La "burbuja" con el Estado
En
otro escenario, con la experiencia griega (que amenaza con contagiarse a toda la
Unión Europea) se repite el negociado financiero con la crisis
implementado con los "rescates" a bancos y empresas privadas en EEUU
y Europa.
Desde que estallara el colapso
bancario y bursátil en septiembre del 2008, el sistema nunca pudo
recuperarse, y finalmente la crisis de la "economía de papel" terminó
impactando en la "economía real", primero en las metrópolis imperiales de
EEUU y Europa, extendiéndose luego por toda la periferia "subdesarrollada" y
"emergente" de Asia, África y América Latina.
Mientras las economías de EEUU y la
UE ingresaban en una feroz crisis financiera recesiva con quiebre generalizado
de las megaempresas del sector industrial y comercial, con despidos laborales masivos,
los poderosos conglomerados bancarios que integran el sistema de la Reserva
Federal y los bancos de las potencias centrales, reciclaron una burbuja
ganancial con el Estado como instrumento.
Mediante el "rescate financiero" en
EEUU y Europa, Wall Street y las bolsas mundiales, los bancos y grupos usurarios
privados reciclaron una nueva "burbuja" ganancial con la crisis, no ya
con dinero especulativo proveniente del sector privado, sino con fondos públicos
(de los impuestos pagados por toda la sociedad).
Esos fondos (captados de los mercados
de capitales usurarios) destinados a los "rescates" fueron puestos
compulsivamente al servicio de un nuevo ciclo de rentabilidad capitalista,
al margen de una ascendente crisis de la economía real que marcha por vía
paralela en los países centrales.
Simultáneamente, las economías reales del
Imperio y de las potencias centrales (pese a los anuncios de "recuperación") permanecen en rojo en todas sus variables,
y una crisis social, todavía de efectos imprevisibles, asoma de la mano
de los despidos y ajustes en Europa y EEUU.
El costo de este monumental negocio
usurario con la "crisis capitalista" (que ya fue exportado desde EEUU y Europa a
los países de la periferia de Asia, África y América Latina) es financiado con
el dinero de los impuestos pagados por el conjunto de la sociedad.
Se trata, en suma, de una
"socialización de las pérdidas" para subsidiar un "nuevo ciclo de ganancias
privadas" con el Estado como herramienta de ejecución.
Un proceso mediante el cual los megaconsorcios más fuertes (los ganadores de la crisis) se degluten a los más
débiles generando un nuevo proceso de reestructuración y concentración del
sistema capitalista.
La "burbuja" griega
Con
Grecia, la operación ya no hace a nivel de empresas y bancos, sino a nivel
del "rescate" de los Estados quebrados.
La
Unión Europea y el FMI, ofician como garantes y prestatarios de
la operación financiera, donde
los bancos (centrales y privados) y grupos usurarios internacionales del "mercado de capitales"
financian el "rescate" mediante la compra de emisión de deuda del Estado
griego (los bonos).
Lanzados al "mercado de capitales", esos bonos reciclan otro
macronegocio especulativo con la crisis, no ya realizado con bancos y empresas quebradas, sino
con Estados capitalistas quebrados. O sea que el negociado financiero con
la crisis, con el caso emblemático griego vira de lo privado a los estatal.
De
esta forma, la sociedad griega, principalmente su sector más vulnerable va a
pagar el nuevo negocio de la usura internacional con la crisis, de dos maneras:
A) Con el "ajuste" que rebaja el salario y degrada los beneficios
sociales de las mayorías y puede generar despidos masivos.
B) Financiando con sus impuestos el nuevo negocio usurario internacional
con la deuda emitida por el Estado griego.
Paralelamente, y con el objetivo de asegurar un "fondo" disponible para el
"rescate" de otros Estados insolventes o quebrados (nuevos negociados
usurarios), la Unión Europea acuerda nuevos mecanismos de "asistencia financiera"
junto con el Fondo Monetario Internacional (FMI) con el argumento de "evitar" que la crisis de
Grecia se propague a otros países de la eurozona.
La crisis de los Estados
La financiación estatal de los
"rescates" a empresas y bancos privados en quiebra, generó en EEUU y
Europa un proceso de sobreendeudamiento público (agregado a la caída de la
recaudación por la desaceleración económica).
Este ciclo no sólo amenaza la estabilidad
económica y la "gobernabilidad" del sistema, sino que también (y como ya sucedió
con los bancos y empresas privadas) puede hacer colapsar en cadena a los
propios Estados capitalistas, tanto centrales, como subdesarrollados o
emergentes.
En general, la sombra de una
insolvencia de pago generalizada (producida por los déficit y la baja de
recaudación fiscal) generó a un rebrote de la crisis financiera en Europa,
no ya a nivel de los bancos y entidades privadas, sino a nivel de los propios
Estados de la eurozona.
De esta manera, la crisis fiscal
(producto del déficit comercial y recaudatorio del Estado) se sumó al panorama
de de reducción del gasto social (que afecta los sectores más
desprotegidos), con agravamiento del desempleo (principalmente en EEUU y Europa),
y la no
reactivación del consumo (producida por la desaparición del crédito para la
producción).
Y los interrogantes y
las dudas persisten para el caso de que los bancos
centrales USA-europeos decidan levantar totalmente los estímulos (planes de rescate) a bancos y
empresas.
En este escenario, y como producto de la especulación
bursátil (escamoteados a la inversión productiva) fue
cobrando forma visible un nuevo actor emergente en la economía mundial: La
"crisis fiscal" (producto de los déficit siderales que aquejan a los Estados
de las economías centrales) que sucede a la "crisis financiera" en la
debacle de la economía capitalista globalizada.
Y hay una paradoja: La "crisis
estatal" no nace como producto del endeudamiento privado sin respaldo (la
economía de papel de los grandes conglomerados bancarios imperiales) sino como
emergente de los programas estatales de salvataje financiero que han
endeudado (sin respaldo fiscal) a los Estados, con EEUU y la Unión
Europea en primer término.
La nueva crisis, como lo señala
The Financial Times, ya está siendo exportada desde EEUU mediante el
endeudamiento sin respaldo que explota el dólar como "refugio seguro"
para los especuladores internacionales.
En este escenario se mueve el
nuevo ciclo de usura internacional con la crisis financiera, esta vez a
nivel de los Estados, que ya comienza proyectarse desde Grecia (a través del fondo
de "rescate) a todos los países de la zona del euro.
(*) Manuel Freytas es periodista,
investigador, analista de estructuras del poder, especialista en inteligencia y
comunicación estratégica. Es uno de los autores más difundidos y referenciados
en la Web.
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