Simultáneo a los anuncios oficiales de salida de la recesión y/o de
"recuperación gradual" de la economía global, el dólar estadounidense venía
experimentando una caída constante en su cotización que no parecía tener fin. El
derrumbe de la divisa estadounidense era paralelo, a su vez, a una recuperación
acelerada de las bolsas y de los mercados de especulación financiera acompañada
de una revaluación (también constante) del euro y de una nueva escalada de los
precios del petróleo y de las materias primas (incluido el oro). De pronto, ese
proceso parece revertirse y la moneda estadounidense sorprende con su su
escalada frente al euro en los mercados internacionales.
Informe especial
IAR Noticias/
Desde el nacimiento de la crisis
financiera en EEUU, la mayoría de los gurúes y especuladores internacionales
predecían casi con certeza la decadencia del dólar estadounidense.
Se había puesto de moda
mito generalizado (que
abarcaba por igual a pensadores de izquierda, analistas del sistema,
periodistas, y hasta a reconocidos especuladores sionistas como George
Soros) que sostenía que el imperio del dólar como moneda patrón de las
transacciones internacionales había llegado a su ocaso como producto de la
crisis financiera global generada, entre otros factores, por la debacle del
sector inmobiliario en EEUU.
Por "efecto dominó intelectual", esta
percepción mitificada del derrumbe del dólar llevaba a otra conclusión:
La crisis de la economía mundial capitalista referenciada en el dólar
posibilitaría el declive de la supremacía imperial de EEUU poniendo en el
centro de la hegemonía económica mundial a China y al resto de los países
emergentes (en crecimiento acelerado) de Asia o de América Latina.
Ahora ese mito parece derrumbarse
frente a la recuperación sostenida que viene experimentando el dólar en los
mercados internacionales.
Según The Wall Street Journal,
el dólar ha registrado un sorprendente repunte frente al euro y se prevé que
mantenga su fortaleza en los próximos meses.
La semana pasada, el dólar anotó su
quinta alza semanal consecutiva contra el euro. El lunes el euro descendió a
US$1,36. El dólar acumula un aumento de más de 5% contra el euro este año
y se cotiza cerca de su máximo de los últimos nueve meses
La recuperación del dólar y las fuerzas que lo impulsan complican el panorama
para otras clases de activos. La debilidad de la moneda estadounidense había
sido positiva para los commodities y le dio bríos a las ganancias de las
multinacionales estadounidenses provenientes del exterior, dice el Journal.
El avance de la moneda estadounidense
frustró las operaciones que dependían de la debilidad del dólar, como las
apuestas a un aumento en los precios de las materias primas, apuntan analistas
de Wall Street.
El ánimo de los inversionistas pasó
del pesimismo frente al dólar al pesimismo sobre el euro. Los problemas
de Grecia dejaron de manifiesto la fragilidad de la recuperación de la zona euro
y cualquier "nerviosismo" sobre la economía y el enorme déficit fiscal
estadounidense quedó relegado a un segundo plano.
De esta manera, el dólar ha
vuelto a servir de refugio seguro para los especuladores internacionales preocupados
por el contagio de la crisis de la deuda, tanto de EEUU como de la Unión
Europea.
La opinión respecto al dólar
"cambió de forma radical", reconoce Claire Dissaux, directora de economía
global y estrategia de la firma londinense Millennium Gobal Investments.
La cuestión se remite a un aspecto
central: Los especuladores internacionales (ante el embate de la nueva
crisis fiscal) compran deuda pública estadounidense garantizada por el
"refugio seguro" del dólar.
La nueva crisis, como lo señala
The Financial Times, ya está siendo exportada desde EEUU mediante el
endeudamiento sin respaldo que explota el dólar como "refugio seguro"
para los especuladores internacionales.
Durante meses, el dólar tendió a
bajar mientras los especuladores abandonaban sus refugios seguros
con la moneda estadounidense e iban en busca de inversiones más rentables
como el petróleo y las materias primas.
Cuando estalló crisis financiera
especuladores globales se refugiaron en efectivo y bonos del Tesoro de EEUU
haciendo subir aa divisa estadounidense.
Cuando la tormenta amainó, en
2009, el dólar reanudó su descenso. A fines de noviembre, tocó su nivel más bajo
frente al yen desde julio de 1995, a 86,44 yenes por dólar, mientras el euro se
acercó a su máximo histórico contra el dólar, al superar US$1,51.
Los grupos especuladores hicieron subir los precios de las materias primas, que
se fijan en dólares, y las acciones de productores de commodities, haciendo
bajar al dólar..
Muchos inversionistas compraron oro con el argumento de que mantendría su
valor mientras caía el dólar. "El consenso era no anticipar un dólar fuerte
durante el primer semestre de 2010", señala Steve Pearson, director de
intercambio de divisas G-10 para Bank of America Merrill Lynch en Londres.
A partir de diciembre pasado, no obstante, el dólar siguió subiendo hasta
alrededor de 90 yenes y el euro cayó a US$1,36.
Como ya está comprobado por la
historia y por la realidad, el dólar USA es el refugio "seguro" del
capitalismo financiero especulativo trasnacional (estatal y privado) en épocas
de cataclismos.
Tras el colapso en Dubai, por
ejemp`lolos especuladores internacionales en alta escala se refugiaron, en
los mercados europeos, en el dólar en medio de temores que pueden convertir
esta conducta en tendencia generalizada a nivel mundial, según The Wall
Street Journal.
El euro, que durante meses mantuvo
una escalada y había desplazado al dólar, sigue cayendo ante la huída
masiva de los especuladores hacia la compra de activos más "seguros" en moneda
estadounidense.
La situación vuelve a repetirse con
la crisis de deuda regional que crece y se propaga por toda la eurozona, con
epicentro en Grecia, mientras se agigantan los temores de los especuladores a
una insolvencia de pago generalizada y a un derrumbe en cadena de las
economías más débiles encabezadas por España.
Para el Financial Times,
España marca el centro de la "incertidumbre" y nuevas bajas de calificaciones de
su economía podría detonar finalmente un derrumbe financiero encadenado de los
países que se mantienen en la "línea roja" de la insolvencia para afrontar
los compromisos de sus deudas públicas.
En general, la sombra de una
insolvencia de pago generalizada (producida por los déficit y la baja de
recaudación fiscal) hace temer un rebrote de la crisis financiera, y
sigue favoreciendo la embestida del dólar contra el euro.
Los especialistas estiman
que la escalada del dólar frente al euro seguirá intensificándose impulsada por
nuevas rebajas de la calificación de las agencias de rating para Grecia y
Portugal, y frente al temor de una caída en cadena de las economías más débiles
de la eurozona.