The Wall Street Journal el Pentágono y el Departamento de Estado acuden ahora a los contratistas de
defensa para consolidar el "sistema democrático" y promover la estabilidad
política en países de alto riesgo (países pobres en conflicto).
De esta manera, los grandes
contratistas del Pentágono, además de hegemonizar los contratos de ventas de
armas a nivel mundial, ahora pueden participar de proyectos civiles para
desactivar "potenciales crisis" que afecten a la "gobernabilidad
democrática", con programas tan simples como la
asesoría de abogados o clases de reparación de autos.
Según el
Journal, la Casa Blanca
contrató a Lockheed Martin (primer vendedor de armas
del mundo) para poner a prueba un principio cada vez más extendido de su
política de seguridad.
Este principio -subraya- conocido
como "poder blando" (la democracia) , mezcla el poderío militar con
operaciones destinadas a mejorar la estabilidad política y la influencia
estadounidense en rincones del mundo como Liberia.
Lockheed Martin Corp. se
convirtió en el contratista de defensa número uno de Estados Unidos a través de
la venta de armamento sofisticado como el avión de combate F-35 Joint Strike
Fighter.
Su última contribución al arsenal estadounidense: la capacitación de fiscales en
el Ministerio de Justicia de Liberia.
De acuerdo con el Journal, Washington teme que las naciones afectadas por la
pobreza y las pugnas políticas provoquen conflictos regionales y fomenten las
organizaciones "terroristas".
El secretario de Defensa de EEUU, Robert Gates,
afirmó que el problema que plantean los estados fallidos "es de
muchas formas el desafío ideológico y de seguridad de nuestra era".
Las firmas de defensa están ansiosas de
"ayudar", señala el Journal.
"La definición de seguridad
global está cambiando", según el presidente de Lockheed Martin, Robert Stevens.
El ejecutivo quiere que el fabricante de los aviones de combate más avanzados de
la Fuerza Aérea se convierta en un factor clave en la campaña estadounidense
para usar medios económicos y políticos para alinear a países con los intereses
estratégicos de Washington y el "proyecto democracia" a escala planetaria.
Lockheed es uno de los fabricantes de equipos militares que espera participar en
la licitación de un contrato del Departamento de Estado para apoyar "programas
internacionales de desarrollo en el sector del derecho penal", cuyo valor podría
alcanzar los US$30.000 millones para un período de cinco años.
Liberia -señala el
Journal- es una prueba de fuego para determinar si
Lockheed está capacitada para
este "nuevo rol" de los contratistas de defensa.
El país africano emergió en 2003
de dos décadas de intermitente guerra civil. Fue entonces cuando BAE, una
subsidiaria de Lockheed, así como DynCorp, empezaron a "reconstruir"
y a vender armas a las fuerzas
militares de ese país en nombre del gobierno estadounidense. Su presidenta, Ellen
Johnson Sirleaf, ha estado fomentando una relación sólida con la Casa Blanca desde que asumió
el cargo en 2006.
Northrop Grumman Co., el tercer mayor contratista de defensa de EEUU después
de Lockheed y Boeing, entrenó a soldados senegaleses en "misiones de paz" sobre los aspectos legales de los
"derechos humanos".
A
principios de 2010, DynCorp
International Inc. compró Casals & Associates Inc., una firma especializada en
fomentar los sistemas jurídicos y de salud pública en "países en desarrollo"
(léase países pobres).
La
adquisición "fortalece nuestra alineación con el énfasis del gobierno de Barack
Obama en el uso del 'poder inteligente' para los desafíos globales", dijo el
presidente ejecutivo de DynCorp, William Ballhaus, al anunciar el acuerdo.
En 2008, el contratista de servicios y tecnología militar L-3 Communications
Holdings Inc. adquirió International Resources Group Ltd., compañía que trabaja
en proyectos de desarrollo económico, de energía y otros en decenas de "países
en desarrollo".
Otro gigante del sector, BAE
Systems Inc., ha proporcionado antropólogos para que acompañen a soldados
estadounidenses en Irak y Afganistán y los "ayuden a entender las culturas
locales".
BAE dice que está buscando más contratos "de poder inteligente" en
África, el continente adonde se dirige la mayoría de estos programas de
"afianzamiento de la democracia" .
En resumen, la extraña asociación
entre las armas y la "democracia" implementada por Washington nos remite a una
parábola: Los "derechos humanos", la "paz" y la "democracia" se
imponen a punta de bayoneta.
Es la sustancia matriz del "poder
blando" y el "poder duro".
Estrategias convergentes
Desde hace más de 20 años, la
democracia de mercado (el "poder blando") convive con los
arsenales nucleares militares de EEUU y las potencias imperialistas (el "poder
duro").
Se trata de una estrategia de
"dos caras" orientada a preservar el dominio
geopolítico y
militar global del sistema capitalista, tanto por vías de la
"persuasión" como por
vías del poder armado.
La estrategia del control
político y social por medios militares (de las dictaduras militares de la
doctrina de "seguridad nacional"), fue sustituida gradualmente por
administraciones civiles, poderes ejecutivos, parlamentos y cortes de
justicia totalmente maleables a los intereses y objetivos de los bancos y las
trasnacionales capitalistas en en las áreas dependientes de Asia,
Africa y América Latina.
El término "poder blando" (soft
power) fue acuñado por el profesor de la Universidad de Harvard Joseph Nye, en
su libro de 1990 Bound to Lead: The Changing Nature of American Power, que luego
desarrollaría en 2004 en Soft Power: The Means to Success in World Politics.
El valor del término como teoría
política, ha sido aceptado por un amplio abanico de analistas
del sistema capitalista para diferenciar el poder sutil de las ideas y de la
diplomacia expresadas en "democracia" frente a formas más violentas del
llamado "poder duro" expresado en la acción militar del dominio o la
conquista, o en la acción coercitiva de la presión económica.
Nye es autor de un famoso libro
llamado "La paradoja del poder americano", cuya tesis fundamental es no
negar el rol hegemónico de EEUU, pero afirmar que éste debe ser ejercido usando
sus recursos culturales, económicos, de cooperación, diplomáticos (poder
blando),y no tanto sus recursos militares (poder duro).
En resumen, la teoría "dualista" de
Nye propone cambiar la imagen "militarista" del imperio estadounidense por un
rostro mucho más amable y conciliador, y de esa manera conseguir que el mundo
camine de acuerdo a sus intereses pero utilizando la persuasión y no la
fuerza como estrategia de dominio.
De alguna manera, la teoría de Nye
abrevó en la propia estrategia del Departamento de Estado de EEUU que en la
década del 80 ya había lanzado en América Latina el "Proyecto Democracia",
acuñado por los estrategas de la Comisión Trilateral fundada por David
Rockefeller y liderada intelectualmente por Zbigniew Brezezinsky.
El "proyecto Democracia", o el
"poder blando", encarnado en ideales "liberales" fue presentado como
alternativa sustitutiva (o complementaria) del "poder duro" militarista
encarnado por los halcones conservadores del viejo Estado Nacional
norteamericano.
De esta manera, en América Latina,
por ejemplo, la
democracia de mercado norteamericana convive con la cadena de bases y la Cuarta
Flota cuya misión es preservar la hegemonía militar norteamericana en la
región y rodear las grandes fuentes de energía, agua potable y biodiversidad
que un futuro podrán asegurar la supervivencia del Imperio USA.
Con la "guerra contraterrorista" como
hipótesis de conflicto continental, el Comando Sur sitúa un teatro de
operaciones con el "poder duro" e intervención militar desde Centroamérica
hasta el Cono Sur.
La democracia con elecciones
periódicas (el "poder blando") no es incompatible con la estrategia de la
"guerra contraterrorista" que nuclea a ejércitos y policías regionales en adiestramientos y ejercicios en toda América Latina.
Mediante los acuerdos de
cooperación con los gobiernos regionales las corporaciones del Complejo
Militar norteamericano venden armas y sistemas de vigilancia y espionaje, y
brindan permiso para la instalación de bases militares estadounidenses desde
Centroamérica y el Caribe, hasta el Sistema Andino y el Cono Sur.
De esta manera, lo que en la década
del 90 Nye presentó como "nueva teoría política" (el "poder blando"), ya
estaba plasmado como estrategia alternativa en la realidad geopolítica del
dominio del imperio norteamericano en todo el planeta.
En este universo del "poder blando"
como estrategia de dominio imperial, la estructura económico-productiva del país
dominado se controla con el aparato económico trasnacional presentado
como si fuera una "economía nacional". .
La "gobernabilidad" del país
sometido ya no se controla con el gobierno militar, sino con el
gobierno político que diseña periódicamente
las "elecciones democráticas" para elegir la nueva administración del
Estado privado
capitalista.
El control político y social ya no se
realiza con el aparato militar, sino con el aparato de la información que
moldea y manipula los cerebros de acuerdo a los intereses consumistas de los
bancos y trasnacionales que controlan la estructura económica-productiva de los
países sometidos.
La imposición sutil de los valores y
parámetros de conducta social (adecuados a los intereses de mercado de las
trasnacionales) está a cargo del aparato publicitario y del aparato
cultural, que legitiman y otorgan escala de prestigio a la "ideología del
consumo" capitalista vigente y presentada como modelo a imitar.
Ese sueño del control con el "poder
blando" , que los bancos y las trasnacionales imperiales no pudieron concretar
con las dictaduras y los golpes militares diseñados en el Departamento de
Estado, empezó a cumplirse con la aceptación pasiva del sistema capitalista
como "única alternativa".
La aplicación del dominio con el
"poder blando" (con el "poder duro" como reserva) solo pudo ser factible a
partir de la globalización y nivelación del sistema capitalista como "mundo
único".
(*) Manuel Freytas es periodista, investigador,
analista de estructuras del poder, especialista en inteligencia y comunicación
estratégica. Es uno de los autores más difundidos y referenciados en la Web.
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