En el hotel
Mombassa Paradise, en Kenya, de propiedad israelí,
donde en los últimos días se realizó un atentado "terrorista"
con el cual EEUU justificó un bombardeo genocida contra civiles
en la vecina Somalia, se realizó un Congreso con intervención de
países de Asia y Africa.
Sin los habituales turistas israelíes, que fueron evacuados en
prevención de atentados, el hotel se requisó para acoger la
asamblea general fundacional de una nueva ONG internacional,
WSF, Warlords sans frontières (Señores de la guerra sin
fronteras).
Generalmente se denomina "señores de la guerra" a los
jefes de grupos armados que disputan el control del poder local
en países empobrecidos de Asia y África, y controlan distintos
circuitos de la droga y el tráfico de armas de esas regiones,
además de ser colaboracionistas con la tropas invasoras de EEUU,
como es el caso de Afganistán y Somalia.
Increíblemente la ONG WSF (Warlords sans frontières), se
presenta como “humanitaria”, señalando en su declaración de
principios que quiere “instaurar una democracia inspirada en
la constitución estadounidense” en los países en los que
tiene representación, además de combatir contra toda forma de
terrorismo y subversión, especialmente de origen
islamista”.
Como era de esperar, y debido a los negocios que efectúan en las
zonas controladas por los señores de la guerra, el evento fue
fue patrocinado por las empresas Halliburton, UNOCAL, Bechtel,
Uzi y Beretta. Y un detalle: la empresa rusa Kalashnikov declinó
la oferta de los organizadores para sumarse al evento.
En presencia de delegados de 37 países y regiones de Asia
y África, y después de dos noches de debates se eligió de forma
unánime la Junta Directiva con cinco presidentes rotativos.
La Junta Directiva está integrada por Abdul
Rashid Dostom (Afganistán), Hamid Karzai
(Afganistán), Massud Barzani (Irak), Yalal Talabani
(Irak) y Hussein Mohamed Farah Aidid (Somalia).
Este último será el que ejerza el cargo de presidente en los
primeros seis meses.
El general Hussein Mohamed Farah Aidid, el aliado más importante
de Washington en Somalia, es el más emblemático de los
nuevos “señores” de Somalia, y se hizo famoso en 1993 cuando era
miembro del cuerpo de marines y participaba en la
operación Restore Hope del ejército americano en Somalia.
Como era el único militar estadounidense que hablaba somalí, sus
servicios de traductor-intérprete eran muy solicitados,
especialmente para los tratos con su padre, el general Farah
Aidid, que entonces luchaba contra la intervención de EEUU.
EEUU lanzó en diciembre de 1992 la operación, "Devolver la
Esperanza", presentada con un barniz humanitario en plenas
luchas entre los señores de la guerra somalíes, y en un intento
de marketing tras los bombardeos a Irak de la Guerra del Golfo,
en 1991, con el padre de W. Bush como presidente..
La operación resultó una derrota y fue asumida, con
iguales resultados, por la ONU (150 cascos azules muertos).
En octubre de 1993, los marines sufrieron una humillante derrota
30 soldados muertos y dos helicópteros Black Hawk derribados,
cuando intentaron acabar con el señor de la guerra Mohamed Farah
Aidid, padre del marine Farah que invadió su propio país
como marine norteamericano.
Posteriormente EEUU se valió de Etiopía y de los "señores de la
guerra" aliados, como es el caso del ex marine Aidid, para
combatir a los rebeldes islámicos que se habían apoderado de la
mayoría de país y controlaban su capital, Mogadiscio, hasta que
debieron replegarse en los combates mantenidos a fin de año.
En un encuentro de los jefes de clanes en Somalia, el 2 de enero
pasado, Farah Aidid, hoy un operador de la CIA, señaló que
Etiopia era el único país que se había preocupado por
Somalia y de intentar establecer un Estado “cuando todos nos
habían abandonado”.
Este personaje es el primer presidente rotativo de la pomposa
SF, Warlords sans frontières (Señores de la guerra sin
fronteras), cuyo congreso se realizó en el hotel Mombassa
Paradise, en Kenya, mientras EEUU resolvía intervenir
militarmente en Somalia, donde sus bombardeos ya mataron a casi
doscientos argumentando la busca de "celulas terroristas" de Al
Qaeda.
Al evento se invitó a observadores de 13 países, entre los que
destacan Argelia, Congo, Colombia, Indonesia y las Islas Fidji.
Dos embajadores de EEUU e Israel con destino en Nairobi,
participaron y observaron atentamente las sesiones.
Durante la velada de inauguración del congreso, los
participantes asistieron a la proyección de la pelicula de
Ridley Scott, "Black Hawk derribado" , que relata la
operación militar de los marines estadounidenses en
Mogadiscio en 1993, que terminó en un desastre para las tropas
estadounidenses victimas de una encerrona y de una matanza.