(IAR
Noticias)
01-Septiembre-2011
A poco más de una semana del pasado
21 de agosto cuando la Organización del Atlántico Norte(Otan) anunciara, después
de varios días de bombardeos sostenidos sobre Trípoli, que sus "rebeldes" habían
tomado la capital de Libia, la resistencia continúa y no han podido establecer
una sede de gobierno allí, a pesar de lo cuál el Consejo Nacional de Transición
(CNT) ya ha sido reconocido por los grandes países.
Por Stella Calloni (*) - Prensa Latina
C omo
un hecho simbólico de lo que significa la contrainsurgencia informativa, los
propios voceros del CNT confirmaron que la supuesta toma de la Plaza Verde el
pasado 21 de agosto fue una imagen falsa. Como en el mejor filme de Hollywood
esa escena se había filmado en Qatar con una apariencia de la Plaza Verde y con
sus "extras".
La comparación de varios fotógrafos permitió desnudar la mentira comprada por
los medios de comunicación, confesando los voceros del CNT que se había hecho
"por la necesidad de lograr el reconocimiento" de las potencias. El presidente
de Venezuela. Hugo Chávez Fría corroboró la falsedad de esa imagen el pasado 27
de agosto.
Estados Unidos se adelantó unos días, abriendo una embajada del CNT en
Washington, antes de que la OTAN terminara su faena, lo que les ha costado un
precio alto.
Cuanto más días pasan, más evidente es que se trata de un modelo nuevo de
invasión, disfrazado de rebelión popular, o "guerra civil" que se diluye a
medida que la OTAN avanza y demuestra que la intervención estaba preparada desde
hace mucho tiempo por Estados Unidos y sus socios.
Tres días después de la "toma" de Trípoli, la oferta del CNT de pagar un millón
600 mil dólares y amnistiar a quien "mate o entregue vivo" al líder libio
Muammar Kadafi (1) evidencia la inmoralidad de la guerra colonial que libra la
OTAN en ese país.
Desde el momento en que el 19 de marzo pasado Francia y Gran Bretaña comenzaron
a bombardear Libia, con la OTAN detrás, la "mano extranjera" era más que obvia.
No era necesario esperar a que los bombardeos sumaran alrededor de unos ocho mil
sobre ese país, de sólo unos seis millones de habitantes y que se reconociera la
presencia de mercenarios y "asesores" extranjeros, para entender de qué se trata
la acción "humanitaria" del poder hegemónico en Libia.
El 22 de agosto pasado el sociólogo estadounidense James Petras señalaba desde
Nueva York que se debe caracterizar a esta guerra contra Libia y su pueblo "como
uno de los grandes crímenes del nuevo milenio. El hecho de que por 188 días la
OTAN: las fuerzas de Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos hayan estado
arrojando bombas significan 188 días de muerte y destrucción y a partir de esos
actos han tomado terreno sus mercenarios".
Lo que se advierte es que hubo un relato único sobre la "alegría" del pueblo
libio por la supuesta "toma" de Trípoli, que aún no se ha concretado, sin
mencionar en ningún momento los feroces bombardeos de la OTAN sobre la capital,
que dejaron una secuela de más de tres mil muertos-según la últimas cifras que
recogen los informes- y cinco mil heridos, cuya cifra cada día aumenta más.
A lo largo de la guerra colonial, la OTAN afectó todas las infraestructuras
además de producir miles de víctimas y abrió el camino para que pudieran entrar
sus "rebeldes",
"Los rebeldes de la OTAN" (como titulé en mayo de 2011 tres notas sobre Libia
enviadas a la web y publicadas por la Red Nicaragua Socialista) se convirtieron,
a ojos vistas, en típicos mercenarios, que allanan casas, pateando puertas al
mejor estilo de los ocupantes de Irak, llevando banderas y vinchas monárquicas.
En Noviembre de 2010 el presidente Barack Obama había admitido ante The New York
Times, el envío de "comandos de la CIA" para asesorar y apoyar una rebelión en
Libia.
Uno de los jefes actuales de los "rebeldes" es Hifter Jalifa un hombre de la CIA
que vivía desde hace años en las afueras de Washington, como lo reveló el 30 de
marzo de 2011 Patrick Martin en un artículo publicado por la Red Rebelión
(traducción de Loles Oliván,) Sostiene Martin que el CNT "el grupo con sede en
Benghazi que habla en nombre de las fuerzas rebeldes que combaten al régimen, ha
nombrado en la dirección de sus operaciones militares a un antiguo colaborador
de la CIA. Hifter Jalifa, ex coronel del ejército libio, como reveló McClatchy
Newspapers".
Hifter había llegado a Benghazi el 14 de marzo y cinco días después el tabloide
británico Daily Mail, lo describió como una de las "dos estrellas militares de
la revolución" que llegó para "prestar a las fuerzas rebeldes cierta coherencia
táctica".
Había figurado en un informe del Washington Post (26 de marzo de 1996) en una
rebelión armada contra Kadafi en Libia donde se lo mencionaba con "una variante
ortográfica de su nombre" como el coronel "Haftar Jalifa, relata Martin.
Se trataba de un grupo al estilo de la "contra" (que actuó contra Nicaragua
sandinista en los años 80) basado en Estados Unidos "denominado Ejército
Nacional Libio". Jalifa se había Unido en 1987 al Frente de Salvación Nacional
Libio "el principal grupo de oposición a Kadafi, que contaba con el respaldo de
la CIA estadounidense".
Advierte Martin que ninguna de las cadenas de televisión ocupadas en alabar a
los "luchadores por la libertad" del este de Libia, se ha molestado en informar
que estas fuerzas están al mando de un antiguo colaborador"de la CIA. Considera
que la rebelión inicial fue "secuestrada por el imperialismo".
Esto fue evidente también cuando algunos de los opositores, como el general
Abdel Fath Younis, que aparecía como el jefe de la "rebelión" en Bengazhi fue
asesinado, el pasado 26 de julio, junto a otros dos militares libios, por los
"rebeldes" que los habían utilizado para armar el foco de acción en febrero de
este año.
El relato único armado para crear un consenso mundial sobre el tema Libia es
falsificado y se desmorona.
Resulta burdo que Estados Unidos y los gobiernos europeos se reunieran con el
"gobierno" del CNT cuando aún no está en la capital y que pidieran la
descongelación de los multimillonarios fondos del Estado libio.
Es escandaloso que la ONU estudie como modificar la pasada Resolución 1973 para
permitir descongelar los fondos, que manejarán los países participantes en la
invasión y en el saqueo de Libia.
El anuncio del "control de Libia" significa que la OTAN está dispuesta a no
dejar piedra sobre piedra y quedarse en el lugar.
Los medios de incomunicación
Cuando los medios informaron sobre la toma del "complejo residencial" de
Kadafi
se referían al viejo cuartel Bab el Azizia donde el líder libio tenía una carpa
similar a las del desierto para recibír a personalidades, periodistas y amigos,
hasta que fue bombardeado en 1986.
Se dijo que los "rebeldes" tomaron la residencia de Kadafi "derribando muros"
cuando entraron caminando entre escombros después de más de 60 bombardeos de la
OTAN sobre ese lugar.
Bab el Azizia no tenía instalaciones administrativas, ni importancia militar, ni
vivía Kadafi. Era un lugar simbólico que recordaba el bombardeo de Estados
Unidos en 1986, asesinando entonces a una hija pequeña del gobernante libio y
más de un centenar de civiles, entre ellos muchos estudiantes, sorprendidos en
los dormitorios universitarios.
Con respecto a los periodistas del Hotel Rixos, los medios informaron que
estaban "retenidos" por el gobierno libio, cuando ellos mismos se encargaron de
denunciar que estaban sitiados por grupos "rebeldes", varios de ellos amenazados
como el director de la Red Voltaire, Thierri Meyssan, y que oficiales libios
facilitaron la llegada de la Cruz Roja para sacarlos del lugar.
En tanto el diario estadounidense The New York Times ratificó el pasado 21 de
agosto que aviones norteamericanos no tripulados arremetieron contra fuerzas del
líder libio, pese a que su rol y el de la Organización del Atlántico Norte
(OTAN) era sólo el de "resguardar" a civiles.
Según el rotativo-que citó Telesur- en los últimos días Estados Unidos
estableció una vigilancia aérea de 24 horas sobre las zonas controladas por el
Gobierno libio, en lo que hasta ahora ha sido la más intensa serie de ataques
perpetrados sobre ese país. El periódico informó que en este operativo "la
nación norteamericana empleó aviones no tripulados "Predator" que detectaron.
Siguieron y en ocasiones hasta llegaron a disparar contra las fuerzas de Khadafi.
Además mencionó los testimonios de algunos analistas, que opinan que estas
agresiones "tenían como objetivo abrir el camino a los opositores a Kadafi".
Se reconoce que los mercenarios también recibieron ayuda por potencias como
Reino Unido y Francia, que desde el mes de julio desplegaron fuerzas especiales
en Libia para entrenar y armar a "los rebeldes".
"Aún después de dos mil 600 fallecidos, contabilizados hasta el domingo pasado
la Alianza Atlántica no hace un alto al fuego"señala el periódico.
Kadafi había anunciado tempranamente que las potencias imperiales comenzarían
una agresión sobre su país basados en "reportes de prensa" lo que los medios
nunca publicaron, ni escuchó Naciones Unidas. Tampoco fueron investigadas sus
denuncias sobre las violaciones de derechos humanos por parte de los llamados
"rebeldes", con pruebas y evidencias.
A pesar de que el gobierno libio propuso el cese el fuego especificando que no
podía ser "unilateral", que cumplió en no utilizar aviones de combate y aceptó
la presencia de observadores que certificaron que no se comprobaban bombardeos a
la población civil , esto fue silenciado.
Se miente sin sutileza alguna. No se dijo-salvo las raras excepciones que
existen que Libia aceptó la propuesta de diálogo de la Unión Africana (UA) para
poner fin al conflicto. Pero los grupos armados financiados por Estados Unidos y
sus socios y la OTAN la rechazaron, como rechazaron todas las ofertas por una
solución pacífica.
Tanto Estados Unidos como Francia reconocieron públicamente que enviaron
militares a Bengazhi para entrenar a las fuerzas agresoras, incumpliendo la
resolución 1973 del Consejo de Seguridad que prohibía el ingreso de personal
extranjero por tierra.
También la confiscación de bienes del Estado libio impuesta por Estados Unidos y
las potencias europeas fueron usados y desviados para apoyar a los grupos
armados, en su mayoría mercenarios, cuya presencia ya reconocen también varios
gobiernos.
Se aceptó que estos in tener territorio ocupado conformaran el Banco Central de
Bengazhi a fines de marzo pasado y que negociaran el petróleo. Este nuevo modelo
de intervención e marca otra escalada. Ya nadie disimula que fueron por
petróleo, agua, gas, oro y para instalar allí al sede del comando Africom de
Estados Unidos que controlará Africa si el mundo no lo detiene. Ni siquiera
utilizaron el remanido argumento del "terrorismo internacional con que
justifican su expansión fascista de estos tiermpos.
(*) Prestigiosa periodista
argentina colaboradora de Prensa Latina.
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