además de las autoridades monetarias
y principales gurúes (Greenspan, entre ellos) de los países centrales.
En este
escenario, lo que puede adelantar o retrasar el reloj del desenlace se
encuentra en el teatro de operaciones del Golfo Pérsico y del Medio
Oriente.
El
cóctel Irán-petróleo ya se escapó de las teorías conspirativas: En las matemáticas
resolutorias del conflicto del Medio Oriente ya se empezó a escribir el próximo
capítulo de la historia del sistema capitalista.
Con
nosotros adentro.
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(*) Manuel Freytas
es periodista, investigador y analista, especialista en inteligencia y
comunicación estratégica. Es uno de los autores más difundidos y referenciados
en la Web.
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