A
pesar del estado de urgencia, miles de manifestantes chiitas se reunieron
delante de la embajada saudí para denunciar la llegada de tropas de ese país. "Bahréin
libre, fuera las tropas del 'Escudo de la Península'", gritaba la multitud.
Las tropas desplegadas pertenecen al "Escudo de la península", fuerza común de
los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG - Arabia Saudita, Bahréin,
Emiratos Árabes Unidos, Omán, Qatar y Kuwait). Un manifestante murió durante
enfrentamientos con las fuerzas de seguridad en el sector chiita de Sitra, al
sur de Manama, según fuentes médicas y de los militantes.
Un policía también resultó muerto después de haber sido arrollado
intencionalmente por un automovilista que formaba parte de los "revoltosos",
anunció el ministerio del Interior. "Debido a las circunstancias por la que pasa
Bahréin (...), el rey Hamad Ben Issa Al-Jalifa proclamó el estado de urgencia
por un periodo de tres meses", indicó un comunicado oficial.
El rey encargó al comandante de las fuerzas armadas restablecer el orden
recurriendo al ejército, las fuerzas de policía, las unidades de la guardia
nacional y "toda otra fuerza, si ésto resultara necesario". Esta última mención
parece referirse a las unidades saudíes y a los policías de los Emiratos Árabes
Unidos desplegados en Bahréin.
En el plano diplomático, Bahréin anunció haber llamado a su embajador en Teherán
para protestar contra las críticas iraníes sobre el despliegue de fuerzas del
Golfo.
"Bahréin condena con fuerza la declaración iraní que es una injerencia flagrante
en sus asuntos internos. La rechaza en su totalidad y ve en ella una amenaza
para la seguridad de la región", declaró Hamas al Amer, subsecretario del
Ministerio de Exteriores, a la agencia oficial BNA.
En Teherán, la cancillería iraní calificó la intervención de fuerzas extranjeras
en Bahrein de "inaceptable" y estimó que "hará que la situación sea más
complicada y más difícil" de resolver. Irán convocó al embajador saudí, al
embajador suizo (representante de los intereses estadounidenses en Irán) y al
encargado de negocios bahreiní.
"La entrada de tropas saudíes a Bahréin no hará más que complicar aún más la
situación y transformará la crisis interior bahreiní en una crisis regional",
declaró Hosein Amir Abdolahian, director para el Golfo Pérsico y Medio Oriente
del Ministerio de Exteriores, al embajador saudí.
Desde comienzos de la crisis a mediados de febrero, Irán, cuya población es como
la de Bahréin mayoritariamente chií, pidió al Gobierno bahreiní que responda a
las demandas de los manifestantes que desean sobre todo la instauración de una
monarquía constitucional. Las protestas provocaron en sus comienzos siete
muertos entre los manifestantes. El Gobierno ha hecho varios intentos de diálogo
con la oposición que no han dado resultado.
Alí Jalil / AFP