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A través de las Naciones Unidas, EEUU y mediadores franceses, Israel ha
instado al gobierno libanés para que se le impida a Ahmadineyad visitar la
frontera a raíz de lo Jerusalén califica como "provocación".
El Departamento de Estado de EE.UU
expresó al Gobierno libanés su "preocupación" por la próxima visita del
presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, al Líbano y particularmente al sur, porque
Teherán "socava activamente" la soberanía de ese país.
El portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, explicó que la jefa de
la diplomacia estadounidense, Hillary Clinton, abordó los planes de Ahmadineyad
con el presidente libanés, Michel Suleimán, en el margen de la Asamblea General
de la ONU el mes pasado.
"Expresamos nuestra preocupación por ellos, teniendo en cuenta que Irán,
mediante sus lazos con grupos como Hezbolá, está activamente socavando la
soberanía del Líbano", señaló el portavoz.
"Pensamos que su viaje a esta parte
del Líbano no es una buena idea", recalcó Crowley, quien subrayó, no obstante,
que respetan "que esa decisión la tome el Gobierno libanés".
El portavoz agregó que cada país decide sobre las relaciones diplomáticas que
quiere mantener con otros y que por tanto se trata de una "decisión soberana
del Líbano y de Irán".
Ahmadineyad prevé visitar el Líbano el 13 y 14 de octubre para reunirse con las
máximas autoridades del país y desplazarse también al sur, con el fin de visitar
escenarios de la guerra que enfrentó al movimiento fundamentalista chií Hezbolá
con Israel en el verano del 2006.
El líder iraní visitará el Líbano el próximo miércoles y jueves, y tiene
planeado visitar las aldeas del sur libanés de Bint Jbeil y Maroun al-Ras, a
unos pocos kilómetros de territorio israelí.
El periódico con sede en Londres
Al-Quds Al-Arabi ha informado que Ahmadineyad tiene intenciones de acercarse al
cercado fronterizo para arrojar piedras a los soldados israelíes, ubicados del
otro lado de la frontera.
Durante los días previos, el Ministerio de Relaciones Exteriores y los servicios
de seguridad están realizando evaluaciones de seguridad sobre la visita de Ahmadineyad, y abocándose a la preparación militar, diplomática y de relaciones
públicas.
La semana pasada, Israel envió mensajes al primer ministro libanés, Saad Hariri
y al presidente Michel Suleiman, a través del Secretario General de las Naciones
Unidas Ban Ki-moon, los EE.UU. y el gobiernos de Francia.
La semana pasada, el
jefe del Consejo Nacional de Seguridad Uzi Arad se reunió en París con su
homólogo francés, Jean-David Levitte y le pidió que envíe un mensajes al
gobierno libanés afirmando que Jerusalén considera Ahmadineyad visita a la
frontera de Israel como una provocación que podría socavar la estabilidad
regional, y que por lo tanto debe ser cancelada.
Un mensaje similar fue
entregado por medio de funcionarios de EE.UU.
La semana pasada el ministro de Exteriores, Avigdor Lieberman, planteó la
cuestión en una reunión con Ban en la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York.
Lieberman precisó que Israel está "extremadamente preocupado" por la visita del
presidente iraní.
Por su parte, el gobierno libanés aún no ha respondido afirmativamente; sin
embargo los medios de comunicación de ese país señalaron recientemente que
mientras que el presidente libanés Suleiman no se opone a la llegada de
Ahmadinejad en sí, se está estudiando si la visita responde en conformidad con
el protocolo diplomático, de no socavar la seguridad del Líbano o de influir en
las relaciones del país con "otros países" - presumiblemente Israel.
El "frente anti-israelí"
El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad afirmó que el camino hacia la
paz en Oriente Medio pasa por "el fortalecimiento del frente anti-israelí".
En una reunión con su colega sirio, Bashar Al Asad, de visita en Teherán,
aseguró, asimismo, que los últimos acontecimientos permiten pensar que "la
situación regional (en Oriente Medio) está cambiando en favor de los interese de
las naciones" en la zona y alabó la cooperación entre ambos países.
"Fortalecer la resistencia (contra Israel) no solo impulsará a otras naciones a
unirse a este frente, si no que también servirá para allanar el camino hacia la
paz y la estabilidad regional", subrayó Ahmadineyad.
Al Asad, por su parte, opinó que los intentos por reanudar el diálogo entre
israelíes y palestinos tienen como único objetivo fortalecer la posición de su
colega estadounidense, Barack Obama.
El presidente sirio realizó una visita oficial a Irán centrada teóricamente en
la cooperación económica, pero con un ojo puesto tanto en la situación en Irak
como en el proceso de paz en Oriente Medio.
La visita concitó un fuerte interés, ya que tiene lugar dos días después de que
el ex presidente iraquí y aspirante a la jefatura del Gobierno Iyad Allawi
viajara a Damasco, donde sugirió a Al Asad que pidiera a Irán "cesar su
injerencia en los asuntos internos de Irak".
Asimismo, coincidió con la decisión del Gobierno de Berlín de aceptar que el
mandatario sirio sea recibido por la canciller, Angela Merkel, si éste se presta
a colaborar activa y seriamente en el proceso de paz para Oriente Medio.
Siria, sin embargo, ha expresado su pesimismo sobre la posibilidad de llegar a
cualquier tipo de acuerdo con el actual Gobierno israelí.
Además, se produce dos semanas antes de que el presidente iraní, Mahmud
Ahmadineyad, viaje al Líbano, en la que será su primera visita oficial a ese
país desde que en 2005 fuera elegido.
Tanto Siria como el Líbano e Irán mantienen desde hace décadas una estrecha
alianza, que sin embargo ha sufrido varios vaivenes en los últimos años.