El
crecimiento económico global -señala el informe- debería disminuir este año a
4,4% debido al surgimiento de nuevos riesgos para la recuperación económica
y los débiles esfuerzos para abordar los peligros actuales hacen más urgente un
reequilibrio en la demanda mundial, informó el lunes el Fondo Monetario
Internacional.
Los países más ricos necesitan reducir sus abultados e insostenibles
presupuestos, reducir sus elevadas cargas de deudas y cultivar un crecimiento
más fuerte. Las naciones emergentes necesitan permitir que sus monedas se
aprecien e impulsen la demanda interna, precisa el FMI.
De acuerdo con el organismo, en las últimas semanas, los temores en gran parte
se han dirigido hacia los aumentos en los precios de los alimentos y los
combustibles.
El déficit en la oferta ha surgido en
medio de la creciente demanda desde los mercados emergentes, debido al impacto
de las malas condiciones climáticas sobre las cosechas en varias naciones
productoras clave, en tanto la agitación política en Medio Oriente y África del
Norte han aumentado el riesgo de una interrupción en el suministro de crudo.
Las revueltas populares en África y
Medio Oriente reviven el fantasma de la escalada global en los precios de los
alimentos y del petróleo que el mundo padeció hace tres años.
En el actual escenario, la
confluencia de la suba del precio del petróleo y de los alimentos, combinados
con la especulación financiera y los conflictos políticos y militares en las
zonas calientes del planeta (como África y Medio Oriente) alimenta un cóctel
explosivo cuyo desenlace a nivel planetario nadie puede prever o estimar.
En un primer capítulo, en el 2008, y
a causa del aumento de los precios del petróleo, hubo una escalada mundial
del precio de los alimentos que incrementó el proceso de hambruna que
padecen habitualmente las poblaciones más desprotegidas de Asia, África y
América Latina.
En un segundo capítulo, con el
desarrollo de la crisis recesiva global, ese proceso se agudizó arrojando a más
población desposeída a la marginalidad y a la carencia de alimentos para
subsistir aunque sólo sea a escala precaria.
Por su parte, la Agencia
Internacional de Energía dijo que los altos precios del petróleo están
empezando a hacer mella en el crecimiento de la demanda de crudo.
La AIE agregó, sin embargo, que los
precios podrían moderarse como consecuencia de una desaceleración económica
global.
La agencia dijo que los datos
preliminares de enero y febrero indicaban que los altos precios del petróleo
podrían haber empezado a hacer mella en el crecimiento de la demanda. A
pesar de ello, mantuvo sin cambios su previsión de crecimiento de la demanda
global para 2011 a 1,4 millones de barriles diarios, equivalente a un 1,6 por
ciento.
"La mayoría de los analistas ve improbable una respuesta más formal de la OPEP
en política (producción)... eso abre el camino a una ruta menos potable hacia la
moderación de los precios, en otras palabras una desaceleración económica y
un crecimiento de la demanda más débil", dijo la Agencia en su informe
mensual.
"Hay riesgos reales de que un mantenimiento del precio sobre los 100 dólares
por barril sea incompatible con el ritmo de recuperación económica esperado
actualmente", agregó.
Las proyecciones del FMI y las recomendaciones de política sientan las bases
para las negociaciones entre los ministros de finanzas y ejecutivos de bancos
centrales en la reunión del Grupo de los 20 países industrializados y en
desarrollo que se realizará esta semana.
La recuperación global está en dudas, lo que ha debilitado la voluntad política
de los líderes mundiales para abordar algunas de las vulnerabilidades
fundamentales de la economía global.
Las recomendaciones de políticas presentadas el año pasado a países
desarrollados por el FMI "hasta ahora sólo han sido consideradas parcialmente",
señaló Olivier Blanchard, economista principal del FMI. "En general, la agenda
de macro política para la economía mundial sigue siendo la misma, pero con el
paso del tiempo, es más urgente", señaló.