La semana pasada Wall Street sufrió
su peor caída desde 2008 y el impacto se contagió por el
planeta.principalmente en los mercados financieros de América Latina
La baja de la calificación de la
deuda de EE.UU. el viernes y las cada vez más crecientes señales sobre un
nuevo proceso recesivo en la economía mundial hicieron derrumbaron los
mercados globales.
Pese a la movilización de gobiernos y
autoridades financieras para contener el pánico, el temor a una nueva
recesión global y el nerviosismo de los inversores ante la rebaja crediticia
de EEUU de AAA a AA+ por la agencia Standard & Poor's (S&P), el viernes pasado,
hizo que se desplomaran las bolsas del mundo entero.
El
domingo, en una entrevista concedida al diario australiano Weekend Australian ,
el presidente del Banco Mundial aseguró que los problemas de deuda
soberana en la Eurozona son más inquietantes que los problemas “a mediano y
largo plazo” responsables de la degradación de la calificación crediticia de
EEUU.
La
semana pasada se desató un movimiento de pánico en las bolsas del
mundo entero, con caídas históricas que promediaron el 5% en Europa y Wall
Street, en especial el lunes y el miércoles, con cierta recuperación el
viernes.
"Estamos en los primeros momentos de una tormenta nueva y diferente, no es
igual que en 2008", cuando estalló la crisis financiera, alertó el titular
del BM. Ahora los gobiernos tienen menos “margen de maniobra” para estimular la
economía, estimó.
“La mayoría de los países desarrollados agotaron su margen fiscal y su política
monetaria alacanzó la máxima flexibilidad posible”, declaró.
“En las últimas dos semanas, el mundo pasó de una dificultosa recuperación a
varias velocidades, con los países emergentes y algunas economías como Australia
creciendo bien y los países desarrollados con problemas, a una fase nueva y
más peligrosa”, subrayó en la entrevista.
En cuanto a los problemas de deuda en la Eurozona, las decisiones tomadas hasta
ahora por los políticos “se quedan cortas respecto a lo que se necesita”,
interpretó. “La lección de 2008 es que cuanto más tarde se actúa, más hay que
hacer”, afirmó, y se preguntó si los países europeos en dificultades “podrán
superar en algún momento los problemas que los azotan”.
El domingo, en un discurso ante la Asia Society en Sidney (Australia), Zoellick
aseguró que EE.UU. contribuyó a la pérdida de confianza de los inversores en los
mercados con el agrio debate que vivió el Congreso de ese país en julio para
evitar una suspensión de pagos.
Los legisladores finalmente aprobaron una ley a último momento para aumentar el
techo del endeudamiento y evitaron que la mayor economía del planeta entrara en
default a comienzos de agosto. Pero fue luego de una furiosa batalla que
obligó al presidente Barack Obama a ceder a varios reclamos de la oposición
republicana.
“Francamente, los mercados están acostumbrados a que Estados Unidos juegue un
papel principal en el sistema y liderazgo económico”, dijo. Aunque aclaró: “No
es que Estados Unidos se enfrente a un problema inminente”.
El presidente del BM afirmó que una convergencia de situaciones en EE.UU. y
Europa puso nerviosos a los inversores en países afectados por la deuda
soberana de la Eurozona y la alta tasa de desempleo.
“Lo que hemos visto es que la confianza es un frágil elemento de cómo funciona
el mercado financiero”, explicó Zoellick. “Creo que estas situaciones combinadas
con otras fragilidades nos ha llevado a una nueva zona de peligro. Y no
pronuncio estas palabras a la ligera”, reiteró.
El funcionario manifestó su deseo de que los políticos se tomen en serio la
actual situación económica, y llamó a adoptar acciones para devolver la
confianza de “los empresarios y los consumidores”.
Por otro lado, Zoellick calificó los mercados emergentes como una oportunidad de
crecimiento .
“Alrededor de la mitad del crecimiento se debe a los mercados emergentes”,
cuando en la década de 1990 esta proporción era solamente de un 20%.
Con respecto a China, Zoellick consideró que la tasa de inflación registrada en
julio en ese país, de 6,5%, la mayor subida de precios en 37 meses,
probablemente haya motivado una apreciación del yuan. Y alertó que si la
inflación china alcanza un 9 o un 10%, podría causar problemas de liderazgo en
el gigante asiático.
El peligro de
recesión acechante

La mayoría de las principales
economías del mundo se encaminan hacia un período de menor crecimiento y cada
vez es más probable que EEUU comparta ese destino, según los indicadores
adelantados compuestos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico (OCDE).
El organismo con sede en París dijo el lunes que su indicador adelantado de
actividad económica en sus 34 miembros bajó en junio al nivel de 102,2 frente a
102,5 en mayo, lo que sugiere que el crecimiento económico probablemente se
desacelerará.
"Los indicadores adelantados compuestos... siguen apuntando a una desaceleración
de la actividad en la mayoría de países de la OCDE y en grandes economías que no
pertenecen a este grupo", dijo la OCDE.
Entre las economías desarrolladas, la OCDE señaló que sus indicadores apuntan a
desaceleraciones en Canadá, Francia, Alemania, Italia y Reino Unido, mientras
que entre las economías en desarrollo, los indicadores apuntan a
desaceleraciones en Brasil, China e India.
La OCDE dijo también que los indicadores apuntan cada vez más a
desaceleraciones en Estados Unidos, Japón y Rusia.
El indicador adelantado para Estados
Unidos bajó en junio a 103,1 desde 103,3, tras permanecer estable en mayo. En
cuanto a Japón, el indicador adelantado cayó en junio a 103,6 desde 103,8.
Los indicadores de la OCDE están diseñados para dar señales tempranas de cambios
de tendencia entre la aceleración y la desaceleración de la actividad económica
y se basan en una amplia variedad de series de datos con historial de dar pistas
sobre la actividad económica.