El Departamento de Estado norteamericano prevé aumentar en más del doble
el número de agentes de seguridad privada en Irak tras la retirada de las tropas
de Estados Unidos, y apoyarse así en entre 6.000 y 7.000 subcontratistas, según
informa el periódico The New York Times.
IAR
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/
Agencias
Mientras EEUU proyecta el retiro de todas sus tropas de Irak a finales de 2011,
la Casa Blanca planea llenar con mercenarios de los ejércitos privados el
vacío dejado por las tropas invasoras norteamericanas.
A medida
que Estados Unidos reduce su cantidad de soldados en Irak, el Departamento de
Estado planea duplicar la cifra de contratistas privados de seguridad que
utiliza para garantizar la seguridad del personal civil, dijeron responsables.
El portavoz del Departamento de Estado P.J. Crowley dijo el jueves que el
plan elevaría a unos 7.000 la cantidad total de contratistas de seguridad
empleados por el Gobierno de EEUU en Irak, donde desde la invasión de 2003 las
firmas de seguridad privada han sido acusadas de actuar por encima de la ley.
Crowley dijo que el plan del Ejército de Estados Unidos de reducir la cantidad
de soldados a 50.000 antes de finales de agosto -una reducción respecto a los
176.000 que llegó a tener el despliegue en el país- dejaría una brecha de
seguridad que tendría que ser cubierta por contratistas privados.
"Nosotros aún tendremos nuestras propias necesidades de seguridad para
asegurarnos de que nuestros diplomáticos y expertos estén bien protegidos", dijo
Crowley en una conferencia de prensa, aunque agregó que los costes para los
contribuyentes estadounidenses serán mucho menores que aquellos que involucra el
despliegue militar.
El
Departamento de Estado asumirá en octubre del próximo año la responsabilidad de
entrenar a la Policía iraquí, una labor que será ejecutada principalmente por
subcontratistas privados del Pentágono, señala el Times.
Sin la presencia de soldados USA que puedan atender los frentes de violencia en
el norte de Irak, serán los diplomáticos estadounidenses destinados en dos
nuevos consulados y dos oficinas temporales dependientes de la embajada, los que
tendrán que prevenir potenciales confrontaciones utilizando la seguridad
privada, indicó el influyente diario.
EEUU
abrirá un consulado en la provincia de Basora, en el sur de Irak, y otro en
Erbil, en el Kurdistan iraquí, en el norte, mientras que las dos oficinas
temporales de la embajada se ubicarán en la ciudad petrolera de Kirkuk, en el
norte del país, y en Mosul, capital de la provincia de Nínive, también el norte
de Irak.
Washington
prevé más que duplicar el número de guardias de seguridad privada, cuya
principal función será garantizar la seguridad de los cinco complejos
diplomáticos de EEUU en Irak, previniendo ataques mediante el uso de
radares, detectar artefactos explosivos, realizar vuelos de reconocimiento con "drones"
o aviones no tripulados e incluso formar equipos de reacción rápida para ayudar
a civiles USA "en peligro".
La Casa
Blanca señaló que la transferencia de las tropas a personal civil -2.400
personas trabajarían en la embajada de Bagdad y en otros puestos diplomáticos-
se llevará a cabo acorde al calendario previsto, señala el diario.
Las
preparaciones para pasar de la acción militar institucional a la privada se
están llevando a cabo desde hace meses.
Según el
Times, más de 1.200 tareas efectuadas por el Ejército estadounidense en Irak
serán transferidas a manos de personal civil y guardias privados, traspasadas a
los iraquíes o eliminadas de forma progresiva.
La
decisión de subcontratar a más agentes de seguridad privada podría crear un
conflicto con Irak, que ha tenido numerosos problemas con algunas de estas
compañías por incidentes que provocaron muertes de civiles.
Los
agentes n tendrán que registrarse en Irak para que Bagdad tenga cierto control
sobre el número y las firmas que operarán en el país.
Además,
uno de los funcionarios regionales de seguridad del Departamento de Estado,
agentes que supervisan la seguridad en puestos diplomáticos en el exterior,
tendrá que aprobar y acompañar a todas las caravanas civiles, aportando así
una supervisión adicional.
El uso de contratistas ha provocado rechazo en Irak, especialmente
después de que un tribunal de Estados Unidos rechazara los cargos contra los
guardas de Blackwater Worldwide acusados de matar a 14 civiles iraquíes en
Bagdad en 2007.
La inmunidad de los contratistas ante los procesos judiciales terminó el año
pasado bajo un acuerdo de seguridad entre Estados Unidos e Irak que devuelve a
los iraquíes su soberanía.
Los contratistas de seguridad también han provocado la ira en Afganistán, donde
el presidente Hamid Karzai emitió un decreto esta semana ordenando que las
firmas del rubro sean disueltas dentro de cuatro meses como parte de un
ambicioso plan del Gobierno para asumir la responsabilidad de todo el sector en
el país desde el 2014.
Un alto cargo estadounidense reconoció que los contratistas han provocado
problemas en Irak en el pasado, pero declaró que el Gobierno confía en que estos
se podrían evitar durante lo que describió como "un requerimiento de
seguridad de corta duración".
"Hemos tenido temas trágicos que involucran a contratistas en el pasado. Hemos
trabajado este tema muy de cerca con el Gobierno iraquí. Ha habido cambios
durante los últimos años para mejorar la supervisión y la responsabilidad de los
contratistas en Irak", declaró.