La decisión de China de respetar la propiedad privada tras 58 años de
comunismo y revisar su modelo de desarrollo ("desequilibrado e insostenible",
dijo el viernes el gobierno) supone dos pasos llamados a impactar a pleno en
la economía global, en la que el gigante asiático ya es el cuarto jugador de
peso por el talle de su PBI, detrás de EE.UU., Japón y Alemania, y en ascenso.
En 1978, dos años después de que muriera el líder Mao Tse-tung, China inició su
apertura. Si entonces su comercio exterior sumaba US$ 20 mil millones, ahora
pasa el billón. En 1992, un año después de que implosionara la Unión
Soviética, el gran reformador Deng Xiaoping se subía a un rascacielo de
Shenzhen y miraba su obra. Murió en 1997 pero el control político a través del
partido único y la apertura económica se desplegaron sin pausa.
El PBI per cápita se duplica cada lustro y la máquina no para. El gobierno debe
abastecer y calmar a un "mundo" entero: 1.325 millones de habitantes, cuya
mayoría vive en el campo y participa poco o nada de la fiesta de consumo
costeño, de Shanghai a Hong Kong, pasando frente a Taiwan.
En 2004, en Buenos Aires, el ministro de Comercio Bo Xilai dejó atónita a una
platea con las cifras orientales, por ejemplo: cada día nacen 44 mil bebés,
como 2 ó 3 ciudades nuevas a diario.
"El gobierno desea cualquier cosa menos volver a la deflación de los '90 o a un
escenario similar al Japón de esos años; el crecimiento es la piedra angular del
proyecto del Partido Comunista Chino (PCC): no podría sostener su legitimidad
sin él", dijo Gustavo Girado, de la consultora Asia & Argentina, a Clarín.
Pero el gobierno advirtió que revisarán una expansión con límites sociales y
ambientales en China y, por la demanda de recursos (cobre, hierro, soja,
energéticos), en todo el mundo. "Mi mente está llena de problemas", dijo el
primer ministro Wen Jiabao en el tono poético de su pueblo. Ayer, ya el Banco
Central subió la tasa de interés para enfriar la demanda de dinero. Y
antes, un control bursátil y bancario, con igual objetivo más el combate a la
especulación, golpeó a la bolsa de Shanghai.
China irá despacio. El martes, una protesta en Zhushan (sur) acabó con un
muerto. Cada año, según Beijing, hay 25 mil revueltas rurales por tomas
de tierras o corrupción oficial. Por eso, pisar el crecimiento --acentuado en las
urbes pero donde van a trabajar muchos de los 800 millones de campesinos-- es
riesgoso, si bien también lo es, dijo Wen, que siga desequilibrado e inflado por
una liquidez desregulada, dijo Wen.
El ingreso per cápita es de US$ 1.600 (en Argentina es el triple), pero hay
millones que ganan 1 dólar diario y, en la otra punta, un grupo con US$ 23 mil
millones en conjunto, o 1% del PBI. Muchos son del PCC e hicieron dinero en
bienes raíces o en grandes empresas públicas.
"La velocidad actual de la economía genera cuellos de botella sectoriales,
amplía la brecha de ingresos entre costa e interior y campo y urbe, y siembra
graves problemas futuros, como el ambiental. Por eso necesitan ajustar, pero con
cautela", indicó Girado.
Salvando distancias, hay un símil con Argentina. En 2006, el PBI creció aquí
8,5% pero el consumo, 7,7%. Para el gobierno kirchnerista hay margen para seguir
bombeando la economía a "tasas chinas" e incorporando pobres al consumo, más en
un año electoral. Y descarta el ajuste fiscal o monetario que piden los
liberales. La realidad china es otra, pero el PCC sabe que enfriar el ritmo de
su crecimiento debe analizarse con cuidado.
En cuanto a la propiedad privada para negocios e individuos (la tierra seguirá
estatal, salvo excepción), la reclamaba el sector privado local y extranjero,
que aporta 50% o más del PBI chino de US$ 2,2 billones. Y el PCC por años fue
limando diferencias entre sus alas moderna y conservadora para hacer pasar la
ley que corona la marcha capitalista.
La "seguridad jurídica" inflará más el flujo de capitales a China. Seguirá
cambiándola y, desde allí, trastocando al mundo por la gran demanda de recursos,
una política en la cual deben leerse los acuerdos que los chinos buscan en
Latinoamérica y Africa.