(IAR
Noticias)
25-Febrero-2011
Pase lo que pase en el jaque
político de Libia, el sector petrolero del país miembro de la OPEP casi seguro
sufrirá, lo que repercutiría a largo plazo en el suministro e incluso podría
ocasionar daños permanentes.
IAR
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/
Reuters
Ninguno
de los varios resultados posibles beneficia a la industria petrolera de Libia,
centro de su economía, o a los precios del crudo.
Los escenarios van desde una guerra civil abierta, ataques a la infraestructura
energética, abandonos y daños a depósitos, todo ello sumado a la marcha de los
expertos extranjeros del país.
Durante décadas, desde Irán, a Irak y Venezuela, los períodos de desorden
político en países de la OPEP generalmente dejaron secuelas duraderas en el
sector petrolero, y pocos esperan que Libia sea diferente.
"Un período de caos interrumpiría las operaciones de petróleo y refinería de
Libia", dijo Amy Jaffe, investigadora en energía y experta en Oriente Próximo de
la Universidad Rice en Houston.
"Las fuerzas armadas están abandonando a (Muamar) Gadafi, así que no está claro
quién queda para proteger las instalaciones petroleras. Se está evacuando a
muchos extranjeros, ¿entonces, quién permanecerá en su lugar con capacidad para
operar la industria petrolera de Libia? ¿Se atreverán los trabajadores a
presentarse?".
Como el tercer productor de África y sede de las reservas probadas de petróleo
más grandes del continente, que se estiman en 44.000 millones de barriles, el
petróleo libio representa aproximadmaente el 2 por ciento de la producción
mundial.
El país, cuyo petróleo representa un cuarto de la demanda de Italia, es el
primer exportador de crudo importante inmerso en un grave conflicto desde que
las protestas comenzaron a expandirse por el norte de África en enero, lo que
hasta ahora ha llevado a la caída de los presidentes en Túnez y Egipto.
Se interrumpieron alrededor de 300.000 barriles por día (bpd) de los 1,6
millones de bpd de la producción libia, mientras empresas retiran personal y
suspenden operaciones.
Guerra civil
Gran parte de la industria petrolera del país está controlada por empresas
extranjeras como Eni y Repsol- YPF, mientras que la estatal National Oil
Corporation (NOC) ha estado tradicionalmente bajo el control estricto de Gadafi.
Un desafiante Gadafi afirmó el martes estar listo para morir como "un mártir" en
Libia, y prometió aplastar una revuelta que los insurgentes ven como una
liberación de las regiones del este tras 41 años bajo su control y que derivó en
mortales disturbios en la capital.
Con facciones rivales que en el pasado reclamaron una región rica en petróleo en
el este de Libia, separada por centenares de kilómetros de desierto de la
capital Trípoli en el oeste, el país podría sufrir una guerra civil, advirtieron
algunos analistas.
En países de la OPEP, la guerra y otras crisis políticas graves generalmente han
resultado en interrupciones del suministro que llevan años o décadas de
reparación.
La revolución de 1979 en Irán recortó la producción del país en más de la mitad,
y la producción nunca se recuperó del todo. La invasión de Kuwait por parte de
Irak en 1990 redujo la producción en ambos países durante años, y arruinó los
pozos petroleros kuwaitíes.
La masiva huelga de 2002 por el sector petrolero en Venezuela dañó la
producción, que nunca volvió a los niveles previos.
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