( IAR-Noticias) 29-Noviembre-06
|
Blindado de la OTAN en Afganistán |
El presidente George
W. Bush inicia una nueva gira
este martes. que lo llevará primero a la
cumbre de la Organización del Tratado del
Atlántico Norte (OTAN) y luego recorrerá Medio Oriente en la
búsqueda de aliados para la "guerra contra el terrorismo",
a la que sitúa como eje estratégico de su política exterior en
su segundo mandato.
Atento a que EEUU mantiene la OTAN para conservar su dominio
sobre la política exterior y de defensa europea, y para incluir
al espacio post-soviético en el esquema imperial
norteamericano del mundo, Bush será la figura central en la cumbre de la alianza atlántica
a realizarse en Riga este martes.
Encargada, desde su creación, de proteger a los países
occidentales contra el bloque soviético, la Organización del
Tratado del Atlántico Norte (OTAN) debería haber desaparecido
con el fin de la Guerra Fría.
Sin embargo la Alianza se amplió con el ingreso de ex repúblicas
soviéticas y se inventó -tras el 11-S- un nuevo enemigo estratégico para
justificar su existencia: "el terrorismo internacional".
El bombardeo y la invasión a Yugoslavia (ahora Serbia) estableció un precedente en
cuanto a la posibilidad de atacar en alianza con EEUU, sin apoyo de la ONU,
un país encuadrado dentro del "eje del mal", anterior al 11-S.
Después del 11-S en EEUU, y como instrumento de la "guerra
preventiva" contra el "terrorismo" iniciada por Washington, la OTAN
participó del ataque y la ocupación de Afganistán.
En nombre de la "guerra contra el terrorismo", la alianza
atlántica fue alineando poco a poco los ejércitos de los países que la
componen en la "guerra contraterrorista" desarrollada por el Pentágono a escala
global y con la complicidad de las potencias capitalistas del Consejo de
Seguridad de la ONU, tradicional bastión del lobby exterior de Washington.
Desde hace casi 5 años la Fuerza Internacional de Asistencia para la
Seguridad (ISAF) de la OTAN comparte la
responsabilidad con las fuerzas ocupantes estadounidenses de mantener el "orden"
y combatir al "terrorismo" en territorio afgano.
El 29 de septiembre
de 2006, los ministros de Defensa de la OTAN, reunidos en Portoroz (Eslovenia),
decidieron que en adelante la alianza atlántica asumiría sola la misión
represiva contra la resistencia afgana.
La ISAF, hoy comandada por un general británico, que ya cuenta
más de 20 000 hombres, incluye 12 000 soldados
estadounidenses de la coalición de voluntarios.
A partir de febrero de 2007 los británicos dejarán el mando al general estadounidense Dan K. McNeil,
de manera tal que las tropas europeas quedarán bajo las órdenes
del Pentágono estadounidense.
Con ese panorama, sesionará los próximos martes y miércoles la
Cumbre de la OTAN por primera vez en Riga, Letonia, un estado
Báltico, y por segunda en un país post- soviético de Europa del Este.
|
Jóvenes afganos protestan contra la
presencia de las tropas de la OTAN |
La presencia de Bush en la cumbre estará orientada a ampliar la
alianza y buscar mayor apoyo para "combatir al terrorismo"
a edscala global,
necesidad con la que coincide el secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, un incondicional aliado de Washington.
La jefatura de la OTAN reiterará en la cumbre a los 26 estados miembros la
necesidad de incrementar la presencia de los 31.000 efectivos
desplegados en el estado centroasiático, según fuentes de la
alianza atlántica citadas por agencias internacionales.
Los planes de Washington chocan con el rechazo de varios
aliados, entre ellos España y Alemania, quienes se niegan a
desplazar sus tropas desde el norte a la región meridional, la
más violenta del estado centro-asiático.
Tanto Madrid como Berlín persisten en alejar sus soldados de los
encarnizados combates, que ya han causado centenares de muertos
y heridos entre
las tropas de la OTAN.
El tema afgano será el centro más polémico de la cumbre,
aunque también, y por impulso de la delegación de EEUU,
dialogarán con Bush sobre Irak y Medio Oriente.
El presidente estadounidense pedirá un mayor compromiso
financiero y militar a los 26 miembros de la alianza, y les
solicitará a los países miembros que eliminen las restricciones
que impusieron a sus soldados.
Tras el fin de la guerra fría,
las
ex repúblicas socialistas que fueron parte de la Unión Soviética -y del Pacto de Varsovia-, ahora son miembros
de la OTAN, la fuerza militar liderada por Estados Unidos que nació para
combatir la expansión militar del ex Imperio Soviético del que formaban
estos flamantes miembros de la alianza atlántica.
Atrás quedaron los años
de la "guerra fría", la confrontación Este-Oeste con la Unión Soviética, siete
naciones del ex bloque comunista, Estonia, Lituania, Rumanía, Bulgaria,
Eslovaquia y Eslovenia, se incorporaron en el 2004 a la Organización del
Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Desde
el fin de la Guerra Fría, la estructura militar atlántica controlada por EEUU primero,
incorporó a Polonia, Hungría y la República Checa, y luego hizo lo mismo con Rumania
y Bulgaria. Además, con las tres repúblicas bálticas de Lituania, Letonia y
Estonia, el poder de la OTAN llega casi hasta Finlandia.
Según los expertos, el actual cerco militar de la OTAN sobre
Rusia es más estrecho hoy que en la época del Pacto de Varsovia
y la Guerra Fría entre la Unión Soviética y EEUU.
La mitad de las repúblicas ex soviéticas mantienen
presencia militar de Estados Unidos o de la OTAN, y hasta
Ucrania es hoy definida como parte de la "zona de seguridad"
americana. representada en la OTAN.
|
Soldados de la OTAN en Afganistán |
Luego de participar en los bombardeos y el genocidio contra
Serbia en 1999, en la llamada "guerra humanitaria" emprendida
para derrocar a Milosevic por la administración Clinton, la OTAN
participó igualmente con la administración Bush de los
bombardeos y la ocupación de Afganistán tras los atentados del
11-S en EEUU.
De la "guerra contra el Imperio soviético", y de la
"guerra humanitaria" estadounidense en los ex enclaves
soviéticos, la OTAN pasó a conformar la columna vertebral
estratégica de la "guerra contraterrorista" en
Afganistán.
Hoy, en la agenda de Bush y de los halcones de la Casa Blanca,
está la idea y el proyecto de extender la participación de la
fuerza atlántica a Medio Oriente, principalmente en Irak, donde
Washington planea una operación similar a la de Afganistán:
sustituir gradualmente a las fuerzas estadounidenses por tropas
de la OTAN.
En la Cumbre
de la OTAN en Estambul, en el 2004, Bush y Blair no consiguieron que se apruebe la ingerencia de la alianza
atlántica en la ocupación militar de Irak.
Hoy, con la masacre programada de la CIA para producir la "guerra civil", y con
los 120 muertos diarios que contabiliza la ONU en un informe, Washington espera
"convencer" a sus socios de la OTAN para que
la Alianza intervenga
militarmente en Irak y Medio Oriente.
El argumento central de Washington para implicar militarmente a la alianza en
Irak y Medio Oriente pivotea sobre dos ejes centrales: la "guerra civil y el
caos" en que se encuentra Irak, y su potencial extensión a Líbano,
Palestina, y que afectaría principalmente a las corporaciones
estadounidenses y europeas que lucran con grandes "negocios" en la región.
En ese objetivo central de implicar a los países miembros de la
Alianza en
Irak y Medio Oriente se orientará la participación de Bush en la
cumbre de Riga a realizarse entre el martes y el miércoles.
|