l secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, llegará en la tarde de
este domingo a Haití para evaluar sobre el terreno las necesidades de asistencia
humanitaria en el devastado país caribeño.
Se espera que también se reúna con el personal que allí trabaja para el
organismo multilateral, que ha sufrido el impacto de la tragedia.
La ONU ha confirmado la muerte del jefe de la misión en Haití, Hedi Annabi, y
de su segundo, el brasileño Luiz Carlos da Costa.
El organismo internacional perdió al menos 40 empleados a causa del
terremoto, aunque otros siguen desaparecidos.
Reportes desde Puerto Príncipe señalan que en la tarde del sábado una
multitud de alrededor de mil personas se vio envuelta en una violenta pelea por
comida, en una de las calles centrales de la ciudad.
Pero un funcionario de Naciones Unidas le restó importancia al incidente de
violencia y le dijo a la BBC que de manera general, la situación de la seguridad
estaba en calma.
En tanto, los equipos de rescate en el terreno mantienen la esperanza de
seguir encontrando sobrevivientes en el quinto día del devastador terremoto,
reportó la agencia AFP desde la sede de Naciones Unidas en Ginebra.
Estados Unidos en el terreno
Los aviones de transporte siguen llegando a la capital del país, explican los
corresponsales de la BBC en la ciudad. En uno de ellos arribó este sábado la
secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, quien rechazó las
críticas de quienes dicen que la ayuda no está saliendo del aeropuerto, cuyo
control fue cedido temporalmente a EE.UU. por el gobierno haitiano.
Clinton, que se reunió con el presidente haitiano René Preval, dijo que a lo
largo de Puerto Príncipe se están instalando 14 centros de distribución de agua
y alimentos para dos millones de personas.
Mientras, las Fuerzas Armadas de EE.UU. comenzaron a utilizar un puerto en el
norte del país ante la imposibilidad de utilizar los muelles de Puerto Príncipe.
Con ello esperan incrementar la fluidez de la asistencia humanitaria.
"Puede que la ayuda esté llegando, pero poco se ve por ahora en la ciudad",
dijo el periodista Nick Davis. El enviado de la BBC dijo que los únicos camiones
que se ven en Puerto Príncipe sirven por ahora para transportar los escombros de
los edificios derrumbados. Falta agua, comida y gasolina, aseguró. Por eso, para
muchos la única alternativa es huir.
Aunque algunos equipos de rescate están sobre el terreno ya, dijo Davis, el
nivel de destrucción es inmenso y el trabajo se complica aún más con las
réplicas que aún pueden sentirse.
"Escena apocalíptica"
En el epicentro del sismo, en la ciudad de Leogane, a unos 30 kilómetros al
oeste de la capital, "la escena es apocalíptica", según el periodista de la BBC
Mark Doyle.
"Prácticamente todos los edificios que he visto en las cuatro horas de viaje
desde Puerto Príncipe están destruidos. Los techos se han venido abajo o se han
mezclado con las paredes", dijo.
"La destrucción aquí es incluso más dramática que las penosas condiciones de
la capital (...) He visto una hilera de gente esperando para beber agua de un
solo chorro. Decenas de miles viven en los patios de las iglesias, en las
canchas de las escuelas y en los mercados", añadió.