|
(IAR-Noticias) 31-Mayo-06
AP
|
 |
|
Estudiantes chilenos colocan barricadas en el centro de
Santiago, Chile, durante una manifestación y enfrentamiento con la policía, el
martes 30 de mayo de 2006. (Foto AP/Aliosha Marquez) |
Más de 600.000 estudiantes secundarios de todo el
país, respaldados por universitarios, políticos y la ciudadanía, paralizaron
clases el martes para exigir reformas al sistema educacional, que tildan de
clasista, planteando la peor crisis que ha enfrentado la presidenta Michelle
Bachelet.
Dirigentes estudiantiles convocaron a manifestaciones al interior de sus
escuelas, pero miles de escolares salieron a las calles en el centro de la
ciudad y en varias comunas, protagonizando escaramuzas con la policía. Al menos
tres policías y seis civiles resultaron heridos y unos 380 escolares fueron
detenidos, según cifras oficiales.
Los jóvenes empezaron sus protestas callejeras hace un mes y al no poder
controlar a encapuchados que se infiltraban, se replegaron a sus escuelas, las
ocuparon o paralizaron las actividades.
Los escolares piden gratuidad de los pases en el transporte público y de una
prueba de selección universitaria, más raciones alimenticias, cambios a la
jornada escolar completa y reformas a la ley que rige la educación.
El gobierno advirtió que no conversaría bajo presión, pero la extensión del
conflicto lo obligó a dialogar
Bachelet dijo el lunes: "Que nadie se equivoque, esta Presidenta se la va a
jugar por la educación".
Tras un fracasado encuentro en la víspera, el ministro de Educación, Martín
Zilic, se reunió el martes con los dirigentes estudiantiles y ofreció la
gratuidad de la prueba de selección universitaria para los más pobres. Se
desconocen otros detalles, pero los estudiantes dijeron que habrá nuevas
reuniones y que su movimiento no será levantado por ahora.
Zilic dijo que el diálogo seguirá el miércoles y que está optimistas de que
habrá un acuerdo.
Varios colegios particulares paralizaron el martes, incluida la escuela donde
estudia la hija menor de Bachelet, Sofía. El apoyo a los estudiantes cruza todos
los sectores.
La mayor demanda estudiantil es la reforma de la Ley Orgánica Constitucional
de Enseñanza (LOCE), firmada por el ex dictador Augusto Pinochet a un día de
dejar el poder en 1990. Esa ley entregó la responsabilidad de la educación a las
municipalidades, algunas muy ricas, otras medianas, muchas muy pobres. Hasta
entonces, las escuelas Chile estaban a cargo del estado.
La ley estableció la libertad de empresa en la enseñanza por sobre el derecho
a la educación, según expertos. Los empresarios crean escuelas, cobran a los
padres y también reciben una subvención estatal por cada estudiante.
Esa subvención es de 30.000 pesos, unos 57 dólares, por estudiante, mientras
la inversión de los padres supera los 200.000 pesos, unos 380 dólares, por
alumno, según el ex ministro de Educación José Joaquín Brunner.
El dirigente estudiantil Javier Romero dijo que los estudiantes quieren que
"el estado sea el único garante y administrador de la educación pública. Sólo
así se dará una mayor igualdad".
El oficialismo intentó modificar la LOCE en 1992, pero lo impidió la
oposición derechista, que tras ver la magnitud del actual conflicto, accedió a
analizar el problema.
|