Como se
sabe, y lo destacan una multitud de expertos, EEUU, la locomotora del sistema
capitalista "globalizado", sustituyó a la "economía real" por la "economía
bancaria", o sea, sustituyó a la
"economía de los recursos genuinos"
(respaldados por la producción) por la
"economía de los papeles"
(acciones de deuda sin respaldo) circulando por los mercados financieros
globales.
Los expertos
(del sistema) que escribieron sobre las causas estructurales de la crisis
financiera se han dado cuenta que les faltaba un capítulo: El impacto de la
"crisis financiera" en las finanzas del Estado.
O sea, el
costo (económico y social) que demandará a los Estados capitalistas (empezando
por EEUU y las economías centrales) los ajustes fiscales y el salvataje
(con dinero público de todos los contribuyentes) de los grandes conglomerados
bancarios y empresariales que hicieron estallar la "burbuja" del colapso
financiero a escala global.
La contradicción: Si bien los
"rescates estatales" reactivaron la capitalización y las ganancias de los
grandes bancos y empresas (los pulpos del capitalismo trasnacional)
cotizantes en Wall Street y en los centros financieros mundiales, se mostraron
impotentes para recuperar las dos piedras fundamentales de la economía real
capitalista: El consumo y el empleo.
El resumen: El sistema (los
centros de decisión imperial) recuperó la dinámica rentable de la "economía
de papel" (el modelo financiero que estalló con la crisis subprime), pero
los subsidios y rescates estatales (así lo demuestran claramente EEUU y la UE,
las dos economías centrales) no pudieron restablecer el funcionamiento pleno de
la "economía real" que ha transitado (desde el año pasado) de la
crisis financiera, la crisis recesiva a la crisis social, cuyo
primer estadio se verifica con el desempleo y la suba de las estadísticas de la
pobreza y el hambre (que hoy ya se registran claramente en EEUU y las potencias
europeas).
De esta manera, la
crisis fiscal (producto del déficit comercial y recaudatorio del Estado) se sumó
al panorama de agravamiento del desempleo (principalmente en EEUU y
Europa), la no reactivación del consumo (producida por la desaparición
del crédito para la producción), y los interrogantes que persisten en
caso de que los bancos centrales decidan levantar los estímulos (planes de
rescate) a bancos y empresas.
Como
producto de la especulación bursátil (en desmedro de la inversión productiva) en
los últimos meses fue cobrando forma visible un nuevo actor emergente en la
economía mundial: La
"crisis fiscal" (producto de los déficit siderales
que aquejan a los Estados de las economías centrales) que sucede a la
"crisis
financiera" en la debacle de la economía capitalista globalizada
El dictamen (de los expertos y
organismos del sistema como Krugman, Stiglitz, FMI, BCE, G-7, etc): Si los
bancos centrales y la Reserva Federal levantan los subsidios estatales no
solamente se puede desplomar el crecimiento récord de los mercados bursátiles
(bolsas), sino que también se puede revertir el "crecimiento débil" que
los gobiernos esgrimen para fundamentar que la economía global está "saliendo de
la recesión".
El dilema: A) Si los bancos
terminan con los "rescates estatales" (la piedra basal de la nueva "burbuja") se
corre el riesgo (casi seguro) de una recaída de la crisis financiera con un
impacto negativo en el proceso de recuperación de la economía real. B) Si,
por el contrario, continúan con el drenaje de fondos públicos para salvar al
capitalismo privado, se corre el riesgo (casi seguro) del estallido de una
crisis de endeudamiento de los gobiernos (tanto centrales como emergentes y
subdesarrollados) que puede convertir a los bonos públicos en sucedáneos de las
hipotecas subprime y de los bonos "tóxicos" (que encendieron la mecha de la
crisis).
Dicho de otra manera: La crisis
financiera-recesiva (con epicentro USA-UE) hundió a las empresas y bancos
capitalistas privados, pero un potencial colapso con el endeudamiento público
(insolvencia de pago) puede hundir a los Estados capitalistas en una quiebra
generalizada a nivel planetario.
Ambas alternativas (sostener o
levantar los "estímulos" estatales): Potencian la posibilidad de un rebrote
de la crisis financiera (por endeudamiento estatal sin respaldo), una
recaída de la crisis recesiva, (por impacto desacelerador en el consumo y
en la producción) y una profundización de la crisis social (por impacto
de una mayor desocupación y baja del consumo).
El emergente: Huelgas y
conflictos sociales (con epicentro exportado desde las potencias centrales)
estallando por los cuatro puntos cardinales del planeta y poniendo en riesgo la
"gobernabilidad" del sistema capitalista, no ya por medio de una crisis
controlable por medios políticos y económicos, sino por medio de una crisis
solamente controlable por la represión militar. O sea, la antesala del
Apocalipsis social.
La receta intermedia: Una
"tercera opción" que distienda la crisis social y prolongue el desenlace, la
propuesta de cobrar impuesto a la "renta financiera" (por la que el
Estado haga pagar la "burbuja" y la reactivación de la economía real al
capitalismo privado) es un mito que ya fue prácticamente cajoneado y desestimado
en la última cumbre del G-20. ¿Cómo puede pensarse que el capitalismo se va a
boicotear a sí mismo cobrando impuesto a la especulación financiera, su
principal tasa de rentabilidad?.
En síntesis: Fuera de la
discusión de mantener o levantar los estímulos estatales (pagados por el
conjunto de la sociedad) en los grandes centros del poder imperial no se
barajan otras alternativas para manejar y controlar la crisis que avanza
aceleradamente hacia lo social.
En el tablero estratégico: Es
como jugar a la ruleta rusa con tres balas en el tambor. La combinación del
cóctel guerra (intercapitalista) energética -crisis económica-crisis social va
hacia un desenlace inevitable que el sistema -sin enemigo estratégico- pudo
hasta ahora retrasar y patear para adelante.
¿Se suicida esta vez el
capitalismo?
Apueste y pierda.
(*) Manuel Freytas es periodista, investigador,
analista de estructuras del poder, especialista en inteligencia y comunicación
estratégica. Es uno de los autores más difundidos y referenciados en la Web.
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