Las caídas se produjeron sin que
hubiera una noticia específica que causara alarma respecto de la salud de la
economía mundial.
Si bien los inversionistas extranjeros tienen poco acceso directo a las
acciones de empresas en China, el prolongado auge bursátil ha aumentado la
importancia de las bolsas chinas en el mundo.
Por eso, para muchos analistas no fue una sorpresa que los mercados emergentes
estuvieran entre los más afectados. Las bolsas latinoamericanas, en especial,
experimentaron un día de fuertes ventas, reaccionando también a
otros factores, entre ellos los comentarios del ex presidente de la Reserva
Federal de Estados Unidos, Alan Greenspan, de que es posible que EE.UU. caiga
en una recesión este año. Estos descensos son un recordatorio de que muchos
mercados globales tienen sus riesgos, un factor que los inversionistas
internacionales parecieron no tomar tan en serio en los últimos meses de
mercados alcistas.
Pero los países emergentes no fueron los únicos que sintieron el impacto
chino. El Promedio Industrial Dow Jones de Estados Unidos también se vio
fuertemente afectado, cayendo 416 puntos, o 3,29%, su peor caída desde
septiembre de 2001.
Además, para empeorar las cosas en Nueva York, en algún momento del día el
índice Dow Jones cayó más de 500 puntos. Pero una parte de ello se debió a un
problema de sistema, que comprimió los volúmenes de transacciones
transcurridos entre las 2 y 3 de la tarde a un lapso de poco minutos. El
resultado fue que muchos inversionistas creyeron que el índice se estaba
desplomando a una velocidad mayor de lo que ocurría de verdad.
Shanghai, ¿un asunto local?
La caída de 8,8% en el Índice Compuesto de la Bolsa de Shanghai viene tras un
impresionante período de alzas que comenzó a mediados de 2005. Pese al
pronunciado bajón del martes, que borró una capitalización de US$100.000 millones
de las bolsas chinas, éste sólo eliminó las ganancias acumuladas en los seis
días previos de actividad bursátil.
En términos porcentuales, el declive bursátil de martes fue el más grande en
China desde la caída de 8,9% el 18 de febrero de 1997. Esa vez, el desplome
fue provocado por rumores sobre la muerte de Deng Xiaoping, el líder que
introdujo las reformas de mercado a China (de hecho, un día después falleció).
Pero la economía china sigue siendo sólida y pocos analistas creen que la
caída de martes sea un punto de inflexión para las bolsas de ese país. El lunes,
el índice de Shanghai había superado por primera vez la marca de 3.000 puntos.
Los analistas dicen que el bajón refleja que algunos inversionistas chinos
están preocupados de que el gobierno tome medidas para enfriar las bolsas de
ese país. Pero, agregan estos analistas, los sucesos del martes no afectarán la
sólida trayectoria de crecimiento bursátil.
La sacudida devolvió el índice de Shanghai a los niveles que tenía hace sólo
unos días. El índice terminó el martes en 2.771,79 puntos, un poco por encima de su
marca del 9 de febrero. Este lunes había cerrado en un récord de 3.040,60. Las
bolsas chinas estuvieron cerradas toda la semana pasada por la festividad del
Año Lunar.
El martes no hubo ningún anuncio importante del gobierno y los analistas dicen que
las bolsas chinas seguirán con un sólido desempeño. De hecho, hay signos que
sugieren que muchos inversionistas regresaron de la semana de fiestas con
ganas de mayores participaciones. El lunes, por ejemplo, el fondo mutuo
perteneciente a una empresa conjunta llamada CCB-Principal Fund Management
alcanzó su meta máxima de suscripciones —cerca de US$1.290 millones— sólo
pocas horas después de abrir el proceso de postulación.
"Los inversionistas están optando por reducir sus posiciones para evitar las
fluctuaciones de mercado", dice Chen Huquin, un analista de Huatai Securities.
"Pero es demasiado pronto para decir que el mercado ha alcanzado su cima".
Tras languidecer durante años, los precios de las acciones en China se han
disparado en los últimos 20 meses. Este auge ha provocado que millones de
chinos hayan entrado por primera vez a las bolsas. El ritmo acelerado de
inversiones elevó el índice de Shanghai en 130% durante 2006, una tasa de
crecimiento que ha preocupado a las autoridades.
Muchos corredores bursátiles aseguran que el histórico cierre del lunes
aumentó su nerviosismo, ya que podría ser una nueva razón para que el gobierno
adopte medidas de enfriamiento, como nuevos impuestos sobre las ganancias.
Los temores sobre posibles medidas oficiales para enfriar los mercados ya han
reducido la velocidad de las bolsas chinas este año. Tras la caída del martes, el índice de Shanghai acumula un alza de 3,6% este año. Las sesiones bursátiles
más destacadas de 2007 han involucrado caídas en los precios, provocadas por
distintas advertencias de las autoridades, como la reducción de créditos y
límites al tamaño de los fondos mutuos.
Ahora, los operadores bursátiles están atentos si el Congreso del Pueblo, que
se realizará la próxima semana, traerá novedades para su sector. Casi nunca es
el caso, excepto en 2005, cuando el premier Wen Jiabao indicó su ansiedad
respecto de las pérdidas de los inversionistas. Pocas semanas después, los
reguladores lanzaron nuevas reglas para la propiedad de títulos bursátiles,
las cuales, según muchos, dieron inicio al actual auge de las bolsas.