(IAR
Noticias)
29-Julio-2011
Tras las negociaciones
sostenidas en Rusia por el enviado de Kadafi, ministro libio de Asuntos
Exteriores, Abdul Ati al-Obeidi, se presenta la posibilidad de terminar la
guerra en Libia.
Por Elena Supónina - RIA Novosti
Las
reuniones del político libio los días 20 y 21 de julio, fueron muy intensas
aunque los comunicados oficiales al respecto fueron muy escuetos. RIA Novosti
llegó a conocer los detalles del plan secreto para poner fin al conflicto
discutido en Moscú.
El futuro gobierno de Libia
Los intermediarios internacionales, entre los que está Rusia, consiguieron que
las partes beligerantes consientan negociar conjuntamente el futuro político
de Libia.
Este fue el tema central de las conversaciones entre Abdul Ati al-Obeidi y su
homólogo ruso Serguei Lavrov. Según las fuentes en las negociaciones, el
gobierno libio actual, por una parte, y los insurrectos, por la otra, están
dispuestos a crear una especie del gobierno provisional conjunto.
Formarán parte de él dos reconocidos políticos de cada lado, y luego estos
cuatro eligirán a un quinto miembro. Se supone que será una personalidad
neutral pero, al mismo tiempo, influyente que encabezará este gobierno de
transición.
Este guión fue propuesto por los principales intermediarios en el conflicto
libio, La Unión Africana y la ONU, y apoyado por Rusia. No en vano el titular
ruso de Asunto Exteriores, Serguei Lavrov, mantuvo el 21 de julio una
conversación telefónica urgente con el enviado especial de la ONU para Libia,
el jordano, Abdelilah Al-Khatib.
Hace tan sólo dos semanas este funcionario internacional tras visitar Trípoli,
donde se entrevistó con el primer ministro y el ministro de Asuntos Exteriores
de Libia, dijo que la situación en el país norteafricano era “difícil de
arreglar”.
Sin embargo, desde entonces las posiciones de las partes del conflicto
cambiaron para el lado positivo. Ahora los libios aspiran a restablecer la
paz, y la tarea fundamental de los intermediarios es contribuir a cumplir con
este objetivo. Convendría que otros jugadores en el escenario político
internacional no impidieran hacerlo. Por desgracia, parece que la realidad es
desfavorable porque entre los países miembros de la OTAN que participan en el
conflicto, hay algunos que quieren continuarlo hasta derrocar definitivamente
el régimen de Muamar Kadafi y liquidar físicamente a su líder.
El arresto de Kadafi es cuestión de ponerse de
acuerdo
El representante del dirigente libio, Abdul Ati al-Obeidi, durante su visita a
Moscú aceptó el plan propuesto. El ministro tenía para ello la autorización
del coronel Kadafi, a pesar de que una de las condiciones de la oposición es
que ni él ni su hijo, Saíf al Islam, formen parte del gobierno provisional.
Siguiendo las reglas del juego diplomático, el titular de Asuntos Exteriores
de Libia no hizo público, naturalmente, el hecho de que la futura retirada de
Kadafi del escenario político es cuestión de tiempo y el asunto sobre las
garantías de inmunidad podrá ser resuelta de manera pacífica. Es más, en la
rueda de prensa dijo que esto “ni siquiera se discutió”.
El ministro no faltó a la verdad porque estas cosas no se dicuten, se
sobreentienden y se leen entre renglones. Además, lo que realmente importa hoy
en día es detener la guerra.
El mismo día varios gobiernos occidentales emitieron declaraciones destinadas
a crear la impresión de que están de acuerdo con que Kadafi obtenga ciertas
garantías de seguridad para una retirada pacífica.
“Una de las hipótesis contempladas es que permanezca en Libia, pero con una
condición, que se ponga claramente al margen de la vida política libia. Es lo
que esperamos antes de poner en marcha el proceso político del alto el fuego”,
- declaró el jueves, 21 de julio, el ministro francés de Asuntos Exteriores,
Alain Juppé.
Insinuó incluso que, de ser favorables las circunstancias, se conseguirá
solucionar el problema de la orden de captura emitida anteriormente por la
Corte Penal Internacional sobre el coronel. “Deben seguirse unos
procedimientos, y luego, en el marco de las negociaciones, veremos las
conclusiones que hay que hacer,” – dijo Juppé.
Sin embargo, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, se mostró más moderado
declarando: “Kadafi tiene que ser apartado del poder o apartarse él mismo.
Luego, será el pueblo libio el que determine su suerte posterior”.
El óptimo modelo para poner fin a la guerra
La mejor prueba de que el proceso de paz va avanzandoes que ya arrancaron las
conversaciones entre los participantes de la guerra civil en Libia. Sus
representantes se reunieron recientemente en Etiopía, según anunció el mismo
21 de julio el comisionado del presidente de Rusia para la cooperación con los
países de África, Mijaíl Marguélov:
“Las partes del conflicto consintieron sentarse a la mesa de las negociaciones
sin condiciones previas, esto signigica un indudable éxito. Es resultado de la
acción mediadora de Rusia y la Unión Africana”. El diplomático ruso confirmó
que fue elaborado “el óptimo modelo para poner fin a la guerra en Libia”.
Cabe señalar que Moscú ahora mantiene contacto con ambas partes del conflicto.
El mismo 21 de julio un avión del Ministerio ruso de Situaciones de Emergencia
cargado de arroz, azucar y conservas salió para la ciudad de Bengasi en el
este libio controlada por los insurrectos.
Es la tercera entrega de ayuda humanitaria desde que empezó la guerra.
Anteriormente, había sido enviada también a Bengasi y a la ciudad de Tripoli,
controlada por el gobierno.
No obstante, está claro que para poner fin a la guerra en Libia no bastará con
que los libios hagan paces entre sí. Habrá que enfriar también las cabezas
calientes en la sede de la OTAN que pretenden hacer guerra hasta el final
victorioso, a pesar de las complicaciones surgidas en el curso de la
operación.
“En este caso el conflicto militar podrá continuar durante mucho tiempo”, -
dijo en una entrevista el experto ruso, Anatoli Egorin. “Es necesario que los
propios libios determinen el futuro curso político de su país”. Según él, “es
inútil imponérselo desde fuera”.
Es notable que el mismo día, el 21 de julio, el titular libio de Asuntos
Exteriores, según algunas fuentes, salió desde Moscú para la India para
continuar las consultas sobre la solución pacífica del conflicto. Los
dirigentes de Libia creen que los países asiáticos influyentes podrían unirse
a Rusia y los países africanos para convencer a los miembros de la OTAN de
cesar el fuego.
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