Khamenei acusó a los gobiernos estadounidense, británico e israelí de ser los
"principales apoyos" de los autores del atentado del jueves pasado en
Zahedán, capital de la provincia de Sistán-Baluchestán, fronteriza con Paquistán
y Afganistán.
En el atentado frente a la Gran Mezquita provocados por la organización
extremista sunnita Jundullah (Soldados de Dios), que reivindicó la acción,
murieron 42 personas y más de 100 resultaron heridas, incluidos militares
iraníes.
Al conmemorarse los siete días del sangriento ataque, el líder religioso afirmó
que "el terrorismo ciego en Medio Oriente mata a mucha gente inocente, y
es obra de Estados Unidos, Gran Bretaña e Israel, que buscan crear divisiones
sectarias".
"Una de las principales metas de los enemigos que están detrás del atentado
terrorista en el sureste de Irán fue crear división y disenso religioso", alertó
el líder religioso de la República Islámica.
Advirtió que Irán "no permitirá a mercenarios y a las potencias arrogantes
conseguir sus objetivos", y urgió a las autoridades a frenar "firme y
seriamente" las pretensiones de quienes intentan socavar la unidad y la
seguridad de la revolución en el Estado persa.
En otro mensaje, pronunciado el sábado, el guía religioso envió condolencias a
las familias de los muertos e instó a la población de Sistán-Baluchestán a
mostrar perseverancia y mantener la unidad de chiitas (la confesión mayoritaria
del país) y sunnitas.
Algunos analistas estimaron que tras la ejecución del líder de Jundullah
Abdolmalek Rigi, en junio pasado, esa milicia sunnita quedó acéfala y con poca
posibilidad de lanzar un ataque como el de Zahedán.
Por lo mismo, lo atribuyeron a extremistas wahabitas y salafistas (sectas
sunnitas fundamentalistas) entrenados por la Agencia Central de Inteligencia
norteamericana (CIA) en Paquistán.
El presidente de Irán, Mahmud Ahmadinyad, por su parte acusó esta a EEUU de
haber financiado a los autores del doble atentado con bomba
en el suroeste del país.
"EEUU patrocina a los terroristas y a los autores de este tipo de atentados
en la región con ayudas financieras, informáticas y armamentísticas", afirmó
Ahmadineyad en la inauguración de dos fábricas de cerámica en Qazvin, en el este
de Teherán, según la agencia pública de noticias Irna.
El mandatario iraní destacó que el doble atentado del pasado jueves frente a una
mezquita en Zahidan, centro de la provincia de Sistan-Beluchistán, se produjo
tras la aprobación de una nueva resolución de la ONU contra Irán.
"Esta es la lógica de los vaqueros, que primero imponen una resolución,
luego amenazan y después piden dialogar", sentenció.
Ahmadineyad añadió que, sin embargo, "Irán está dispuesto al diálogo si ve
que ellos quieren la justicia y la ley para todos".
En su opinión, la preocupación de Occidente "no es por el temor de una bomba
atómica, ya que ellos tienen miles cabezas nucleares, sino que temen por el
despertar de los pueblos y sus intentos de desarrollarse tecnológicamente".
"Las resoluciones no pueden afectar a Irán e impedir su desarrollo", precisó.
El Consejo de Seguridad de la ONU ha aprobado recientemente una nueva resolución
sancionadora contra Irán, la cuarta hasta ahora, por su rechazo de suspender el
enriquecimiento de uranio que pide la comunidad internacional.
Los países occidentales, especialmente EEUU e Israel, sospechan que Irán lleva a
cabo un programa clandestino de armamento nuclear camuflado bajo sus actividades
nucleares para actividades pacíficas.
Las autoridades del régimen teocrático chií de Teherán, por su parte, rechazan
esta acusación y afirman que sus actividades atómicas son transparentes y tienen
fines pacíficos y civiles.