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(IAR-Noticias) 08-Noviembre-06
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George Bush y John Negroponte |
Según
medios y analistas estadounidenses, la escalada mortífera en Irak de las
tres últimas semanas fue determinante para el crecimiento en las mediciones de
los demócratas, quienes convirtieron al país ocupado en el eje central de su
estrategia de campaña, logrando eclipsar la táctica electoral con el
"terrorismo" de Bush y los republicanos.
Informe
especial
Ira k, con un promedio de entre 60 y 70 muertos diarios, se convirtió -según los
sondeos- en un cadalso electoral
para la administración republicana de Bush que puede perder en las elecciones de
este martes la mayoría que detenta en las dos cámaras legislativas del Congreso.
Según los expertos, entre 70% y 80% de las muertes en Irak están
producidas por masacres de escuadrones de la muerte y atentados
explosivos de grupos controlados por la CIA, que se concretan mediante
ataques a mezquitas y entidades comunitarias, o secuestros y ejecuciones de
personas, principalmente de ciudadanos de origen suní.
 Esos ataques tienen un objetivo preciso: promover y alimentar la guerra civil
en Irak.
Entre el lunes y el viernes de la semana pasada, a 4 días de la elección en EEUU,
los ataques explosivos habían dejado más de 140 muertos, y habían aparecido más
de 150 cadáveres ejecutados y torturados por escuadrones de la muerte.
Sorpresivamente, el viernes pasado, y cuando la administración republicana de Bush se
encontraba acorralada por la escalada mortífera iraquí usada como
marketing electoral por los demócratas, aterrizó en Bagdad el "espía mayor" de
Bush, John Negroponte, director de inteligencia nacional de EEUU.
En el momento que Negroponte pisaba suelo iraquí los atentados del día
registraban más de treinta muertos y 57 cadáveres habían aparecido en Bagdad.
Milagrosamente, desde que el "espía mayor" tocó suelo iraquí se detuvo la
ola sangrienta y los ataques y apariciones de cadáveres fueron declinando
hasta desaparecer.
A pesar de las advertencias del "derramamiento de sangre" que traería la condena
a muerte de Saddam realizada por el gobierno iraquí, no se registró ninguna
escalada y el país permanece en relativa "calma" desde el viernes.
Es más, las autoridades iraquíes atenuaron este lunes el
toque de queda impuesto en Bagdad y en dos provincias del país para prevenir
una escalada de violencia tras la condena a muerte de Saddam Hussein, mientras
la mayoría chiita festejaba la sentencia frente a las protestas sunitas.
La evidencia está a la vista: la orgía mortal "desapareció"
milagrosamente de las calles de Irak en el momento que el jefe de la
inteligencia norteamericana (bajo su comando se encuentran todas las agencias,
incluida la CIA) llegó al país.
Pero el milagro no se produjo solo en Irak: los ataques de Israel en Gaza,
que entre miércoles y viernes dejaron 46 palestinos muertos y decenas de
heridos, fueron declinando hasta casi desaparecer, a solo 24 horas de las
elecciones en EEUU.
Este martes, el
Ejército israelí anunció su retiro de la franja de Gaza tras haber
concluido la operación "Nubes de otoño" en la que asesinó al menos a 57
palestinos, hiriendo a otros 200.
¿Casualidad? Nada de eso: milagro Negroponte.
El "espía mayor de Bush"
estuvo en Tel Aviv el miércoles donde se reunió con el gabinete de Olmert y con
la cúpula militar del Estado judío, donde horas antes también estuvo
Consejero de Seguridad Nacional de
EEUU, Stephen Hadley que también visitó Irak "sin previo aviso", cinco
días antes que Negroponte. ¡Cuántas coincidencias!
John Negroponte, el "espía mayor" de
Bush, llegó el viernes a Bagdad de manera sorpresiva y se dirigió directamente a
un encuentro con el primer ministro Nuri Al-Maliki para "dialogar sobre la
situación de la seguridad en el país", según dijo la oficina del líder
iraquí en un comunicado.
El primer ministro se reunió con Negroponte en la
súper-amurallada "Zona Verde" de Bagdad donde están la sede del gobierno títere
iraquí, y varias embajadas extranjeras, además de todos los representantes de
las trasnacionales que lucran con la sangre de Irak, y los corresponsales de
medios internacionales que escriben sobre la "guerra" desde la habitación de sus
hoteles protegidos.
Negroponte conoce al dedillo la zona, ya que -hasta ser nombrado director de
inteligencia el año pasado- comandó la súper embajada norteamericana en Irak, la
más grande del mundo, que cuenta con un plantel de 3000 empleados, agregados a
los 600 agentes de la CIA que operan desde allí.
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Féretros con soldados de EEUU muertos en
Irak. |
Tanto Negroponte como el actual embajador de EEUU en Irak, Zalmay Jalilzad, son
integrantes incondicionales del "círculo aúlico" de Bush, y son soldados de la
causa que lideran el vicepresidente Cheney y el jefe del Pentágono, Donald
Rumsfeld, jefes políticos del lobby judío que controla la Casa Blanca.
De manera tal, que la cuestión del encuentro con el primer ministro Al Maliki
(que se presentó como el objetivo principal de la visita) no fue nada más que la
"cáscara formal" con la cual se encubrió una cumbre de Negroponte con el
embajador, el mando militar, y el jefe de la estación local de la CIA.
Como lo saben todos los que manejan información clasificada sobre Irak, la
embajada, el alto mando militar y la CIA conforman el diseño del "poder real"
en el Irak ocupado, en tanto que el llamado "gobierno iraquí" solo se ocupa de
las tareas administrativas, sin ingerencia en las decisiones estratégicas.
Según nuestras propias fuentes en Bagdad, el verdadero objetivo de la presencia
del jefe de la inteligencia estadounidense estaba marcado por la escalada
mortífera que tenía a los halcones de Washington acorralados contra las cuerdas
y a merced de los demócratas y de sus usinas mediáticas.
En la semana, el vicepresidente Cheney, en una sorpresiva aparición
pública, había señalado que el incremento de la "violencia terrorista" a pocos
días de los comicios estaba destinada a perjudicar electoralmente a los
republicanos, sin entrar en más detalles.
De acuerdo con nuestras fuentes, el jefe del lobby judío de la Casa Blanca se
refería a los que ya es vox populi en los círculos de inteligencia militar en
Bagdad: esto es, que sectores iraquíes y de la inteligencia estadounidense
-vinculados a las usinas demócratas- estaaban detrás de algunos de los más
resonantes casos de atentados explosivos y de exterminio de los escuadrones en
los últimos días.
La teoría, en principio -señalaban nuestras fuentes- cerraba con la "guerra
electoral" de demócratas y republicanos trasplantada en Irak, y parte de la
masacre y torturas de los últimos días no estaría ejecutada por los comandos
controlados por la CIA oficial (los que lanzaron, desde el 22 de febrero, un
exterminio programado para provocar una "guerra civil") sino por grupos
operativos "paralelos" infiltrados en la resistencia iraquí.
En Bagdad -detallaron nuestras fuentes- ya se hablaba de "mejicaneada" de
sectores de la CIA local, en componenda con sectores del gobierno y del poder
chií pro-Irán que (de la mano de los ayatolas de Teherán) comienzan a vislumbrar
un diseño de poder "post-Bush" de la mano de los demócratas.
En este contexto de asegurar la "calma de Irak" a horas de las elecciones
se habría enmarcado la "Cumbre de la Embajada" conducida por el "espía mayor" de
Bush.
La presencia de Negroponte y la reunión del "estado mayor" ocupante -según esta
versión manejada en Bagdad- estuvo orientada a "retomar el control" y
neutralizar una inédita escalada sangrienta a pocas horas de los comicios de
este martes.
Lo que efectivamente está sucediendo a menos de 24 horas de los comicios,
pero no garantiza que no estalle una escalada sangrienta el día de las
elecciones motorizada por la "interna" del gobierno iraquí.
Lo cierto, lo concreto, lo verificable, es que tras la presencia del "espía
mayor" de Bush, en el Irak "sangriento y violento" no voló ni un cohete de
navidad.
¿Casualidad o evidencia de lo adelantado por IAR Noticias, el mismo
viernes, cuando se conoció la presencia de Negroponte en Irak?
Nuestro axioma editorial se basa en un principio: las casualidades no existen, y
los milagros están agendados en las operaciones y juegos estratégicos del
poder.
Lo que explica su vez, el "misterio" Negroponte en Irak y en Gaza.
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