en Líbano y Palestina,
parecido al Holocausto, o cuando acusó indirectamente
a Bush de planificar y ejecutar el 11-S en EEUU.
Cuando el
presidente venezolano resumía a Colombia como una "base" de EEUU y a
Uribe como un títere USA, precisaba con claridad el rol de ese país y sus
gerentes de turno en la estructura del control regional de Washington.
Lo de Chávez con las grandes cadenas
parecía avanzar por el lado de una modalidad comunicacional de aprovechamiento común donde
las estructuras mediáticas utilizaban el "producto Chávez" para captar
audiencia y el líder bolivariano se valía de ellas para lanzar a escala masiva
sus mensajes y denuncias contra el Imperio.
Chávez, al
contrario de lo que todo el mundo creía, no improvisaba. en todo
momento, y por medio de sus discursos contra el Imperio , lanzaba globos de
ensayo con técnicas de guerra psicológica a través de las portadas, titulares e
imágenes de las grandes cadenas internacionales.
El mandatario venezolano le "tomó
el tiempo" a la metodología funcional de las cadenas internacionales y
decidió salirse del papel burocrático de presidente para convertirse en un
formidable editor de noticias (el mejor) que en vez de un medio especifico
utilizaba a toda la estructura de la prensa mundial para "publicar".
Chávez,
para el buen observador, no decía los discursos comunes y esquemáticos de un
presidente vulgar: titulaba, presentaba y desarrollaba noticias que luego
el aparato mediático distribuía por todo el planeta.
Si se observaba con atención, los
grandes conglomerados mediáticos que "rebotaban" los discursos de Chávez contra
el Imperio, simultáneamente, y durante las 24 horas, también desarrollaban
campañas embozadas o directas contra el presidente venezolano a través de
"información" o de "análisis" de operadores de la CIA o del Departamento de
Estado insertados como "columnistas".
Esto no les impedía mostrar sus
pantallas y titulares con Chávez generando audiencia con sus dardos envenenados
e irónicos que convirtieron a Bush, el entonces presidente del Imperio,
en el hazmerreír del mundo.
Este fenómeno quedó demostrado cuando
Chávez mostró en pantalla el libro de Noam Chomsky, "EEUU: Hegemonía o
supervivencia", durante sus célebre discurso contra "Bush Diablo" en la Asamblea
de la ONU.
Casi por arte de magia, y demostrando
el nivel de penetración del mensaje de Chávez, el libro se convirtió en
un best seller mundial citado y comentado en todas las grandes cadenas de
diarios, radio y televisión.
Publicado hacía tres años, el libro
dormía plácidamente en los sótanos de las librerías, en la lista de Amazon
estaba en el puesto 26.000, y se convirtió en número uno en ventas tras
la mención de Chávez, a tal punto -y según el mismo lo expresó- que el primer
sorprendido fue el propio Chomsky.
A nivel de evaluación, la promoción
del libro de Chomsky le permitió al presidente venezolano comprobar hasta que
punto podía movilizar opinión pública internacional, y qué niveles de difusión
masiva y planetaria alcanzaban sus discursos.
Es un día
de profunda tristeza para los que todavía luchan (y resisten) contra el sistema
capitalista criminal que niveló el planeta a su imagen y semejanza.
Y es un día de rutilante alegría y
celebración para los que odiaron y demonizaron a Chávez desde las
estructuras más reaccionarias de las potencias imperiales y sus clases sociales
racistas y contrarrevolucionarias.
Y están
los que lo lloran...y los que bailan con su muerte. Con Chávez se muere un
tiempo. Y la simbología de su muerte trasciende su proyección política
regional o internacional.
Chávez
fue el ultimo grito masivo del antiimperialismo militante. La expresión
verbal del antisistema. El verbo contrainformativo contra el dominio mediático
de un imperio que sustituyó los fusiles por la manipulación y el control masivo
de de cerebros.
Chávez
fue la palabra y la denuncia. El gran rupturista del mensaje unificado y
blindado del sistema capitalista erigido como "mundo único". Fue la
piedra en el estanque. el gran despertador de conciencias desde los propios
medios del sistema que adormecen la conciencia.
Chávez
fue un guerrero inclaudicable contra los nuevos ejércitos mediáticos de
dominación que utilizan el mensaje informativo como arma de guerra.
Murió
Chávez. Murió el ícono del discurso antiimperialista masivo a escala
global. El mundo de la contrainformación hace silencio. Y el sistema, y el
antisistema, continúan con otros protagonistas.
(*) Manuel
Freytas es periodista, investigador, analista de estructuras del poder,
especialista en inteligencia y comunicación estratégica. Es uno de los autores
más difundidos y referenciados en la Web.
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