actuando como adjuntas al Ministerio
de Asuntos Exteriores de Israel, ha alzado una sola voz en público contra la destrucción masiva de
hogares, hospitales, oficinas, supermercados, convoyes de refugiados, iglesias y
mezquitas, ni contra el asesinato deliberado de civiles, fuerzas de paz de la
ONU y trabajadores en misiones de rescate, realizados por medio de bombardeos
de precisión israelíes en Líbano.
En un artículo titulado "El
lobby y la invasión israelí de Líbano: sus datos y los nuestros", traducido
al español por el periódico Rebelión, Petras señala que todo el lobby judío se
ha hecho eco con lujo de detalles de la mentira oficial israelí de que las
muertes libanesas fueron debidas a la utilización por la resistencia libanesa de
“escudos humanos”, a pesar de la total devastación de los suburbios
meridionales de Beirut, densamente poblados, totalmente fuera del alcance de los
cohetes de Hezbolá.
Según Petras, los activistas del
lobby judío han publicado la cifra de 41 civiles israelíes muertos, aunque
olvidan mencionar que sólo 23 eran judíos, y los 18 restantes miembros de
las minorías árabe musulmana y cristiana, que forman en torno al 20% de la
población.
La desproporcionada cifra de
víctimas árabe-israelíes es el resultado de la política del Gobierno de Israel
de proporcionar refugios y sirenas de alarma a los judíos, mientras
pasaba por alto las necesidades de seguridad de sus ciudadanos árabes, señala.
La proporción de civiles muertos
en relación con los soldados fue de 41 a 116, es decir, el 26% del total de
víctimas israelíes (pero si sólo tomamos en consideración los israelíes judíos y
los miembros del ejército, la proporción fue de 23 a 116, es decir, que el 16%
de las víctimas judías fueron civiles), precisa el pensador norteamericano.
Para Petras, es evidente que la
resistencia libanesa dirigió la mayor parte de su fuego al ejército israelí
invasor. En cambio, en Líbano, de las 1.181 víctimas contabilizadas hasta
hoy, 1.088 fueron civiles y sólo 93 combatientes.
En otras palabras, el 92% de
los muertos libaneses fueron civiles, es decir más de tres veces la
proporción de civiles víctimas de la resistencia libanesa, y casi seis veces la
proporción de civiles muertos (los únicos que cuentan para la máquina
propagandística del lobby). Dicho de una manera más clara y brutal: se han
registrado más de 47 víctimas libanesas por cada civil judío-israelí
muerto, añade.
La magnitud de la operación de
enmascaramiento realizada por el lobby judío -señala Petras- es mensurable en
detalle. El ejército israelí lanzó sobre Líbano cada día durante 27 días 5.000
cohetes, bombas revientabúnkeres de 5 toneladas, y bombas de racimo, así como
bombas de fósforo antipersonal, lo que asciende a 135.000 cohetes, bombas y
proyectiles de artillería, puntualiza.
Durante los últimos siete días
de la guerra, Israel lanzó 6.000 bombas y proyectiles por día, es decir,
42.000 en total, lo que sumado a lo anterior supone 177.000 unidades, todo ello
concentrado en un territorio densamente poblado de un tamaño equivalente al más
pequeño de los Estados Unidos.
Por su parte -continúa Petras- la
resistencia nacional libanesa lanzó 4.000 cohetes durante los 34 días, lo que
arroja un promedio de 118 por día. La relación es de 44 a 1, para no
mencionar las diferencias de tamaño, los efectos letales a largo plazo de
los miles de bombas de racimo que no explotaron (casi 50 víctimas, muertos y
mutilados) desde el final de las hostilidades), ni la política de tierra
calcinada puesta en práctica por Israel en su incursión militar.
Cuando se analiza la publicación
Daily Alert, un panfleto propagandista elaborado por el Jerusalem Center for
Public Affairs (una agencia propagandista semioficial del Gobierno israelí) para
la Conferencia de presidentes de grandes organizaciones judías de EE UU (Conference
of Presidents of Major America Jewish Organizations - CPMAJO) es imposible
hallar la mínima mención al hecho de que el Estado judío ha estado matando casi
diez civiles libaneses por cada combatiente, mientras que la resistencia de
Hezbolá ha matado a cuatro veces más soldados israelíes que civiles de esta
nacionalidad (judíos y gentiles), afirma Petras.
Ni un sólo artículo de opinión,
editorial o comentario reproducido por Daily Alert, recogido de The Wall Street
Journal, The Washington Post, The National Telegraph, The New York Sun, USA
Today, The Boston Globe, The New York Times, Haaretz, The Jerusalem Post or The
Times británico menciona el hecho de que los tan cacareados bombardeos “de
precisión” tuvieron un gran éxito en la matanza de civiles, mientras que las
armas mucho menos sofisticadas de los defensores libaneses hicieron blanco
principalmente en los miembros del ejército invasor, añade Petras.
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