Las
compañías petroleras que operaban en Libia antes de que se iniciara la guerra
empezaron a prepararse el lunes para los retos de reanudar la producción en el
país, en momentos en que las fuerzas rebeldes están más cerca de tomar el
control del país, informa este martes The Wall Street Journal.
Las
acciones de varias empresas italianas presentes en Libia, como Eni o Ansaldo STS,
golpeadas al inicio de la revuelta popular del país norafricano, remontaban
el lunes con alzas por encima del 5%, cuando los rebeldes accedían a Trípoli.
Ante la
posible caída del régimen de Muamar Kadafi, el gigante petrolífero británico BP
dijo el lunes que volverá a Libia para continuar con su programa de
explotaciones "cuando las condiciones lo permitan".
Una
victoria rebelde podría allanar el camino para que se reponga la producción del
país del norte de África, que en 2010 llegó a 1,8 millones de barriles diarios
de petróleo y derivados, según datos de EEUU. Sin embargo, aún hay obstáculos
importantes, como posibles daños a la infraestructura y el riesgo de
inestabilidad.
Marathon Oil Corp., con sede en Houston, ha mantenido "conversaciones
preliminares" con los rebeldes con respecto a la situación en plantas donde
tiene intereses, con el fin de forjar un plan para restaurar la producción, dijo
un portavoz de la compañía.
Un vocero de BP PLC dijo el lunes que la compañía estaba decidida a regresar a
Libia "apenas las condiciones lo permitan", si bien no ha definido un
plazo específico. Royal Dutch Shell PLC, Total SA y Repsol YPF SA, también
previamente activos en Libia, no quisieron brindar detalles sobre cuándo podrían
reanudar la producción.
Con las mayores reservas petroleras comprobadas en África y su papel
sustancial en mercados de exportación, la importancia de Libia para el sector
petrolero y su producción potencial futura representan un gran atractivo para
las compañías petroleras internacionales que se han acostumbrado cada vez más a
operar en condiciones políticas peligrosas en todo el mundo.
Libia
tiene "potencial al alza", dijo Lawrence Eagles, analista de J.P. Morgan
Chase & Co. Sin embargo agregó: "Aún hay una situación en la cual nadie puede
decir con claridad cómo" será el gobierno. "Básicamente tenemos ante nosotros
una hoja en blanco".
Marathon y ConocoPhillips, socios en el yacimiento de Waha en Libia, dijeron que
aún no tenían un cronograma para el regreso de trabajadores al país, donde ha
arreciado la lucha desde comienzos de año entre un grupo rebelde y el régimen
del coronel Muamar Kadafi, y donde el lunes continuaban las batallas alrededor
de Trípoli.
La mayor
parte de la producción petrolera de Libia fue cerrada después de que las
compañías petroleras fueran obligadas a retirar personal debido al conflicto
y las plantas se vieran atrapadas en el fuego cruzado.
ConocoPhillips dijo desconocer la magnitud del daño en el yacimiento de Waha,
que previamente había rendido una producción promedio de alrededor del
equivalente a 350.000 barriles de petróleo al día.
El
potencial de daños es significativo. Los bombardeos han causado grandes
destrozos y los oleoductos pueden estar bloqueados con crudo espeso tras
estar fuera de uso durante meses, explicaron compañías petroleras
internacionales y rebeldes.
Algunos analistas han comparado la situación con la de Irak, donde se
tardó más de cuatro años en exceder los niveles de producción previos a la
invasión liderada por EEUU en 2003, apunta la Agencia Internacional de Energía.
Los pares de Libia en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP)
han adoptado una actitud cauta en materia de conclusiones acerca de la
restauración de la industria petrolera del país.
"La
situación en Libia sigue siendo muy incierta, y la OPEP de momento adoptará una
actitud de esperar y ver", dijo un delegado de otro país miembro de la OPEP.
Preparan el
gobierno "colaboracionista"
Por
su parte, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, se entrevistará este lunes con
el presidente del consejo ejecutivo del CNT (coalición "rebelde"), Mahmoud
Jibril, a quien esperan "en París en los próximos días", anunció el
ministro francés de Relaciones Exteriores, Alain Juppé.
Mahmoud
Jibril estudió en EEUU y se graduó en Egipto. También fue miembro del gobierno
libio. Dirigió el ‘think-tank’ económico del régimen hasta que Kadafi rechazó
sus medidas para liberalizar la economía y renunció al cargo. Luego vivió buena
parte de su vida en el extranjero trabajando como consultor hasta su reciente
regreso.
El
presidente Sarkozy también convocó para “los próximos días” a una reunión de
los países aliados de los rebeldes, que han sido reconocidos por 30 países
como la autoridad legítima en Libia.
Buscan
diseñar “una hoja de ruta” para el Consejo Nacional de Transición en
Bengazi –y sus 37 secretos integrantes– para impedir que el poder se desintegre
por diferencias tribales y religiosas entre sunnitas, shiítas y beduinos en
Libia.
Los 20 países que integran el grupo de contacto sirvieron para sostener a los
rebeldes y financiarlos hasta ahora. Francia, Gran Bretaña, Italia, EE.UU.,
Noruega, Dinamarca y Qatar, entre otros, están ahora listos a preparar el día
después para que Libia no se “iraquíce” y cometa los mismos errores que en
Bagdad.
No
quieren que se vea una "mano occidental" en el después y recomiendan a las
nuevas autoridades no disolver ni la policía ni al ejército. Abdul Jalil ha
dicho que para las licencias de petróleo y gas se beneficiarán los países que
los ayudaron.
El primer ministro británico Cameron dijo que los fondos congelados libios serán
liberados rápidamente para ayudar en la reconstrucción .
Cameron y Sarkozy también hablaron el lunes por teléfono con el líder del
Consejo de Transición en Bengazi, Abdul Jalil, quien les confirmó que “los
rebeldes estaban bajo el control de casi todo Trípoli” pero “había bolsones
de resistencia a lo largo del país”. “Ellos acordaron respetar los derechos
humanos durante el proceso de transición,” informó Cameron.