egún apuntan los
medios británicos, en Gran Bretaña se habla de una
"conspiración de médicos islámicos", ya que seis de los ocho
detenidos por los frustrados atentados del fin de semana en
Londres y Glasgow son médicos, y tienen alguna relación
con el Servicio Nacional de Salud.
La prensa británica destaca que a diferencia de los "terroristas
suicidas" que, hace ahora dos años -el 7 de julio del 2005-
causaron una carnicería al atentar contra la red de transportes
londinense, y los que lo intentaron de nuevo pero no lo
consiguieron dos semanas después en la misma ciudad, esta vez
ninguno de los sospechosos identificados hasta ahora tiene
pasaporte británico.
Scotland Yard y los servicios británicos "sospechan" que
hay una "célula terrorista de militantes extranjeros",
casi todos ellos de origen islámico y procedentes de países de
Oriente Medio como Irak o Jordania, "ligados a Al Qaeda",
que utilizan su empleo en los hospitales británicos como
tapadera y que hasta ahora no habían llamado la atención de los
servicios de inteligencia.
Uno de los detenidos es Mohammed Asha, de 26 años, calificado
como un brillante neurocirujano y al que se le imputa ser el
supuesto "cerebro del grupo".
Palestino nacido en
Arabia Saudí y con pasaporte jordano, Asha se graduó en el 2004
en la Universidad de Jordán y trabaja como neurólogo en la
Universidad de North Staffordshire, en Stoke-on-Trent.
Asha fue detenido junto a su mujer, Marwah, de 27 años, que
trabaja como asistente médico también para el Servicio Nacional
de Salud, en una carretera en el condado de Cheshire (centro
oeste de Inglaterra).
Según la prensa británica, Bilal Talal Adam Abdulla, que estudió
Medicina en Bagdad y lleva en el Reino Unido desde abril del año
pasado, también bajo custodia policial, es uno de los dos
hombres que el pasado sábado intentaron lanzar un automóvil
envuelto en llamas contra la terminal de pasajeros del
aeropuerto de Glasgow.
Trabaja en el hospital Royal Alexandra, de Paisley, localidad
próxima a esa ciudad escocesa, donde precisamente tuvo que ser
ingresado con gravísimas quemaduras el conductor del vehículo,
de quien se dice que trabaja también en el mismo hospital.
Dos colegas de ambos, de 25 y 28 años, son al parecer médicos en
formación de origen saudí, y también es médico un indio de
Bangalore detenido en Liverpool que trabaja en el hospital de
Halton, en el condado de Cheshire.
Este último fue al parecer detenido, según dijo uno de sus
colegas al diario Muslim News, por utilizar el teléfono
móvil y la cuenta de Internet de otro individuo que abandonó
recientemente el Reino Unido.
A todos los capturados en suelo británico se suma la detención
en Australia de un médico de 27 años llamado Mohammed Haneef, de
nacionalidad india, que se lo sindica como "vinculado" con los
detenidos en el Reino Unido.
El sospechoso, considerado, según las autoridades, como un
"excelente" modelo ciudadano y un buen empleado, fue detenido
cuando se disponía a tomar un vuelo sólo de ida con dirección a
la India en el aeropuerto de Brisbane.
Los medios británicos destacan información de fuentes oficiales
coincidente en la existencia de una "red extranjera
terrorista" que se ha infiltrado en el Servicio Nacional de
Salud.
La diferencia con
anteriores persecuciones y detenciones de islámicos, estriba en
que, hasta ahora, la mayoría de los terroristas o sospechosos
detenidos en el Reino Unido eran ciudadanos británicos,
nacidos y criados allí, aunque sus familias fueran de origen
islámico.
La llegada de
extranjeros, supuestamente "vinculados a la red de Al Qaeda",
permite a Scotland Yard y los servicios británicos vincular a
los fallidos "atentados terroristas" con el "terrorismo
islámico" que opera tanto en Irak, como en Afganistán o el resto
de Medio Oriente.
O sea vincular
gradualmente la "psicosis terrorista" con Irak, Irán, Siria,
Líbano y Gaza, los "exportadores" centrales del "terrorismo
islámico", según Washington y Londres, que la puesta en
escena con los planes y atentados "fallidos" en Gran Bretaña
buscan poner en "evidencia".
Este martes, según la
cadena BBC, la policía británica detuvo a dos personas más en Blackburn, en el condado de Lancashire, bajo las condiciones
de la "Ley Antiterrorista" británica aprobada luego de
los atentados del 7-J.
Por otro lado, y
retroalimentado la psicosis, parte de la terminal 4 del
aeropuerto londinense de Heathrow, el de mayor tráfico aéreo de
Europa, ha sido evacuada tras el hallazgo de una "bolsa
sospechosa" poco antes del mediodía.
De esta manera,
continúa sin cesar la cacería de "terroristas islámicos"
lanzada tras la simulación de los atentados fallidos orientados
a crear una nueva ola de temor al "terrorismo islámico" en el
mundo.
Detrás de escena,
Washington y Tel Aviv, miden la reacción mundial y rediseñan
acciones militares contra Irán, Siria, Gaza y Líbano, los
máximos autores intelectuales y propagadores del "terrorismo
islámico".
Las grandes cadenas
mediáticas internacionales y locales, que presentan al "show
terrorista" sin ningún análisis, preparan el terreno para
que el plan con el "terrorismo islámico" funcione con total
impunidad a escala masiva.
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