bbas y su partido Al Fatah fue calurosamente felicitado la semana pasada por
los tres principales socios del lobby sionista, Israel, EEUU y Gran Bretaña por
haber realizado la convocatoria a nuevas elecciones que desato el enfrentamiento
armado interno con más de dos decenas de muertos.
El encuentro del sábado se realizó en la residencia oficial de Olmert en
Jerusalén,y fue anunciado por la oficina de Olmert y un consejero de Abbas
poco antes de que comenzara, tras varios días de intensos preparativos.
Olmert y Abbas se habían reunido brevemente en una oportunidad anterior en
Jordania, bajo el auspicio del rey Abdulá II.
El encuentro se prolongó cerca de dos horas, y el convoy de Abbas salió a toda
velocidad del edificio.
Algunos funcionarios israelíes dijeron que en el encuentro con el "presidente
palestino" se acordaron algunos "temas", sin mencionar que Hamás (excluido de la
reunión) representa al ejecutivo palestino elegido democráticamente en las
últimas elecciones.
El anuncio del encuentro entre el primer ministro judío y el "agente sionista"
de palestina, como era previsible, reavivó -según la agencia Associated Press-
los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad aliadas con Abbas y
militantes de Hamás, especialmente en la Franja de Gaza.
Existen temores de que los palestinos terminen en una guerra civil, señalan este
sábado Associated Press y otras agencias.
El líder supremo exiliado de Hamás, Jaled Mashaal, prometió el sábado que las
elecciones no se realizarán.
"¿Es posible hablar de elecciones anticipadas, cuando las elecciones (previas)
aún están frescas? ¿Es posible transgredir la ley y la constitución?", expresó
al canal de televisión árabe satelital Al Yazira. "Cualquier medida que viole la
ley no será (permitida)", indicó.
Israel ofrece como propuesta clave a Abbas la liberación de impuestos y otros
fondos que el estado israelí recoge para los palestinos, pero que congeló
después que Hamás llegó al poder.
Esto es, la liberación de impuestos y fondos así como el levantamiento del
bloqueo económico (que está causando una catástrofe humanitaria en Palestina) es
ofrecida a Abbas con la condición de que éste "elimine" por cualquier vía el
gobierno de Hamás elegido a principios de año.
La reunión entre Abbas y Olmert se produce a pocos días de que el primer
ministro británico, Tony Blair, hiciera un llamado para volver a la mesa de
negociaciones luego de realizar una gira por Medio Oriente.
El gobierno palestino es boicoteado por Occidente, que reprocha a Hamás que
se niegue a reconocer a Israel y que no respete los acuerdos israelo-palestinos
firmados en el pasado.
El bloqueo económico provocó una crisis político-financiera sin
precedentes en los territorios palestinos.
Paralelamente, el ejército israelí mató a dos militantes del grupo radical Yihad
Islámica durante una operación en un pueblo del norte de Cisjordania, indicaron
testigos.
Hamás y Al Fatah acordaron una nueva
tregua el miércoles por la tarde en la Franja de Gaza, pero los militantes
armados de ambas facciones siguen desplegados en las calles, aunque rige la
tregua.
La cadena BBC en español señala que el
gobierno israelí quisiera ver al Presidente Mahmud Abbas victorioso en la
contienda actual.
Según la BBC, el dilema de Olmert es apoyar a Abbas sin que "parezca
un títere" de Israel.
Las agencias internacionales coinciden en que el encuentro entre los dos líderes
desatará nuevos enfrentamientos internos entre Hamás y Al Fatah.
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