Y
la nueva advertencia llega de dos de los organismos más representativos del
capitalismo dominante: La OCDE y el FMI.
"Peligra la recuperación de la economía mundial", y el mercado laboral se
encuentra en "situación catastrófica", son los títulos sobresalientes en
dos informes simultáneos que difundieron los dos máximos organismos del
capitalismo global.
En un
escenario, marcado por un aumento constante del déficit de los Estados, con
ajustes compulsivos y crisis social que se agudiza, y luego de que la OCDE
alertara el fin de semana sobre una desaceleración que pone en riesgo la
recuperación global de la economía, el director gerente del Fondo Monetario
Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, advirtió de que "el mercado
laboral está en una situación catastrófica" y destacó que esta situación "no
se revertirá con las recetas de siempre".
"Esta
crisis, la más grave de todas, ha dejado un desierto de desocupados sin
parangón", recordó Strauss-Kahn al inaugurar la conferencia sobre Empleo
realizada en Oslo.
Y puso el
dedo en la llaga. O sea, en el
costo (económico y social) que demandará a los Estados capitalistas (empezando
por EEUU y las economías centrales) los ajustes fiscales y el salvataje
(con dinero público de todos los contribuyentes) de los grandes conglomerados
bancarios y empresariales que hicieron estallar la "burbuja" del colapso
financiero a escala global.
La contradicción: Si bien los
"rescates estatales" reactivaron la capitalización y las ganancias de los
grandes bancos y empresas (los pulpos del capitalismo trasnacional
cotizantes en Wall Street y en los centros financieros mundiales) se mostraron
impotentes para recuperar las dos piedras fundamentales de la economía real
capitalista: El consumo y el empleo.
Y este es el punto central de
preocupación de las autoridades centrales: Consumo y empleo son la piedra
angular, el detonante, de cualquier proceso de de reactivación económica.
La crisis fiscal
(producto del déficit comercial y recaudatorio del Estado) se sumó al panorama
de agravamiento del desempleo (principalmente en EEUU y Europa), a la
no reactivación del consumo (producida por la desaparición del crédito para
la producción), y a los interrogantes que persisten en caso de que los
bancos centrales decidan levantar los estímulos (planes de rescate) a bancos y
empresas.
Estos puntos
centrales marcan el panorama de "incertidumbre" que vive el establishment
dirigencial de la economía a escala global.
The Wall Street Journal, el vocero
más influyente de la economía imperial, lo precisa este martes en un artículo:
"Cuando apenas ha transcurrido un año desde el comienzo de la recuperación, su
vigor inicial se ha debilitado abruptamente, lo que ha sumido al mundo en un
nuevo período de incertidumbre".
Y añade: "Las esperanzas de que se
produzca una recuperación liderada por EEUU se esfumaron luego de que los
consumidores estadounidenses decidieran guardar sus billeteras. Las ráfagas de
crecimiento en Japón y Alemania pierden fuerza o se prevé que lo hagan. China y
otros grandes países en vías de desarrollo siguen creciendo con solidez, pero a
un ritmo más moderado que hace unos meses"
"Dos
motores tempranos de la recuperación —el estímulo fiscal y el reabastecimiento
de inventarios por parte de las empresas— se desvanecen con rapidez. Las
autoridades tienen opciones limitadas para inyectar una dosis de estímulo.
La gran pregunta es si, y cuándo, el consumo privado y la inversión empresarial
llenarán el vacío", continúa el Journal.
En agosto pasado,
La Reserva Federal (FED) dio a conocer una evaluación negativa sobre la
situación económica norteamericana. El banco central estadounidense emitió un
comunicado informando que "el ritmo de la recuperación de la actividad y del
empleo se desaceleró en los últimos meses". Y situó como causal, la
persistencia del desempleo y la no reactivación del consumo.
"Hasta ahora, la evidencia es
contradictoria. Las crecientes clases medias en las economías emergentes podrían
proveer un impulso. Pero las empresas en EE.UU. y Europa son renuentes a
contratar en la medida necesaria para alimentar un renacimiento del consumo",
señala el artículo del Journal titulado "La recuperación mundial
pierde fuerza y genera incertidumbre" .
"En las últimas semanas, datos de todas
partes del mundo revelaron una desaceleración del crecimiento. Las
empresas que se habían apresurado a reponer sus inventarios ahora piden sólo lo
que necesitan para satisfacer la demanda existente, lo que afecta toda la cadena
de suministro", señala.
Dea cuerdo con las perspectiva del
Journal, "Los gobiernos europeos, desde Grecia al Reino Unido, comenzaron a
recortar el gasto y elevar los impuestos para reducir sus déficits
presupuestarios. Incluso Alemania, que tiene una posición fiscal más sólida,
contempla reducir el gasto este año. Es probable que el ajuste de cinturones
desacelere la economía de la la zona euro, que creció a una tasa anualizada
de 3,9% en el segundo trimestre".
Economistas de Goldman Sachs Group Inc.
estiman que la menor inversión fiscal restará alrededor de medio punto
porcentual al crecimiento anualizado de EEUU en los próximos tres
trimestres.
"El estancamiento llega en momentos en
que los gobiernos recortan el estímulo fiscal o, en el caso de China y otros
países asiáticos, reducen el crédito para impedir un recalentamiento de la
economía", concluye The Wall Street Journal.
La evolución de
la crisis
La crisis hipotecaria en EEUU
primero, la crisis financiera luego, terminaron de configurar un proceso
económico-recesivo que devino después en crisis social de la mano del
desempleo y la caída del consumo en EEUU y Europa
Finalmente, en medio de un
proceso de "recuperación débil" (con crecimiento del desempleo y baja del
consumo) sobrevino la crisis fiscal, con epicentro en Europa, marcada por
la insolvencia de los Estados para afrontar sus deudas públicas.
Desde que estallara el colapso
bancario y bursátil en septiembre de 2008, el sistema nunca pudo recuperarse,
y finalmente la crisis de la "economía de papel" terminó impactando en la
"economía real", primero en las metrópolis imperiales de EEUU y Europa,
extendiéndose luego por toda la periferia "subdesarrollada" y "emergente" de
Asia, África y América Latina.
No obstante las "señales
optimistas" que lanzan Obama y las autoridades europeas, los propios datos
oficiales prevén que, con los mercados de crédito paralizados, en los
próximos meses más empresas ingresen en un proceso de bancarrota y anuncien
nuevos despidos (sumados a los ya existentes), y los consumidores se ajusten
aún más el cinturón, a medida que la ausencia de crédito afecta su capacidad de
endeudamiento.
Desde el desenlace de la crisis
financiera, septiembre de 2008, el sistema capitalista central (EEUU-potencias
del euro) ensayó tres formas combinadas para "trasladar" la crisis al
conjunto de la sociedad:
A) El capitalismo
financiero, con el argumento de la "catástrofe económica" utiliza dinero
público (de toda la sociedad) para salvar al capitalismo privado y
generar un nuevo ciclo financiero de rentabilidad del capital. En este proceso,
el peso del costo lo llevan los sectores sociales menos "diversificados" que
pagan impuestos a través de sus ingresos y salarios.
B) El capitalismo
industrial o comercial, con el argumento de la "catástrofe económica" reduce
"costo laboral" despidiendo empleados, reduciendo salarios y suprimiendo
beneficios sociales, y "sobreexplotación" de la fuerza que queda ocupada.
Achican otros gastos (e inversiones) de la producción para ganar lo mismo
produciendo y vendiendo menos, lo que agudiza la recesión y genera más baja del
consumo y despidos laborales.
C) Los Estados
capitalistas bajan "costo social" por medio de la reducción del gasto
público (salud, vivienda, educación, etc) para compensar la merma de la
recaudación durante la crisis.
El resultante es una combinación
letal: Desaceleración de la
economía, baja del consumo y agravamiento del desempleo mundial, sobre la
que la OCDE y el FMI acaban de advertir.
En resumen, los ejes detonantes
de una crisis social cuyo
desenlace y desarrollo ningún experto del sistema se atreve a pronosticar.
(*) Manuel Freytas es periodista, investigador,
analista de estructuras del poder, especialista en inteligencia y comunicación
estratégica. Es uno de los autores más difundidos y referenciados en la Web.
Ver sus trabajos en
Google y en
IAR Noticias