|
El presidente de EEUU George W. Bush:
fidelidad al lobby sionista. |
La presión del
lobby
Cuando se refieren al
lobby sionista (al que también llaman lobby pro-israelí) la mayoría de los expertos y analistas hablan
de un grupo
de funcionarios y tecnócratas de la derecha fundamentalista, en cuyas
manos está el diseño y la ejecución de la política militar norteamericana.
A
este lobby sionista se le atribuye el objetivo
estratégico permanente
de imponer la agenda militar y los intereses políticos y geopolíticos del
gobierno y el Estado de Israel
en la política exterior de EEUU.
Como definición, el
lobby es una
gigantesca maquinaria de presión económica y política que opera
simultáneamente en todos los estamentos del poder institucional estadounidense:
Casa Blanca, Congreso, Pentágono, Departamento de Estado, CIA y agencias
de la comunidad de inteligencia, entre los mas importantes.
Como objetivo
estratégico permanente, el lobby orienta sus acciones a imponer la
agenda militar y los intereses políticos y geopolíticos del gobierno y el Estado
de Israel en la política exterior de EEUU, valiéndose de funcionarios y
lobbystas que operan sobre las estructuras del Estado norteamericano.
El poder del lobby
pro-Israel, que incluye al AIPAC, la Conferencia de Presidentes, los PAC y
cientos de organizaciones locales formales e informales, se ve incrementado por su
influencia y
hegemonía sobre el Congreso, los medios de comunicación de masas,
las instituciones financieras, los fondos de pensiones y las
organizaciones fundamentalistas cristianas.
Los tecnócratas del lobby (neocons) provienen
principalmente
del lobby sionista
de Israel
la derecha cristiana
los think-tanks
las
fundaciones y los
grandes consorcios
mediáticos -diarios
y cadenas televisivas y radiales-
que integran la logia
empresarial
contratista
del Complejo Militar Industrial.
Después de la invasión a Irak, el lobby judío-estadounidense viene
realizando una campaña intensiva, a gran escala de demonización de Irán y Siria,
orientada a que EEUU consiga en la
ONU el voto de sanciones económicas contra Teherán.
John Bolton, que recientemente presentara su renuncia como embajador
de EEUU en la
ONU, fue el que más impulsó las presiones económicas y el ataque militar
contra Irán, siguiendo la agenda de AIPAC, el más
grande de los lobbies judíos estadounidenses.
La AIPAC y la Conferencia de
presidentes de grandes organizaciones judías (CPMJO)
,
llevan tres años llamando financiar y respaldar a los candidatos
políticos de la "solución militar" israelí al programa iraní.
Esto se verifica en los comunicados de prensa y en las
declaraciones de los presidentes de las mayores
organizaciones judías estadounidenses, los PMAJO.