Pese a la distancia ideológica entre ambos gobiernos, la
Venezuela de Hugo Chávez y el Irán de Mahmud Ahmadinejad son aliados
políticos y comerciales en una suerte de "frente antihegemónico"
contra la visión global de EE.UU. Y como socios de la Organización de
Países Exportadores de Petróleo (OPEP), buscan subir el precio de crudo,
que fue récord en 2006 y ahora cedió.
De eso hablaron ambos presidentes en la gira del iraní por Venezuela,
Nicaragua y Ecuador, otro productor que dejó la OPEP durante el gobierno
pronorteamericano de Sixto Durán Ballen (1992) pero que ahora --con Rafael
Correa como presidente-- quiere volver. El cartel lo aceptará, según dijo
el influyente ministro de Energía saudita Ali al Naimi, y desde ya Chávez,
a cuyo gobierno Correa admira. "Volveremos a la OPEP y renegociaremos
los contratos petroleros con nuestros inversores privados", dijo a
Clarín el ministro de Energía ecuatoriano, Alberto Acosta.
De acuerdo con BP (ex British Petroleum) Irán es el 4ø productor mundial
de crudo y el 6ø de gas. Tiene las segundas napas más grandes de crudo,
sólo detrás de Arabia Saudita; y de gas, sólo menores que las de Rusia.
Venezuela es el 6ø productor de crudo; posee la mayor reserva del recurso
en las Américas y la segunda de gas luego de EE.UU. Los OPEP posee datos
similares. Caracas y Teherán quieren sumar su poderío.
El viernes, en la cumbre del Mercosur en Brasil, Chávez pidió apurar una
reunión de la OPEP. El cartel fijó un esquema de cuotas en 2006 que
vence este 1ø de febrero. Y podría haber novedades en cuanto a la
típica política de frenar el bombeo para robustecer los precios. Chávez ya
lo anticipó cuando recibió a Ahmadinejad en Caracas: "Vamos a recortar
producción y salvaguardar el precio". El barril vale US$ 52, cuando en
2006 amenazó con superar los US$ 80. Según expertos, la caída obedece a
sobreoferta y a un invierno suave en el hemisferio norte. Es claro,
el poder que surge del petróleo no es igual con un precio que con otro.
Ahmadinejad y Chávez, cuyos países dependen mucho de la venta de petróleo
(Venezuela, sobre todo a EE.UU.; Irán a Japón y otros mercados), quieren
fortalecer el precio del barril y sostenerlo en el tiempo. Pero Arabia ya
avisó que no tiene apuro.
Gustavo Callejas, ex subsecretario de Combustibles, dijo a Clarín:
"Venezuela e Irán quieren juntar su poderío en la OPEP para tener más
juego frente a la pro estadounidense Arabia. Chávez logró ordenar el
cartel cuando llevó a Alí Rodríguez. Antes los países árabes se trampeaban
bastante".
Para Gustavo Lahoud, del Instituto Idicso de la Universidad del Salvador,
Irán "exporta mucho crudo pero tiene déficit en refinado.
Ahmadinejad perdió recientes elecciones y tiene problemas económicos.
Busca posicionarse mejor en su país y necesita de los recursos de América
Latina, así como de la mejor capacidad técnica que mostró Venezuela
cuando PDVSA superó el lock out contra Chávez en 2002". Para Callejas, en
ciertas áreas Venezuela va detrás y por eso también busca aliarse con un
país de similar grado de desarrollo y firmar acuerdos de cooperación.
¿Chávez tiene más reservas?
Venezuela dice tener la mayor reserva petrolífera
del mundo, 300 mil millones de barriles, sumando 80 mil millones ya certificados
y lo de la Faja del Orinoco. Si se confirma, cambia el tablero geopolítico
de la energía mundial ", dijo el experto Gustavo Lahoud. Callejas coincidió: "En
la Faja hay crudo muy pesado, que sólo sirve para carbón. Pero sin duda tienen
mucho para sacar y refinar. Si no, no estarían allí todas las multinacionales
del mundo"
Hasta ahora la mayor napa comprobada es saudita (22% del mundo), dicen la OPEP y
auditores privados. Pero hay mucha trampa. Cuando América latina empezó a
revisar la apertura neoliberal de los 90, sobre todo en la gestión nacionalista
del ex ministro boliviano Andrés Solíz Rada, firmas privadas admitieron haber
sobrevaluado sus reservas para inflar negocios. "No se sabe aún cuánto tiene
Venezuela, pero va a ser impactante", coinciden.
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