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Lo demuestra un informe del FBI

La CIA ocultó datos y protegió a los supuestos autores del 11-S

Un  informe de la Oficina del Inspector General del FBI, difundido el 9 de junio de 2005, revela por primera vez como la CIA encubrió datos y protegió la presencia de dos de los autores del 11-S, antes de los ataques, dando nuevos indicios de que detrás de los atentados estuvo la "mano negra" del poder norteamericano.

(IAR-Noticias) 07-Oct-05    

Informe especial

El informe del Inspector General del FBI revela por primera vez que la CIA no sólo no informó "correctamente" al FBI sobre el movimiento de sospechosos de terrorismo previo al 11-S, sino que funcionarios de la Agencia intervinieron para suprimir un memorándum escrito por un agente del FBI dirigido al Centro de Contraterrotismo de la CIA (CTC), informando acerca de individuos sospechados de actividades terroristas con visas de EEUU.

Curiosamente, la prensa norteamericana, marcadamente "anti-Bush" en la mayoría de sus estamentos, le otorgó escasa "relevancia" y sólo realizó comentarios superficiales sobre el documento de más de 400 páginas.

El estudio interno del FBI provee varias revelaciones importantes acerca de como la CIA y el resto de las agencias de inteligencia estadounidenses ignoraron y aún suprimieron las advertencias en el período que se prepararon los ataques contra las torres y el Pentágono.

El capítulo más probatorio en el informe del Inspector General del FBI está relacionado con Khalid al-Mihdhar y Nawaf al-Hazmi, dos de los presuntos secuestradores del 11-S quienes vivieron la mayor parte del 2000 y 2001 en el área de San Diego.

El informe detalla, al menos cinco instancias durante ese período en que la CIA deberían haber detectado y tomado en cuenta su presencia y propósitos.

Los dos hombres entraron a EEUU al aeropuerto internacional de Los Angeles en enero 15 de 2000,  en un vuelo procedente de Bangkok, Tailandia.

Midhar, según el FBI, fue uno de los  participantes en una reunión de "operativos" de Al Qaeda en Malasia, donde él y otros fueron fotografiados por un agente infiltrado de la CIA.
 
Los dos hombres fueron rastreados por la CIA cuando viajaban de Malasia a Tailandia., y hay informes de la Agencia analizando el viaje de Mihdhar y el hecho que tenía una visa de EEUU en su pasaporte saudí.

El informe del FBI señala que fue tan intensa  la vigilancia que los agentes obtuvieron una fotocopia del pasaporte y la "estampilla" de la visa y la enviaron a los cuarteles centrales en Langley, Virginia.

Dos meses más tarde, la estación de la CIA en Bangkok identificó a Hazmi como el compañero de viaje de Mihdhar, e informó que había viajado de Bangkok a Los Angeles el 15 de junio de 2000.

La CIA informó al FBI de la reunión de Malasia, incluso sobre la presencia del sospechoso Mihdha en ella, pero ocultó la mención de su pasaporte con una visa de múltiples-entradas en EEUU, proporcionándole fácil acceso al territorio norteamericano, donde el FBI tiene la principal responsabilidad en contraterrorismo.

Según el informe, una fuente de inteligencia de EEUU identificó a uno de los participantes en la reunión de enero de 2000 en Malasia como el jefe del ataque al Cole, y el FBI, que tenía las responsabilidad de conducir esa investigación, comenzó un seguimiento de todos los que estuvieron en la reunión.

Sin embargo, en reuniones efectuadas en enero de 2001 y de nuevo en mayo y junio de 2001, los funcionarios de la CIA no le informaron  al FBI que Midhar, asociado con los sospechosos de organizar el ataque al Cole, tenía un visa de EEUU, o que Hazni, el socio de Midhar, había ingreado a los EEUU.

Tampoco la CIA puso al sospechoso en ninguna otra lista de vigilancia, lo que hubiera disparado un alerta inmediatamente.

A cara descubierta

Dos semanas después de su arribo a Los Ángeles, Mihdhar y Hazmi, dos de los supuestos secuestradores del 11-S,  se trasladaron a San Diego y fueron protegidos por un agente de inteligencia de Arabia Saudita.

En mayo de 2000, los dos hombres, cuya entrada a EEUU la CIA no reportó, alquilaron una habitación a otro individuo de San Diego, quien era un informante del FBI, y que informó de su llegada y sus nombres al agente que lo controlaba.

El informante del FBI no es mencionado en el reporte del Inspector General, pero ha sido identificado en informes de prensa previos como Abdussattar Shaikh, otro inmigrante saudí (ambos Shailk y el que lo controlaba en el FBI, ahora retirado, rechazaron hablar con el Inspector General del FBI).
 
Según el informe del FBI, las acciones de Hazmi y Mihdhar sugieren fuertemente que ambos han sido protegidos (supuestamente por la CIA) y que ellos lo sabían.

Ellos no se manejaban como ocultos conspiradores, tratando de evadir al más poderoso aparato de espionaje del mundo, sino como personas indiferentes a las amenazas a su seguridad, señala el informe sugiriendo que la CIA los tenía bajo control.

De acuerdo al informe del FBI: "...ellos no intentaron esconder sus identidades. Usando los mismos nombres de sus documentos de viaje y con algún contacto, al menos, en la comunidad de inteligencia, alquilaron un departamento, obtuvieron su licencia de conducir del Departamento de Vehículos del estado de California, abrieron una cuenta bancaria y recibieron tarjetas de crédito. Compraron y usaron automóviles y seguros, tomaron lecciones de vuelo en una escuela local, y obtuvieron un teléfono figurando el nombre de Hazmi en la guía".

 La obviedad de la presencia del supuesto "terrorista" sólo pasó desapercibida porque la CIA, quien conocía todos sus movimientos, decidió no informar con claridad al FBI de su presencia.

Según el informe, en junio de 2000, Midhar dejó los EEUU, no retornando hasta julio 4 de 2001, cuando voló hacia el aeropuerto Kennedy de Nueva York. Residió en San Diego varios meses, luego se trasladó a Phoenix y eventualmente a la Costa Este.

La CIA finalmente le informó al FBI lo que sabía sobre Mihdhar y Hazmi en agosto 27-2001, cinco días después de que el FBI descubriera independientemente, en agosto 22, que Midhar podría estar en los EEUU, abriendo su propia investigación.

Los pasos preliminares para localizar a Mihdhar y Hazmi sólo fueron tomados hacia el 11 de setiembre, cuando los dos hombres abordaron el avión de American Airlines.

El detalle del relato del caso de los supuestos secuestradores Mihdhar y Hazmi , en el informe del FBI, complica fuertemente a la CIA en el encubrimiento de su presencia en territorio estadounidense.

El agente del FBI, llamado "Dwight" en el informe del Inspector General, escribió el memorandum , un informe de la Central Inteligencia (CIR), el 2 de enero de 2000, sólo horas antes de la realización de la reunión de Malasia donde intervinieron Mihdhar y Hazmi.

El encubrimiento de la CIA

Según el informe del inspector general, el mismo día una funcionaria de oficina de la CIA, llamada "Michelle", ejecuta instrucciones de su supervisor bloqueando la distribución del los CIR al FBI.

Tres horas después, "Michelle" escribe y hace circular un cable interno de la CIA que resume la información sobre Midhar, incluyendo su visa de EEUU de múltiples entradas.

Este circular declara que sus documentos de viaje han sido copiados y pasados "al FBI para más investigaciones". Esta mentira fue usada luego por la CIA para sostener su declaración inicial según la cual ellos habían notificado acerca de Midhar.

Este cable (de la agente "Michelle") no puede ser un error inocente, ya que fue enviado después de que su autora cambiara las instrucciones a "Dwight" ordenando que su memo del FBI no fuera enviado.

Según el informe  del Inspector General, nadie de la CIA o el FBI pudo verificar  la declaración del cable de "Michelle", quién afirmó que la CIA había notificado al FBI sobre la presencia del sospechoso Midhar. 

Una declaración que contradecía lo que la CIA había realizado en la práctica, o sea el ocultamiento y protección de los dos supuestos "terroristas" en suelo estadounidense.

Puntualmente el informe aclara que la CIA inicialmente retuvo información sobre la existencia del memorandum de advertencia del agente del FBI  "Dwight", de enero de 2000, enviado desde la oficina del Inspector General.

Señala  el informe:
"En febrero de 2004, sin embargo, mientras nosotros estábamos revisando una lista de documentos de la CIA, a los que habían tenido acceso empleados del FBI asignados en la CIA, notamos el título de un documento que parecía ser relevante a esa revisión y que no había sido anteriormente informado a nosotros. La Oficina del Inspector General de la CIA (OIG) no había obtenido este documento en conexión con esta revisión. Nosotros obtuvimos el documento, conocido como Reporte de la Central Inteligencia(CIR). Este CIR era un escrito dirigido al FBI conteniendo información sobre el viaje de MIdhar y la posesión de una visa de EEUU. Como resultado del descubrimiento de este nuevo informe, más tarde determinamos que no había sido enviado al FBI antes del 11/9. (ver sección III, A, abajo). Nosotros tuvimos que reentrevistar a varios agentes del FBI y la CIA y obtener documentos adicionales de la CIA. El descubrimiento de este documento de la CIA retrasa la finalización de nuestra revisión". 

Las evidencias son inequívocas: primero la CIA retiene el documento procedente desde el FBI, luego la CIA trata de ocultar la existencia del documento con la prueba postmorten del FBI.

El informe del FBI señala que ninguno de los que recibieron o leyeron el CIR alertando sobre la presencia de los sospechados de terrorismo en suelo estadounidense escrito por "Dwigth", pudieron recordar nada sobre la advertencia.

Dos párrafos del informe del Inspector General describen como la CIA y el FBI se complotaron para esconder la existencia de la advertencia sobre la presencia de dos de los presuntos autores del 11-S en los días previos:

"Cuando nosotros (el FBI) entrevistamos a todos los individuos relacionados con el CIR, ellos dijeron que no recordaban nada sobre el mismo. Dwigth le dijo al OIG que él no recordaba haber tenido en cuenta la información sobre Mihdhar, no recordaba ninguna discusión sobre las razones para retardar el envío  y la distribución de los CIR. Malcolm dijo no recordar haber revisado nada de los tráficos de cables, o ninguna información, acerca de Hazmi y Mihdhar. Eric dijo al OIG que él no recordaba el CIR".

"Los empleados de la CIA también dijeron que ellos no recordaban el CIR. Aunque James, el empleado de la CIA destinado en los cuarteles del FBI, declinó ser entrevistado por nosotros, afirmando que no recordaba el CIR, ni ninguna conversación para ponerlo en retención, o porque no fue enviado".

"Terroristas" engañados

Estos dos párrafos del informe sugieren claramente que una "mano negra" de Washington intervino para silenciar los testimonios sobre un hecho clave (el encubrimiento de la presencia de dos de los supuestos autores del 11-S) a partir del cual podría dirigirse una investigación orientada a descubrir el verdadero rol de la CIA en la preparación y ejecución de los atentados contra las Torres Gemelas y Pentágono.

Si se siguiera hasta el fondo el hilo de la investigación, podría quedar revelado que los secuestradores de los aviones que impactaron en las torres y en el Pentágono, fueron extremistas islámicos infiltrados, entrenados, financiados y protegidos por la CIA, que sólo fueron informados de que iban a realizar un secuestro.

Es decir, que en ningún momento fueron informados de que los aviones iban a ser desviados "por control remoto" para que impactaran en las Torres Gemelas, en una operación militar de relojería.

La trama de infiltración, entrenamiento y reclutamiento de los secuestradores, podría dejar en claro que la presencia de los "terroristas" (engañados por la CIA) en los aviones sirvió de encubrimiento y argumento para ocultar y/o desviar la atención de los verdaderos ejecutores de los atentados que se encontraban en alguna de las dependencias del Pentágono y la Casa Blanca.

Eso explicaría, entre otras cosas, porqué la "gran prensa imperial" norteamericana oculta celosamente las investigaciones y los indicios fundamentales sobre la trama y el desarrollo del 11-S, concentrándose en banalidades como los supuestos "errores" y "fallas" tanto de la administración Bush como de los organismos de inteligencia, incluida la CIA.

Para los expertos que investigan el 11-S, en cambio, en los atentados no hubo "fallas" oficiales, sino responsabilidad de la Casa Blanca, el Pentágono y la CIA en la planificación y ejecución de los ataques que fueron utilizados como argumento para invadir posteriormente Irak y Afganistán.

 

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